Carmen Elisa Hernández, presidenta de la junta ad hoc designada por Juan Guaidó, dijo que no mencionaba el nombre del grupo empresarial debido a que hay una investigación abierta y los abogados recomendaron reservar las identidades. Sin embargo, indicó que hasta ahora no han encontrado algún documento que vincule directamente al empresario colombiano Álex Saab.

Caracas. Monómeros Colombo Venezolanos S. A. pasó a manos de la administración de Juan Guaidó, reconocido como presidente de Venezuela por unos 50 países, el 11 de abril de 2019. La compañía dedicada a la producción de fertilizantes para el sector agrícola tiene base en Colombia y posee dos complejos. Luego de más de un año de gestión la junta ad hoc reportó una segunda memoria y cuenta este miércoles 29 de julio. La primera se hizo en diciembre del año pasado.

La ingeniera mecánica y presidenta de la junta, Carmen Elisa Hernández, explicó que desde 2016 Monómeros entró en contracción. La empresa filial de Pequiven había perdido parte del mercado local y no destinaba inversión para modernizar los procesos en las dos plantas. Además, señaló que 70 % de los contratos eran manejados por un mismo grupo económico sin haber obtenido licitaciones, entre otras irregularidades. A la fecha Mónomeros asegura haber terminado contratos con esa firma.

La junta ad hoc también se encontró con un contrato de alquiler de tres aeronaves que ni siquiera estaban en suelo colombiano, ni tenían permisos para volar. Además, la empresa proveedora del servicio había sido constituida tres días antes de firmarse el convenio.

Hernández dijo que no mencionaba los grupos empresariales debido a que hay una investigación abierta y los abogados recomendaron reservar las identidades. Sin embargo, indicó que hasta ahora no han encontrado algún documento que vincule directamente al empresario colombiano Álex Saab, en la actualidad detenido en Cabo Verde, quien era el mayor agente del gobierno de Nicolás Maduro. La vocera tampoco descartó su participación. Saab es investigado en Colombia, México y EE. UU. por presuntamente liderar una red de corrupción que involucra los Clap, el programa de alimentos subsidiados de Maduro.

Entre las irregularidades que citó la junta se encuentran que las tarifas de los contratos estaban por encima del 20 % del mercado. Este grupo económico había obtenido convenios operacionales, manejo de los muelles, manejo de aduanas. “Estaban en toda la empresa”, dijo Hernández.

El antiguo gerente general de Mónomeros tenía a su disposición una caja chica de 100.000 dólares. Entre otras malversaciones encontraron el pago de un anticipo por 5 millones de dólares, que había sido otorgado prácticamente al día siguiente de haberse firmado el contrato.

La empresa reportó que en el primer semestre de 2020 registró ventas por el orden de $137.140 millones, un aumento de 30 % comparado con el mismo periodo del año anterior. Aseguran que las ventas consolidadas del grupo aumentaron 20 % en lo que va de año.

En 2018 la compañía tuvo pérdidas valoradas por casi 20 millones de dólares. Hernández señaló que la plantilla de trabajadores es de 600 fijos y unos 800 asociados. “La empresa iba hacia un franco deterioro con un impacto en 1500 familias que podían perder su principal fuente de ingreso si las cosas iban igual”, expresó en una rueda de prensa vía Zoom.

Monómeros que en 2005 pasó a ser una empresa 100 % de Pequiven, luego de que el Estado colombiano vendiera su participación, alcanzó 60 % del mercado de fertilizantes en Colombia. A partir de 2016 perdió 30 % de la plaza que tenía, explicó Hernández. La compañía logró recuperarse y, en la actualidad, domina casi 40 % del mercado local en el país vecino.

La representante del grupo indicó que el mayor obstáculo que han tenido hasta ahora es acceder a créditos bancarios debido a que las entidades colombianas “son conservadoras”. “No ha fluido como quisiéramos, aquí manejamos pesos, nuestros ingresos más fuertes son en esa moneda. Ese tránsito de cambio de moneda nos genera aun inconvenientes, así que nos ha tocado buscar mecanismos financieros. Sin embargo, nuestras cuentas están funcionando, no están congeladas”, precisó.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EE. UU. ha otorgado licencias a Monómeros para poder operar en Colombia. Hernández explicó que esto les ha permitido adquirir materias primas en el exterior y hacer pagos a proveedores. En septiembre de 2019 recibieron una licencia más amplia que les autorizó moverse con mayor libertad.

La función de auditoría estaba prácticamente anulada cuando llegamos, explica Carmen Elisa Hernández, presidenta de la junta ad hoc de Monómeros.

En Barranquilla la filial de Pequiven se enfrenta a litigios que exigen proveedores. Uno de ellos está valorado en 5 millones de dólares. La vocera dijo que honrarían los contratos, pero que no cancelarán pagos que hayan sido acordados de manera irregular.

Vigilancia de las autoridades

La junta reveló que al momento de tomar la compañía estaba casi controlada por la Superintendencia de Sociedades de Colombia. Monómeros pasó de ser vigilada a controlada por esa institución ante el riesgo de malversación de fondos. “Hicimos un trabajo muy estrecho y logramos la suficiente confianza que nos liberó de la medida de control”, explicó Hernández.

La empresa asegura que retomó los concursos de licitación para reemplazar a los antiguos contratistas. Reportan 53 consultas de precios en las que han participado 90 empresas, y 10 concursos abiertos en los cuales participaron 66 compañías.

En este momento, Monómeros no tienen ningún tipo de vínculo operacional con Venezuela. Las materias primas que salían del país son compradas en el exterior. Al cierre de este año estiman una ganancia de 2 millones de dólares. Hernández dijo que el destino de esos fondos será decidido por los accionistas.

Foto: Dinero


Participa en la conversación