A la discriminación por razones de nacionalidad o condición migratoria, se añade el hecho de que los prejuicios todavía influyen en el trato que se les da a las personas portadoras de VIH.

Caracas. Un nuevo informe del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB) reveló que las personas venezolanas Lgbti y personas con VIH sufren discriminación asociada a su condición de migrantes. 

En algunos países las personas con VIH pueden enfrentar dificultades para acceder al sistema de salud debido a un excesivo formalismo en el manejo de los protocolos de atención en general, y en lo que se refiere a personas que viven con VIH en particular. Además, se observa discriminación en razón de la nacionalidad o de la condición migratoria, se lee en el informe Movilidad y Diversidad

El CDH UCAB señala que en la actualidad cerca de 60 % de quienes viven con VIH no están tomando medicamentos antirretrovirales “lo que ha influido en un aumento de personas que abandonan Venezuela, a fin de asegurar acceso a tratamiento”. Desde 2016 el gobierno de Nicolás Maduro dejó de comprar los antirretrovirales. 

El informe calcula que 70 % de los infectólogos especialistas en VIH se han ido del país por la falta de oportunidades, y cita datos de la organización Acción Ciudadana contra el Sida, que menciona que entre 8000 y 10.000 personas que viven con VIH han abandonado Venezuela. 

“A la falta de diagnóstico y al estado avanzado de la condición en algunos casos, se suma el hecho de que las personas salen sin suficiente información y planificación ‘sin antes indagar sobre los requisitos que se deben cumplir en el país de destino para obtener medicamentos para el VIH’, lo que se convierte en una dificultad adicional para atender oportunamente a su situación”, apunta el CDH UCAB. 

La discriminación, en el caso de las personas Lgbti, lleva a la segregación y la exclusión en todos los ámbitos de la vida, incluidos el laboral, el educativo, el social, de salud, se explica en el informe. También puede llevar a la cosificación de la persona, es decir, a percibirla como no humana y, por tanto, merecedora de un trato diferente que puede conducir a la violencia.

“Una vez establecidas en los países receptores, las personas sienten la discriminación en el trato que reciben de funcionarios de diferentes entes públicos. Con frecuencia se trata de una doble discriminación, por el hecho de ser personas Lgbti y por su condición de migrantes”, apunta el informe.

En cifras 

Se calcula que en Ecuador hay 1062 venezolanos con VIH, de los cuales solo 373 están siendo tratados con antirretrovirales por parte del sistema de salud pública. 

Unas 3200 personas provenientes de Venezuela reciben tratamiento en el sistema de salud peruano, lo que representa entre 3 % y 4 % del total de personas portadoras de VIH asistidas.

En Chile no hay datos sobre el número de venezolanos con VIH, lo cual obedece a una crisis de datos sobre la materia, ya que tampoco existe un registro de los nacionales.

Foto referencial: OMS / Cortesía


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