En Venezuela, Delta Amacuro, Amazonas y Bolívar son los estados con mayor tasa de incidencia en tuberculosis. Foto Referencial

Comunidad

La tuberculosis prevalece silenciosamente en Venezuela

By Mabel Sarmiento @mabelsarmiento

June 11, 2022

En 2020 llegó la pandemia por la COVID-19 y se marcó un silencio en cuanto a la tuberculosis y a otras enfermedades crónicas. La atención hospitalaria y preventiva se orientó, desde el Estado, hacia la “contención” del nuevo coronavirus.

Caracas. La tuberculosis (TB) nunca ha estado más prevalente que ahora, incluso en los años anteriores al 2018 y 2019, las tasas que se reportaron para Venezuela fueron muy importantes. Hubo quienes dijeron –desde el punto de vista noticioso– que fueron las más elevadas en 40 años, señaló el doctor Manuel Figuera, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología.

Esa incidencia a la que se refiere el especialista fue reseñada en el informe de Human Rights Watch y la Universidad Jhons Hopkins de 2019: la tasa de incidencia de la tuberculosis ha aumentado en forma constante desde 2014, y en 2017 llegó a ser de 42 por cada 100.000 personas.

Se trata de la tasa más alta en Venezuela en 40 años.

No obstante, la opacidad en materia epidemiológica es la norma. Se conocen datos oficiales de 2015, cuando se notificaron un total de 6796 casos nuevos de TB, 733 casos más que en el 2014, con una incidencia de 22,19 por cada 100.000 habitantes.

Para esa época Distrito Capital (1427 casos), Zulia (708), Miranda (623), Anzoátegui (394) y Carabobo (340) aportaban 52 % del total de los enfermos del país.

El riesgo de enfermar por TB más alto se encontraba en Distrito Capital: 68,39 por cada 100.000 habitantes; en Delta Amacuro con 56,22 por cada 100.000 habitantes; en Amazonas con 39,89 por 100.000 habitantes; Vargas con 34,59 por cada 100.000 habitantes y en Portuguesa con 34,24 por cada 100.000 habitantes.

Mientras que para el 2012 (último Anuario de Mortalidad publicado por el Ministerio del Poder Popular para la Salud) esta enfermedad ocupó el 20° lugar dentro de las primeras 20 causas de defunción en el país, siendo el riesgo de morir por TB de 2,2 por cada 100.000 habitantes.

En Venezuela, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2020 se logró financiar a través del Fondo Global el diagnóstico y tratamiento del 100 % de los pacientes detectados con tuberculosis por el Programa Nacional de Salud Respiratorio, cuyo propósito es la prevención reducir la incidencia, la prevalencia y la mortalidad.

Pandemia silenció otras enfermedades

En 2020, llegó la pandemia por la COVID-19, y se marcó un silencio en cuanto a esta patología y otras enfermedades crónicas.

La atención hospitalaria y preventiva se orientó, desde el Estado, hacia la contención del nuevo coronavirus.

La pandemia de COVID-19 marcó un silencio con otras enfermedades

Aún así, tanto los pacientes como el personal de salud eran el termómetro de la realidad: la TB, el VIH, el cáncer, la diabetes, la hipertensión, el dengue, la malaria, seguían su curso y sin políticas de salud claras para revertir los nuevos casos.

Tanto es así que las recaídas y los fracasos en la consecución de los tratamientos, precisamente por la falta de insumos, de especialistas y porque todos los servicios fueron cerrados, se hicieron constantes.

Qué se sabe de la TB

En el más reciente programa SOS Telemedicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela (UCV): “Una mirada al pasado, presente y futuro de la tuberculosis en Venezuela”, la doctora Mercedes España, experta en inmunología, epidemiología y coordinadora nacional de Salud Respiratoria del Ministerio de Salud, aclaró algunos puntos sobre la enfermedad.

La doctora dio un diagnóstico sobre el mecanismo de atención y recordó que desde el año 1936 se ha fortalecido el sistema de información, desde el punto de vista epidemiológico, el cual ha sido consistente con el registro, incluso desde el ámbito local.

En 1936 la letalidad era sumamente alta, 111 por cada 100.000 habitantes, y a medida que comenzamos a descubrir medicamentos tuvimos un impacto importante en la mortalidad en los años 50, dijo España, quien también es directora del curso docente anual de Técnico Administrativo de Control de la Tuberculosis.

Explicó que es una patología con unos determinantes sociales que contribuyen a mantenerla endémica y que, también, existen infecciones asociadas las cuales permiten prolongarla en el tiempo.

