Barrancas del Orinoco: una plaza electoral tomada por civiles armados

Barrancas

Por más de 10 años un grupo criminal tuvo el control absoluto de la capital del municipio Sotillo, al sur del estado Monagas. Su poder también influyó en las elecciones, habitantes aseguran que los coaccionaban para favorecer a la tendencia oficialista. Ahora es la guerrilla la que tiene presencia en esta zona de la región nororiental del país.

Monagas. El 1º de enero de 2022, cuando los habitantes de Barrancas del Orinoco, en el estado Monagas, celebraban la llegada del nuevo año, los Patas de Goma, como suelen llamar al Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia, tomaron el corazón del pueblo y atacaron a sus rivales de El Sindicato, dejando nueve muertos y más de 15 heridos.

El Sindicato de Barrancas inició en la zona, hace más de 20 años, como un colectivo de trabajadores en defensa de sus derechos laborales, pero en la última década se erigió como una organización criminal que llegó a tener más poder que las autoridades civiles y militares.

Eran tan temidos que nadie nunca se atrevió a revelar los nombres de los cabecillas del grupo delictivo, también conocido como el Sistema. Era tal su poder que llegaba a la política electoral. Residentes de la zona afirman que su dominio incidió en las victorias del chavismo

Daniel Uzcategui* vivió bajo este régimen y fue testigo de la coacción. El pueblo se veía obligado a cumplir sus órdenes por los favores que recibían y llegado el momento de votar no tenían otra opción que acatar las líneas políticas.

Los favores a los que se refiere son labores sociales con las que los criminales ganaban simpatías a través de una fundación privada que crearon bajo el nombre de “Hermanos Álvarez Quirós”.

Foto: Cortesía Ricardo Darín

La “buena fe” o la “buena gestión” la cobraban en los procesos electorales cuando comunicaban a los vecinos que necesitaban su ayuda, lo que significaba votar por el candidato indicado. 

A los que ponían resistencia podría sucederles cualquiera cosa: dejar de recibir bolsas de comida por medio de los CLAP (Comités Locales de Abastecimiento y Producción), quedarse sin cupos para abastecer combustible subsidiado a 0.30 dólares, ser despedidos de sus trabajos, etc. También recibían agresiones físicas y eran objeto de robo, explica el residente.

Para la criminóloga y psicóloga social Magaly Huggins, la población fue manipulada con el término Sindicato.  Es un uso estratégico de las palabras para dominar más fácilmente a la gente, la manipulación a través del discurso es un tipo de violencia simbólica que sirve para dar paso a la violencia armada, advierte. 

Este tipo de estructuras nacen como resultado de un Estado ausente y de un sistema de justicia que promueve la impunidad, agrega la psicóloga social.   

Foto: Cortesía Ricardo Darín

Después del combate entre la guerrilla y El Sindicato, que duró más de 12 horas, Barrancas quedó militarizada. Se realizaron incursiones donde miembros del Sistema fueron detenidos y otros murieron a manos de efectivos policiales y de la Guardia Nacional.

Las autoridades locales y de seguridad buscaban devolver la tranquilidad a la población, o esa fue la promesa, e instalaron bases del antiguo grupo de exterminio Fuerza de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), que ahora tiene el nombre de Dirección de Inteligencia Estratégica (DIE); de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y de la Guardia del Pueblo.

Después de algunos meses, en marzo de 2022, la DIE fue retirada del lugar por “órdenes superiores”, quedando al mando de Barrancas las unidades castrenses y policiales, afirma una fuente ligada a los organismos de seguridad del Estado que fue consultada por el equipo investigador.

Mientras esto sucedía en tierra firme, el ELN sumaba espacios en los canales fluviales del municipio Sotillo que fungen como un corredor estratégico para el tráfico de droga, combustible y personas

El Malecón de Barrancas fue el principal acceso de Los Patas de Goma para perpetrar el ataque en año nuevo de 2022.|Foto: Cortesía Ricardo Darín
Control en zonas fluviales

Antes del fin de su reinado, en zonas fluviales como Los Barrancos de Fajardo, Apostadero, Mata de Los Indios, donde reside un importante número de personas, los miembros de El Sindicato compraban y amenazaban de muerte a los testigos y miembros de mesa que representaban la opción contraria a ellos, asevera Quintina Oropeza*, dirigente política en el exilio.

Detalla que en cada proceso electoral, los cabecillas se reunían para bajar los lineamientos a sus reclutas y dar a conocer el candidato o la candidata que se debía favorecer.

El día de las elecciones (los miembros del Sistema) recorrían algunas comunidades y tocaban puerta por puerta preguntado por quién votarían, de no ser su candidato y opción, los amenazaban hasta de muerte, impidiendo que salieran de sus casas. Lo hacían dejando a uno de los miembros de El Sindicato apostado fuera de las viviendas para asegurarse de que acataran la orden, dice.

En cambio, a los que cedían a la exigencias los movilizaban hasta el centro electoral donde los recibían dirigentes del partido de Gobierno y en su mayoría le asistían el voto, añade.

Aquí también tomaba la delantera quien tenía la gasolina para la movilización. Al tener el control de combustible tenías el poder y la ventaja, afirma.

