El eventual retorno a las aulas en las universidades autónomas está condicionado por la falta de presupuesto que garantice la higiene y el saneamiento. Algunas casas de estudios aprobaron planes para continuar actividades a distancia al finalizar el período vacacional.
Caracas. La asfixia presupuestaria en las universidades es una barrera para garantizar medidas de higiene y saneamiento en un eventual retorno a las aulas. Igual que en las escuelas, la falta de agua, transporte, insumos de limpieza –situaciones que suelen interrumpir el calendario académico–, pareciera disminuir las posibilidades de reabrir los salones.
“Dados los bajos presupuestos, ¿cómo se pueden mantener medidas de higiene, la limpieza y desinfección de los espacios? El problema de transporte: las pocas unidades que quedan van abarrotadas, todo eso es aglomeración que se resuelve teniendo más unidades”, dijo Ulises Rojas, vicerrector académico de la Universidad de Carabobo (UC). El Vicerrectorado Administrativo de la UC ha dicho que de 60 autobuses, apenas tres están en operativos.
En las universidades autónomas el presupuesto asignado continúa siendo insuficiente para cubrir las necesidades de infraestructura, investigación y extensión. En la mayoría de los casos no supera 10 % de lo que las autoridades solicitan a la Oficina de Planificación del Sector Universitario. Con la pandemia, cumplir con los protocolos que permitan reabrir las aulas será cuesta arriba.
El país continua sin superar la curva exponencial de casos de COVID-19. A la fecha, acumula 47.756 contagiados y 391 fallecidos. Sin embargo, Nicolás Maduro el 21 de agosto pidió debatir una propuesta de educación parcial y presencial. La consulta del Ministerio de Educación Universitaria, “Educación multimodal de reincorporación segura, parcial y presencial”, se hizo los días 25 y 26 de agosto.
Según el decano de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad Central de Venezuela, Vidal Sáez, no se dictarán clases semipresenciales: “Nosotros vamos a clases a distancia. No vemos condiciones para la presencialidad. Ya las autoridades de la UCV lo informarán”.
Vidal agregó: “Las otras facultades están en lo mismo, la situación es similar. No vemos condiciones para arrancar presencial o semipresencial, porque hay que cumplir muchas normas, como la seguridad y el distanciamiento, y no tenemos presupuesto todavía del año 2020”. Esta situación fue discutida en una reunión el 28 de agosto, según informó Sáez.
“El ministerio sugiere que van a dar recursos para ello, pero tienen deudas de otras cosas. No sabemos si eso va ser tan cierto como parece”, indicó Sáez. Hasta el momento, plantean continuar con lo aprobado en julio, ofrecer clases a distancia, aunque no con la oferta académica completa.
En la Universidad Simón Bolívar (USB) la decisión de reabrir las aulas va a depender de lo que determine la Comisión COVID-19 designada por el Consejo Directivo. “Ellos monitorean todas las variables que pueden influir en una apertura segura para todo el personal que labora en la USB. Tenemos condiciones especiales que van más allá de la pandemia, falta de servicios básicos y transporte”, dijo Enrique Planchart, rector de la USB.
La USB adeuda 3300 millones de bolívares a la empresa de transporte que les prestaba el servicio. Tras su paralización el año pasado, lanzaron una campaña para recaudar fondos. En septiembre de 2019 lograron reactivar 26 unidades de transporte de una flota de 105. Además, en marzo se declararon en emergencia por la falta de agua.
Universidades necesitan avanzar
Las fallas en los servicios de electricidad, conectividad y acceso a equipos tecnológicos no han permitido que algunas universidades cierren o inicien nuevos semestres. Tras la suspensión de actividades presenciales, el 13 de marzo, continuar con la modalidad a distancia es un proceso que ha requerido múltiples evaluaciones. Sin embargo, se espera que al finalizar este período vacacional la UC, la UCV, la USB y la ULA retomen actividades.
En la UC sus siete facultades presentaron el 27 de agosto un plan ante el Consejo Universitario para un período especial de unas cinco semanas para culminar los semestres interrumpidos. “Cada facultad plantea las modalidades de una manera distinta, depende de las características de las carreras. Nos hemos planteado la posibilidad de la modalidad bimodal, pero no es fácil considerando todas las limitaciones que en este momento tenemos de conectividad”, expresó Jessy Divo, rectora de la UC.
En la USB las actividades a distancia están pautadas para comenzar el 7 de septiembre para concluir el trimestre en curso el 25 de ese mes. La Asociación de Profesores y el gremio de empleados están en consulta para decidir si se reincorporan.
En la Universidad de los Andes (ULA), el rector Mario Bonucci anunció que el Consejo Universitario aprobó normas para el reinicio de actividades académicas no presenciales el 26 de octubre. En la nota de prensa se lee que será un período especial de entre seis a 10 semanas.
Foto referencial: Tairy Gamboa