Venezuela cierra servicio consular en Oporto

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El cerrojo que impone la administración de Nicolás Maduro deja a muchos connacionales sin la posibilidad inmediata de tramitar documentos civiles ni de identidad. El Consulado de Lisboa promete ampliar su servicio para atender a los venezolanos residenciados en Oporto.

Oporto. La sequía de divisas deja sin oxígeno al Consulado de Venezuela en Oporto, la segunda ciudad más importante de Portugal, después de Lisboa, donde residen más de 10.000 venezolanos.

Se trata de una decisión emanada del Ejecutivo nacional con la que pretende reacomodar su servicio diplomático en el extranjero y con la que seguramente intenta tomar una bocanada de aire ante las sanciones económicas que ahogan a la administración de Nicolás Maduro en el terreno internacional.

La medida, que fue confirmada a través del cónsul de Venezuela en Madeira, el embajador Félix Méndez Correa, es parte de la jugada gubernamental que también dejó sin efecto los servicios consulares en Hamburgo, Alemania; Martinica, Bonaire y la embajada del país en Bulgaria.

El cerrojo que impone la administración de Maduro, cuyos servicios consulares son también un reducto de la propaganda oficial, deja a muchos venezolanos huérfanos y sin la posibilidad inmediata de tramitar documentos civiles ni de identidad.

Quienes residen en Oporto ahora tendrán que mudar su registro consular a la circunscripción de Lisboa, en el sur de la nación lusa, donde los funcionarios asumen nuevamente el reto de cobijar a los criollos dispersos en Portugal continental.

Con la decisión en curso, los venezolanos pasaron de tener tres servicios consulares en Portugal, a solo dos: Lisboa y Madeira, ambos investidos con las máximas facultades de ley para atender los pedidos de la población.

En el caso de Oporto, donde la comunidad se robustece conforme se ensancha el flujo de la emigración venezolana, el servicio cesó sus funciones el 15 de noviembre pasado. Quienes dejaron gestiones abiertas en ese despacho temen que sus procesos no sean culminados. Esperan que el Consulado General en Lisboa responda con urgencia a las solicitudes de los usuarios.

“Lo que más me preocupa es que en Lisboa no están aceptando la inscripción consular hasta tanto ellos reciban toda la documentación de Oporto, un proceso que podría tardar meses y que compromete la permanencia de muchos residentes de nacionalidad venezolana en Portugal”, denunció Susana Correia, quien tiene estatus de residente en Portugal.

En la práctica, el Registro Consular no es más que un censo de venezolanos en el exterior, que se realiza para notificar al Estado la permanencia en el país escogido como destino. Y permite acceder a ciertos derechos, como homologación de la licencia de conducir, renovación de pasaporte, certificación de poderes y documentos civiles.

A toda la incertidumbre, el cónsul de Venezuela en Madeira respondió con un argumento que pudiera inquietar a más de uno. “Eso (el cierre del consulado) no afecta para nada a la comunidad. En lo absoluto, ya que Lisboa siempre abarcó toda esa área. Tenemos dos consulados generales en Portugal, Lisboa y Madeira”, dijo, sin ofrecer mayores detalles.

Crece presencia de venezolanos

El cese de la misión en Oporto no es un hecho aislado. La situación ha generado reacciones y rechazos en las redes sociales. De acuerdo con el más reciente informe de Inmigración, Fronteras y Asilos, publicado por el Servicio de Extranjeros y Fronteras (SEF), ente rector en materia de migración en el país ibérico, en 2018 los venezolanos repuntaron.

En términos de crecimiento, la cifra de venezolanos en Portugal creció 83,2 %. De hecho, es la quinta comunidad de extranjeros con más presencia. La lista la encabezan los bengalíes, que se incrementaron 165 %. Luego están los brasileños, que el año pasado aumentaron 143,7 % y los nepalíes e indianos, que crecieron 141 % y 127 %, respectivamente. El año pasado, 562 venezolanos recibieron la nacionalidad portuguesa y otros 41 obtuvieron asilo político. Venezuela es la octava nación con pedidos de protección, después de países como Angola, Congo y Pakistán.

Los servicios consulares en la nación de Camões no son cualquier cosa. Solo en el caso del registro situado en Funchal en 2018 se duplicaron las inscripciones. Ese año se formalizaron 2453 nuevas adhesiones, un dato grueso que, en términos porcentuales, se traduce en un incremento de 103 % de los residentes venezolanos con respecto a 2017, cuando 1206 personas notificaron al país su permanencia en la isla.

En los últimos ocho años, advierten desde el Consulado de Madeira, 8601 personas han notificado su ingreso a la región. Y en los primeros seis meses de 2019, 1256 ciudadanos con documentación venezolana llenaron sus formularios de inscripción, una cifra que probablemente se duplique al cierre de año si se mantiene el flujo de migrantes.

De los 22 consulados que existen en Madeira, solo el de Venezuela, que suma 60 años de operatividad, es de carrera, lo que significa que responde al Ministerio de Relaciones Exteriores. El resto de las instituciones, que están llamadas a ser notarías y registros civiles en el extranjero, funcionan de forma honoraria. En 2013, Venezuela cumplió 100 años de relación diplomática y civil con Portugal.

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