Expertos en el área electoral comentan que una de las limitantes más notables es la ausencia de una estructura de sedes suficientes que permita el registro, la actualización de datos y la propia votación de los millones de venezolanos fuera del país.

Caracas. La votación de los venezolanos en el extranjero nunca había sido un tema tan prominente y tan potencialmente importante como para las futuras elecciones presidenciales del año 2024, en la que según estimaciones, hasta 4 millones de venezolanos podrían sufragar. Sin embargo, más allá del silencio institucional del CNE en esta materia, existen limitantes claras en contra de esta posibilidad.

Desde la sociedad civil hasta partidos políticos, como UPP89 y recientemente el Movimiento Democracia e Inclusión (MDI) de Nicmer Evans, han pedido al Consejo Nacional Electoral que garantice que los millones de venezolanos mayores de 18 años de edad puedan ejercer su derecho al sufragio en las elecciones presidenciales. Sin embargo, para que esto ocurra el camino es largo.

Francisco Castro, director de la Asociación Civil Súmate, dijo a Crónica.Uno que simplemente Venezuela ya no cuenta con estructuras que sean capaces de permitir la votación de la cantidad de ciudadanos que viven fuera del país, algo que históricamente se ha hecho en las sedes diplomáticas de los países con los cuales la república mantiene relaciones.

Venezuela tiene sedes diplomáticas en 88 países y en 125 ciudades, esto entre embajadas y consulados. Esa cantidad es insuficiente matemáticamente hablando para registrar e inscribir a una población de al menos 4 millones de personas. Lo mismo ocurre al momento en el que estos tengan que votar, dijo Castro.

Para acentuar aún más este punto, Castro puso como ejemplo la ciudad de Miami, en Estados Unidos, en donde el consulado cuenta con 20.000 venezolanos inscritos, una cifra que, según él, ha obligado en el pasado a la habilitación de un estadio con decenas de mesas para que los venezolanos en esa urbe puedan votar.

Sobre cómo se solventaría este problema para permitir que los venezolanos se inscriban en el Registro Electoral (algo que hasta los momentos no se puede, pues se exige residencia legal) el director de Súmate dijo que se podría solicitar la asistencia de organismos y estructuras de la ONU, así como acudir directamente a los países que han sido receptores de la mayoría de venezolanos para que se creen mecanismos nuevos.

Castro también mencionó otras propuestas, como el voto adelantado, el voto por correo y el voto electrónico, todas y cada una de estas con sus propios retos de implementación.

Estos procesos tienen sus retos, por ejemplo, la votación en el extranjero se cuenta semanas después porque tiene que viajar en valija diplomática, esto es incompatible con la cantidad de venezolanos en el exterior porque son tantos que pueden ser significativos para el resultado. Hay que preparar procedimientos de recepción, totalización y transmisión en el extranjero si estamos considerando estas opciones, dijo.

Ante la pregunta de si todavía existe tiempo para llevar a cabo estas medidas, Castro dice que sí lo hay, pero que es “necesario comenzar cuanto antes” dada la complejidad de todas las tareas que se requieren si en verdad se plantea la opción de habilitar la inscripción y votación de venezolanos fuera del país.

“Sin duda hay alternativas, pero todas pasan por construir una voluntad para permitir que los venezolanos en el extranjero voten. No hablamos de procesos sencillos o triviales, son complejos, pero si la voluntad está ahí se pueden desarrollar las capacidades técnicas para cumplirlos”, afirmó.

Retos basados en la política

Para el politólogo y experto electoral Jesús Castellanos, muchas de las propuestas que se han preparado para solventar el problema de la votación de venezolanos en el exterior cuentan con una limitante política, algo que, dijo, hace que muchas de estas opciones sean más difíciles de materializar.

Algunas de las limitantes mencionadas por Castellanos son el mandato legal que obliga a usar las sedes diplomáticas para inscribir a votantes en el extranjero (Ley Orgánica de Procesos Electorales, art 124; y Reglamento General de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, art. 26); la ausencia de relaciones diplomáticas con algunos de los principales receptores de migrantes como Colombia y Estados Unidos; y el manejo discrecional que se hace en las propias embajadas y consulados sobre los requisitos mínimos para la inscripción y el voto de los ciudadanos.

Además, Castellanos indicó que muchas de las opciones que pudieran ser consideradas, como el voto por correo, se enfrentan a la opacidad del gobierno venezolano, recalcó que “serían posible si habláramos de países como Chile, Uruguay o Costa Rica porque son países democráticos y estas son opciones del mundo democrático”.

En el caso de Venezuela hablamos de un régimen autoritario, entonces entran muchas variables en juego, los recursos económicos, tecnológicos y la falta de transparencia. En un régimen de esta naturaleza es algo peligroso el voto por correo porque no es transparente y genera dudas, quizás sería algo peligroso. Por eso yo no recomiendo el voto por correo ni el voto electrónico cuando se habla de un régimen autoritario, explicó.

Pese a esto, el politólogo dijo sentirse optimista con el prospecto de que se presente algún tipo de solución, ya que según sus palabras él ha notado “que existe un interés y una preocupación por el tema, algo que ya solo no se observa en la sociedad civil sino inclusive en algunos partidos políticos que lo están incorporando en sus debates”.

Desde el punto de vista de Castellanos mientras el interés se mantenga por el tema existe la posibilidad de que alguna solución se dé tanto para los venezolanos en el extranjero como para aquellos que aún estando en Venezuela se encuentran fuera del Registro Electoral.

“Yo creo que para lograr cambios en Venezuela desde el punto de vista electoral se requiere un esfuerzo que no es solo de los nacionales en el país, sino también de aquellos que están fuera y las organizaciones internacionales, es un esfuerzo compartido. Lo que se ha logrado con la presencia de la Misión de Observación de la Unión Europea, con la ONU y con el Centro Carter se hizo por la presión interna, externa, y también de estas mismas organizaciones”, explicó.

Hasta la fecha, el CNE no ha informado si existe algún plan para permitir la participación en las elecciones presidenciales del año 2024 de los venezolanos fuera del país.


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