La reciente película de Pixar muestra la lucha de una adolescente por descubrirse mientras se enfrenta al estricto control de la madre

Caracas. Meilin es una joven obediente que no desentona con las palabras de su madre. Junto con ella, se encarga del negocio de la familia, que vive en Toronto, cuidando las tradiciones chinas por su ascendencia.

Es lo que sus padres esperan de ella. No hay ánimo para salirse de la raya. Todo el plan debe cumplirse en el cronograma trazado para la hija única.

La madre es la que más influye en el comportamiento de la muchacha, que cumplió 13 años de edad. Su férreo y obtuso proceder, aunque no malintencionado, generan un temor en la protagonista, y en varias ocasiones su sobreprotección le genera burlas entre los compañeros del colegio.

Sin embargo, la vida de la joven vira una noche, poco después de descubrir ciertos impulsos. Momento representado en una de las escenas más simbólicas y celebradas de Turning Red, la más reciente película de Pixar que se estrenó en Disney+.

Turning red
La joven protagonista empieza a tener impulsos que, temerosa, esconde de su madre

Después de una pesadilla, Meilin despierta y descubre que es un oso panda rojo gigante. Su madre escucha desde la sala que a su hija le pasa algo. Cree que está angustiada por su primer período, y torpemente trata de encontrar la manera de ayudar.

Por su parte, Meilin no quiere que sus padres vean su nueva apariencia. Se esconde hasta que descubre que vuelve a su estado anterior cuando sus emociones retoman el cauce de la tranquilidad.

Turning Red se convierte así en un conflicto familiar sobre la búsqueda del individuo y su libertad, además sobre cómo integrar la sombra en la vida. Porque cuando se transforma en oso panda, Meilin toma una serie de decisiones inimaginables cuando vivía subordinada a los planes de Ming, la madre.

Empieza a sentirse libre, responsable de su destino. Descubre que tiene dientes, como diría Jordan Peterson, y paulatinamente entiende cómo el reto es adaptar esas novedades a sus principios.

Turning red
Después de su transformación, su vida no será la misma en ningún sentido

No será fácil para la protagonista de Turning Red. Muchas veces los impulsos y el resentimiento por tanta represión hacen cuesta arriba todo. Experimenta un conflicto en el que todo puede salirse de control. Y en toda esa marejada, encuentra refugio en sus tres amigas del colegio, la familia elegida de todos en la vida.

La película es dirigida por Domee Shi, quien en 2019 ganó el Oscar a Mejor Cortometraje Animado por Bao, también de Pixar, y que fue su debut como directora luego de su paso por el departamento de animación del estudio, en el que trabajó en obras como Un gran dinosaurio (2015), Intensamente (2015), Los increíbles 2 (2018) y Toy Story 4 (2019).

También escribió el guion junto con Julia Cho y Sarah Streicher, responsables de una trama que se desarrolla en 2002, año en el que la realizadora también tenía 13 años de edad. 

Turning red
La película transcurre a medida que se empiezan a caer las barreras entre madre e hija

Turning Red indaga en esas relaciones que surgen fuera de casa. En cómo las amistades comprenden al individuo que se está forjando, y en medio de las dudas y en el afán por tomar sus propios caminos, se convierten en el único apoyo en momentos difíciles.

También surgen intrigas y pruebas a la lealtad. Hay toda una mezcla de sentimientos fáciles de identificar por quienes reconocen en pantalla la marejada que es la adolescencia.

Al igual que Intensamente y Encanto, Turning Red es un largometraje sin villanos. Si bien la madre es la contraparte, su control proviene más bien de su ambiciosa intención de proteger a la hija del más mínimo detalle del mundo, adverso siempre, y perverso en contundentes ocasiones.

Turning red
El clímax de la película se desarrolla cuando explotan tantos sentimientos reprimidos

Una historia que tiene lecturas para distintos foros. Incluso, habrá quienes vean una interpretación y defensa al mercado y sus innatas maneras cuando Meilin, después de su transformación, encuentra las vías para obtener la independencia económica que requiere para cumplir un sueño.

La película da para mucho. Otro punto interesante es cuando se explica que esa criatura que surge de las entrañas de la protagonista es un don recibido siglos atrás en tiempos de guerra constante. Entonces, en un mundo más civilizado y con menos violencia, el oso debe ser aniquilado porque supuestamente no corresponde a la vida moderna.

Turning Red se encamina a convertirse en una de las películas entrañables de Pixar. Su propuesta es universal, a pesar de que haya quienes la señalan como muy local. Pero ni algunas opiniones son el universo, ni todo elogio es absoluto.

Turning red
La película se ha convertido en un éxito de la plataforma de streaming

Una de las escenas memorables bien corresponde a la cumbre de la trama, cuando se enfrentan madre e hija en una representación de sus emociones contenidas, en la que se vuelve imagen y fuerza todo lo que no se ha dicho durante años. Porque la madre también responde a una tradición familiar que subyuga.

Entonces, las historias confluyen para buscar la liberación. Porque así es como el hecho individual se convierte en reacción en cadena que inspira y beneficia a otros. Turning Red es una película sobre las luchas internas, los cambios en esa etapa de la vida, el reconocimiento de todo potencial, la familia, la aceptación y el individuo como principio de todo. Una obra también en contra del pensamiento único.


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