Residentes de La Urbina, Montalbán y El Paraíso se turnan para vigilar, desde sus azoteas, cualquier movimiento extraño. A través de grupos de mensajería instantánea se mantienen informados de situaciones que resulten sospechosas.
Caracas. “En la parte de atrás de las residencias hay un hombre con actitud sospechosa. Para que cuando puedas le des una vuelta”, le indicó una mujer de edad avanzada al vigilante de la calle 3A en La Urbina.
El temor y terror se apoderó de los vecinos de la zona, luego de que el pasado 2 de mayo grupos paraestatales, en presunta complicidad con la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), atacaran con bombas lacrimógenas y armas de fuego a las residencias Los Mangos y Las Palmeras, en la calle 3-A.
La situación, que ocurrió luego de que la comunidad atendiera a la convocatoria de la Mesa de las Unidad Democrática (MUD) denominada “El Trancazo”, dejó 14 personas heridas según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Néstor Reverol.
Ante esto, residentes se unieron para intentar evitar que la situación vuelva a repetirse.
Los propietarios hacen guardias de 6:00 p. m. a 8:00 p. m. y de 8:00 p. m. a 10:00 p. m. Dan vueltas por el estacionamiento pendientes de cualquier movimiento extraño. Cuando llega la madrugada, se turnan para subir a la azotea y vigilar desde ahí”, comentó una de las habitantes del conjunto Los Mangos, bajo condición de anonimato por medidas de seguridad.
Otro recurso utilizado por los propietarios son los grupos de mensajería instantánea, donde se informan, a cualquier hora del día, alguna situación irregular, para luego alertar, de ser necesario, a las autoridades.
“La gente escucha un ruidito, por más mínimo que sea, y les entra la paranoia. Hay muchos que no han podido dormir luego de lo que sucedió”, acotó.
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De acuerdo con su testimonio, el pasado viernes 5 de mayo, un grupo del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) se apostó en el puente 5 de Julio —cerca de las residencias— y los efectivos, junto con drones, grabaron los edificios. “Ese día estuvimos asustados porque pensamos que la situación se volvería a repetir”.
Luego de los hechos violentos, cuadrillas de la Alcaldía del Municipio Sucre lograron tapar los boquetes del estacionamiento, por los cuales ingresaron los grupos armados. Además, colocaron un portón para separar la entrada del edificio con la zona para guardar los vehículos. Sin embargo, los propietarios consideran que no es suficiente.
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“Queremos reforzar los muros nuevamente. Colocaron un portón en el estacionamiento y si la situación se repite, los grupos no pueden entrar hacia los apartamentos”, dijo una residente del piso 8.
Otra de las medidas que quieren tomar es colocar rejas en la entrada de la cuadra, donde se ubica la garita de seguridad, pues esta también sufrió los ataques de la Guardia y civiles armados.
La preocupación de los residentes es que en los apartamentos viven niños y personas de la tercera edad. El día del ataque con las bombas lacrimógenas muchos habitantes prestaron su ayuda para evitar que algunos se asfixiaran, pues los gases eran lanzados directamente a los apartamentos.
Desde entonces, propietarios han mantenido reuniones en las cuales se explican y enseñan qué medidas tomar en caso de otro ataque de los grupos paramilitares.
Luego de todo lo que ha pasado, nos hemos unido mucho. Gente que antes no se saludaba, ahora ves que se saludan cada vez que se ven”, detalló una de las residentes.
Edificios bajo amenazas
Otras de las zonas caraqueñas que también han sido afectadas por la presencia de grupos paraestatales son las urbanizaciones de El Paraíso y Montalbán, cuyos residentes han salido a protestar y montar barricadas.
El Conjunto Residencial El Paraíso, conocido como “los verdes”, en el puente 9 de Diciembre, ha sufrido al menos cinco ataques de grupos paraestatales desde el 19 de abril.
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Según un vecino, quien pidió mantener su nombre en resguardo por temor, a partir de las 5:00 p. m. civiles armados rondan los edificios, a bordo de las motos, y los mantienen bajo amenaza.
Todos vivimos con temor, hay muchos de los que viven aquí en las residencias que dan el pitazo a los grupos paraestatales. Hay miedo, pues hemos recibido amenazas, de que si salimos a trancar las calles o a manifestar, nos pueden caer a tiros”, sostuvo.
Ante la situación de pánico, los residentes se han organizado para mantenerse en guardia desde hace casi un mes.
“En las noches cerramos las puertas y solo entran quienes tienen las llaves. Cuando vemos que los grupos armados rondan, tocamos cacerolas, hacemos ruidos. Nos pasamos mensajes entre todos si vemos a alguien sospechoso”, describieron varios vecinos.
De manera similar en las residencias ubicadas en los alrededores del Centro Comercial La Villa, en Montalbán II, propietarios han unido fuerzas para hacerle frente a los armados, tal como comentó Adolfo Valero, residente.
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“Los grupos paraestatales han intentado entrar en dos edificios. Por eso ahora los vecinos tenemos las llaves de la azotea para mantener la vigilancia, mientras que los estacionamientos los mantenemos con candado. Los portones los tenemos cerrados”, contó Valero.
Igualmente, poseen activo un grupo de mansajería para estar informados sobre los movimientos de la GNB cuando ronda por el sector.
El miedo de los vecinos de cada una de las zonas radica en que, en muchas de las ocasiones que han sido atacados por los grupos armados, estos han actuado con la complicidad de los funcionarios de seguridad.
Este clima de angustia volvió a repetirse este 15 de mayo, desde las 5:30 a. m. cuando en la avenida Páez, Las Fuentes y el puente 9 de Diciembre, civiles armados y la Guardia atacaron directamente con disparos y bombas lacrrmógenas a las residencias, luego de que vecinos trancaran las calles tras “el plantón” convocado por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
En defensa, los vecinos tocaron cacerolas, pitos y lanzaron objetos.
Más de un mes de protestas
Desde el pasado 1° de abril, la MUD ha convocado manifestaciones en diferentes puntos del territorio nacional, en rechazo a las sentencias 155 y 156 del Tribunal Supremo de Justicia, las cuales quitan las competencias a la Asamblea Nacional.
Hasta el 16 de de mayo, el Ministerio Público ha confirmado la muerte de 43 personas bajo el marco de las protestas
Fotos: Luis Miguel Cáceres
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