Vemos así, dijo, el período de los años 80 cuando la tasa desciende por debajo de los 30 por cada 100.000 habitantes, y aparece un lapso prácticamente estable desde los años 90 hasta 2014.

Fue la época de las estadísticas más baja de tuberculosis, representada en 20 por cada 100.000 habitantes.

La incidencia de la tuberculosis en las personas con VIH se ha reducido a 600 casos por año, eso representaría 10 % del total en los últimos. En 2021, estuvo alrededor de 350, dijo España.

Luego, vino un repunte en 2017 y en 2018 que tiene que ver, a juicio de la especialista, con la elevación de casos en grupos de riesgo.

Entre octubre de 2020 y abril de 2021 fallecieron al menos 31 presos a causa de enfermedades como la tuberculosis.| Foto: Miguel González

Se estaba realizando un trabajo importante, en conjunto con el Ministerio de Asuntos Penitenciarios y hubo búsqueda de pacientes, lo cual elevó las cifras en ese momento, dijo España.

La organización Una ventana a la Libertad alertó que entre octubre de 2020 y abril 2021 fallecieron al menos 32 presos en el sistema penitenciario venezolano a causa de enfermedades graves: VIH, tuberculosis, neumonía y desnutrición.

Posteriormente, para los años 2019- 2020 han caído los reportes, hasta tener unas cifras de 26,2 por cada 100.000 habitantes en 2021.

En cuanto a la mortalidad, indicó que tuvo un incremento en 2016 y desciende en 2017 con una tasa de 2,2.

España, quien también es docente del postgrado de Neumología Clínica, citó el Reporte Mundial de Tuberculosis, un anuario que registra la TB de todo el mundo, y en donde se muestran dos tipos de información: la estimada de las diferentes regiones, las tasas estimadas solo en pacientes VIH + y las tasas registradas de lo que llega.

Lo que se aprecia es que los valores registrados son muy cercanos a las estimadas, y esto habla muy bien de los programas de control en la región de las Américas. Ese mismo factor lo vemos en Europa.

A decir de la especialista, para el año 2020 en casi todas las naciones hubo una disminución de TB, muchos atribuyen esta situación a que hubo el distanciamiento social y las medias de protección –de alguna manera– contribuyeron a bajar la propagación de esta enfermedad. Por otro lado, probablemente han decrecido las actividades de búsqueda en los servicios de salud en el ámbito mundial.

Infografía Amadeo Pereiro

Equipamiento y diagnóstico

España mencionó que Venezuela avanzó mucho con el uso de Genexpert, un equipo que está en capacidad de medir además la carga viral, el VIH y el SARS-CoV-2.

Hemos asignado equipos en gran parte del país, en Apure, en Bolívar, en Sucre, Zulia, Táchira. Próximamente en Carabobo y Lara. A mediados del año llegarán otros para abastecer los estados que faltan. El de Caracas, que está en el Instituto Nacional de Higiene, tiene 16 módulos, y el resto es de cuatro. Ahora, podemos tener los resultados, que antes se tardaban tres meses, en cuestión de horas.

Aquí el punto crítico. Pues hay equipos, hay insumos (según la doctora), pero falta personal:

Este problema también lo reseñó el doctor Figuera, quien habló de la desprofesionalización de los servicios y apuntó a otro dato revelado en el informe de Human Rights Watch y la Universidad Jhons Hopkins: en el área de medicina, de cada 10, hay solo tres especialistas.

Eso lo estamos viendo en las consultas de TB y VIH y malaria. Se han ido por los bajos salarios o han migrado. Que en Distrito capital no contemos con enfermeras es una limitante. Por tanto, hay que mejorar eso y hacer que, en la medida de lo posible, se involucren los expertos en las políticas públicas nacionales.

La enfermedad en el mundo

Aunque los esfuerzos mundiales para combatir la tuberculosis han salvado unos 63 millones de vidas desde el año 2000, esta sigue como una de las enfermedades infecciosas más mortíferas del mundo.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) dice que cada día, casi 4000 personas pierden la vida a causa de la tuberculosis y cerca de 28.000 enferman, aun cuando esta patología es prevenible y curable.

Actualmente, el número de personas con TB en tratamiento ha aumentado desde la reunión de alto nivel de las Naciones Unidas y ahora son más de 14 millones los ciudadanos que reciben tratamiento.

Sin embargo, como han dicho los expertos, la pandemia de COVID-19 ha hecho peligrar los logros alcanzados en la lucha para poner fin a la TB.

Según modelos elaborados por la OPS, se espera que haya un aumento de cientos de miles de muertes por TB adicionales al año, a causa del descenso de las notificaciones y la dificultad para acceder a los servicios.