A pesar de los graves problemas de servicios básicos en las comunidades, el voto favoreció al oficialismo. Unos lo hicieron por su creencia de ser fieles al partido, otros ni siquiera participaron por no crear en ningún factor político para la solución de sus problemas.
Ciudad Guayana. En el municipio Caroní del estado Bolívar, de 11 parroquias, el oficalismo ganó 10, aunque con una de las más baja participación electoral en los últimos 10 años,
Ese voto oficialista favoreció a la reelección del alcalde Tito Oviedo. Pese a que en su gestión empeoró el problema de la basura y de la falta de alumbrado en las calles, por ejemplo.
La gestión del antecesor del nuevo gobernador, Justo Noguera Pietri, también del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fue de pocas obras y con servicios cada vez más ausentes.
Entonces, ¿por qué votaron nuevamente por el oficialismo?
En los sectores populares hay dos realidades. Una, la del voto de consejos comunales y beneficiarios de alguna misión. La otra, es del que no sufrago ni por uno ni por otro sector dada la desconexión entre los principales actores políticos y los ciudadanos.
Una tercera realidad que se extiende a la clase media es asumir una injustificada fidelidad al PSUV. Pero ante la baja participación el pasado 21 de noviembre, quienes votaron por una opción diferente justifican los resultados con la abstención opositora, también decepcionada o desconectada de los actores políticos.
Políticos desconectados de los vulnerables
En el municipio Caroní del estado Bolívar, los asentamientos campesinos de las parroquias Pozo Verde y en Yocoima tuvieron una abstención de 57,18% y 61,21%, respectivamente. Ambas suman 21.445 electores.
La mayoría de votos se inclinó al PSUV, como en las demás parroquias de San Félix que históricamente han sido de tendencia oficialista, pese a ser de los sectores de Ciudad Guayana con más abandono.
De acuerdo con la opinión de Pablo Romero, que está entre el más de 60% que no votó en Yocoima, la razón de la victoria del PSUV fue que solo asistieron los de consejos comunales y aquellos fieles al partido.
La mayoría no votamos porque sabemos que si no nos ayudan en campaña, menos cuando ganen, sean del partido que sea. La gente se cansó de los políticos porque prometen pero no cumplen. Nos resignamos y cada quien resuelve por sus medios”, dijo.
Fidelidad al partido
Los problemas de los sectores más vulnerables, como la basura, falta de agua y de gas doméstico, no son ajenos para las parroquias consideradas de clase media.
En Cachamay, donde hay 39.286 votantes, también ganó el PSUV pero con 74,97% de abstención en el proceso. Yajaira Mejías, es una dirigente de base de este partido, justificó el voto hacia ellos por una convicción hacia las líneas de la organización y la gestión que harán los gobernantes electos.
Soy pionera de este proceso de cambio y creo en este proceso. Es una convicción que tengo, no me cambiaría nunca. Tengo confianza en Ángel Marcano (gobernador de Bolívar)”, manifestó.
Admitió también que ciertamente la gestión que recién culminó no brindó las respuestas adecuadas a la población. Eso incluye al alcalde reelecto en Caroní, Tito Oviedo. Sin embargo, le echó la culpa -por ejemplo- del problema de la basura a que solo se les despachaban 20 litros de gasolina a los camiones encargados del aseo urbano. “Así no podían trabajar”.
La parroquia de Ciudad Guayana con mayor abstención fue Universidad con 78,88%, y un universo de 40.314 electores. Es también de clase media y la única donde ganó la oposición.
Las personas no salieron a votar por el PSUV, simplemente la abstención de 65% fue la que prevaleció en estas elecciones, al no confiar en el CNE”, opinó Patricia Rodríguez, votante de Universidad.
Aunque la mayoría de votos se concentró en el PSUV, factores de oposición, sin embargo, lograron cuatro concejales en Caroní, dos de la tarjeta de la MUD y dos del partido Unión y Progreso, cuyo candidato a la Alcaldía figuró como una tercera vía.
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