Venezuela, Haití y Suriname son las únicas economías de la región en contraerse en 2021

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La Cepal calcula que este año América Latina y el Caribe crezca un 5,9 % y para 2022 se proyecta una desaceleración del crecimiento, que llegaría al 2,9 %.

Caracas. Solo tres economías de América Latina y el Caribe sufrirán una contracción económica este año, según las últimas proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Venezuela (-4 %), Haití (-1,3 %) y Suriname (-1 %). Las estimaciones para Venezuela se mantienen iguales a las de julio.

Venezuela, que registra siete años sostenidos de caída en el Producto Interno Bruto (PIB), lidera los peores desempeños económicos. La nación enfrenta también la tasa de inflación más alta del bloque, por ejemplo, la inflación interanual calculada por la Cepal era de 2719,5 % hasta junio de este año.

El segundo país en el ranking de economías más golpeadas es Haití, que el 14 de agosto de este año sufrió un terremoto de magnitud 7,2 que dejó un saldo de 2189 muertos, 12.000 heridos y 32 desaparecidos, según cifras oficiales actualizadas hasta el 18 de agosto. El sismo destruyó más de 7000 viviendas y dañó más de 12.000. Además, la nación enfrenta una crisis institucional luego del magnicidio del presidente Jovenel Moise el pasado 7 de julio.

La Cepal calcula que este año América Latina y el Caribe crezca un 5,9 % y para 2022 se proyecta una desaceleración del crecimiento, que llegaría al 2,9 %.

“El crecimiento proyectado para 2021 no será suficiente para recuperar el nivel de 2019. La dinámica y la persistencia del crecimiento de 2021 hacia adelante están sujetas a las incertidumbres derivadas de los avances desiguales en los procesos de vacunación y la capacidad de los países para revertir los problemas estructurales detrás de la baja trayectoria de crecimiento que exhibían antes de la pandemia”, advierte la institución en su más reciente informe.

El organismo refiere que hay asimetrías entre los países en cuanto al acceso a vacunas, riqueza y capacidad de movilizar estímulos fiscales e inversiones para la emergencia y la recuperación pospandemia. Asimismo, la comisión alerta que la crisis por la COVID-19 agravó los problemas estructurales de la región, como bajas en productividad e inversión; alta informalidad, desocupación, desigualdad y pobreza.

Hasta ahora se manejan proyecciones favorables para Venezuela a partir de 2022. La Cepal estima que la economía no se contraiga ese año (1 %). Algunas industrias muestran mejoras en sus ventas, luego de haber sido fuertemente afectadas por los confinamientos de 2020 y también por el peso de la crisis económica de los últimos años.

El organismo pone énfasis en que la recuperación del empleo, en especial de mujeres y jóvenes, requerirá un enfoque integral de políticas sectoriales, industriales y laborales. Asimismo, señala que las transferencias de emergencia dirigidas a las familias deberán mantenerse para mitigar los efectos de la pandemia.

El consumo privado es el que más impulsa el crecimiento del PIB tanto este año como en 2022. “A él corresponde más de la mitad del incremento de la actividad económica. En mucha menor medida se encuentra la contribución del consumo público, ya que, a pesar del conjunto de medidas fiscales de emergencia sin precedentes que han implementado los gobiernos de la región, muchas de estas corresponden a numerosos programas de transferencia monetarias directas a los hogares cuyos efectos contablemente se registran como aumento del consumo privado”, se lee en el documento.

El organismo recomienda asegurar la sostenibilidad de la política fiscal y financiera de los sistemas de protección social, la salud, el cuidado y la educación, así como fortalecer ingresos tributarios y reducir la evasión para superar la crisis provocada por la pandemia. “Políticas multilaterales de acceso a liquidez y manejo de la deuda son un imperativo para posibilitar políticas fiscales y monetarias contracíclicas en la región”.


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