Cuatro años sin recibir uniformes, la suspensión del HCM y un sueldo que califican de esclavista llevaron este lunes a los empleados de la UDO Anzoátegui a realizar una manifestación en la que se declararon en asamblea permanente para continuar la lucha por mejores condiciones laborales.
Barcelona. “La situación que estamos viviendo los trabajadores de la UDO es inaguantable”, así definió el trabajador César Velázquez el panorama laboral que atraviesa el núcleo Anzoátegui de la Universidad de Oriente, donde tomaron los portones.
Cansados de recibir salarios pírricos y del incumplimiento de una buena cantidad de beneficios contractuales, los empleados obreros y administrativos del campus anzoatiguense realizaron este lunes un “portonazo” con la finalidad de hacer visibles sus padecimientos.
Y es que los reclamos de los udistas no distan mucho de los realizados por el conglomerado de trabajadores públicos del país. Suspensiones del HCM, de fideicomiso, de pago de primas y falta de uniformes, además condiciones de trabajo que califican de infrahumanas, rebozaron la paciencia de los empleados udistas.
Los trabajadores llegamos al nivel de que tenemos que pedir prestado para poder venir a trabajar, cobramos una quincena el viernes pasado que ya debíamos. Tenemos cuatro años sin dotación de uniformes, el sistema médico Sismeu, que es nuestro HCM, está suspendido y a los trabajadores no los quieren recibir en las clínicas. Nuestro problema se llama Nicolás Maduro y debe irse”, refirió Velázquez.
Ignacio Díaz, dirigente sindical de Sintraudo, señaló que lo único que los motiva a seguir acudiendo a la universidad es el compromiso que tienen con ella, porque es la única manera de que se mantenga abierta.
Este régimen nos robó todo, nos tiene apáticos. Somos alrededor de 1700 trabajadores que estamos recibiendo salarios de esclavos, la gente nos pregunta por qué no nos paramos en seco. Es que este régimen se encargó de robarle hasta la voluntad a la gente”, lamentó.
Los empleados realizaron una asamblea en toda la entrada principal, los portones, del campus barcelonés, en la que se declararon en asamblea permanente y no descartan la paralización total de las actividades.
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