Oropeza recuerda que hacer política en el municipio se convirtió en una tarea de alto riesgo por el dominio que tenía el grupo armado. El Sindicato siempre estuvo presente en cada comunidad de Barrancas. A nuestra lucha se sumaban personas que los conocían y de hecho eran quienes pedían permiso para que pudiésemos ir a hacer alguna actividad política, pero política disfrazada porque no podíamos decir que era campaña porque nos negaban el paso, señala.

Sostiene que estaba prohibido hablar mal del Gobierno porque eran supervisados por los sujetos armados. Usaban, además, palabras claves con las que la gente pudiera captar el mensaje como: “¿Usted cree que merecemos vivir bien y mejor?”.

La pesca es la principal actividad económica en la población de Barrancas.| Foto: Cortesía Ricardo Darín
Vínculos con el poder

En el Gobierno hay elementos que intentan, desde los poderes municipales, regionales y el poder nacional establecer relaciones con grupos armados no estatales, el Sindicato de Barrancas es uno de estos grupos, explica el experto en criminalística y miembro del Observatorio Venezolano del Crimen Organizado, Javier Ignacio Mayorca.

El investigador afirma que los grupos armados no estatales sean megabandas, colectivos o células guerrilleras tienden primero a entablar relaciones muy estrechas con los factores del poder local.

Las cuotas de poder se le entregan a estos grupos como medios de obtención de renta ilícita y pone como ejemplo el control otorgado sobre estaciones de gasolina o los sistemas de alimentos subsidiados, el tipo de negocio depende de la realidad que viva la localidad.

La incidencia en lo electoral la determina el nivel de organización que tengan las estructuras armadas y su relacionamiento con el oficialismo, precisa Mayorca.

La dinámica de poder que consolidó El Sindicato también involucraba a algunos funcionarios de la Fuerza Armada Nacional, afirma Fernando Urbina*, habitante de Barrancas. 

En los procesos electorales, el Plan República permitía la movilización de la gente por parte de El Sindicato. Se hacían de la vista gorda cuando llegaban a los centros de votación con las personas que luego quedaban en manos de las estructuras del chavismo para la asistencia del voto y el registro en el Carnet de la Patria. Los delincuentes mandaban más que los militares, acota el habitante de Barrancas. 

Barrancas
Foto: Cortesía Ricardo Darín

La ONG FundaRedes confirmó la anuencia de las autoridades estatales que permitían al grupo armado actuar libremente. En su boletín 37, publicado el 17 de febrero de 2022, señala que El Sindicato actuaba con el consentimiento e incluso, en ocasiones, con la cooperación del Estado venezolano y las Fuerzas Armadas

La cercanía entre el chavismo y el grupo armado quedó evidenciada el 23 de agosto de 2021, cuando el Alto Comisionado Presidencial por la Paz y la Vida, Alexander Vargas, inauguró junto a la fundación Hermanos Álvarez Quirós, creada por El Sindicato, espacios deportivos en Barrancas.

Mayorca, explica que este tipo de instituciones de beneficencia pública son una fachada para organizar actividades que les permita tener renta ilícita a estos grupos armados. Es un modelo de actuación, incluso, de este movimiento Por la Paz y la Vida que es la cara de la estructura gubernamental que entregó en el país las famosas zonas de paz; territorios que debían ser custodiados por la policía, quedaron en manos de los grupos armados paraestatales, cuestiona.

La coacción del elector que ejerció este grupo armado en Barrancas del Orinoco coincide con el arrase chavista año tras año. Con Chávez a la cabeza, el oficialismo llegó a obtener 7855 votos, en 2012; es decir, 69,99 % del respaldo en el municipio que registró una participación de 74,63 % ese año. 

En abril de 2013, tras el fallecimiento del líder de la revolución, Maduro recibió 7768 votos, lo que equivale al 67,59 % del apoyo. La participación en Sotillo fue de 75,57 % en esa elección. La brecha con la oposición seguía siendo alta, el opositor Henrique Capriles concentró 3.717 votos (32,34%).

En las presidenciales de 2018, en medio de una emergencia humanitaria compleja, Maduro obtuvo 7428 votos (76,63 %). Pero la participación fue la más baja registrada hasta entonces, con 56,14 % de votantes escrutados.

Barrancas
Barrancas del Orinoco es considerada una de las poblaciones más antiguas de Venezuela, su fundación se remonta al año 1790.| Foto: Cortesía Ricardo Darín
“Las comunidades indígenas no eligen”

La comunidad indígena warao de Barrancas vive una doble afectación. Fernando Urbina* asegura que “eran manipulados por las estructuras políticas del PSUV”

Los chavistas agarraban a los caciques y concejales indígenas para manipularlos a fin de que estos sean multiplicadores del mensaje. Les prometían proyectos de viviendas, enseres y créditos. También les ofrecían comida y licor; el día de la elección les asistían el voto, denuncia.

En Sotillo, según la experiencia de la dirigente retirada Quintina Oropeza, el electorado indígena es vital para ganar cualquier proceso electoral pues representan entre 2500 y 3000 votos.

Los días previos a la elección les llevan jornadas médicas y de alimentación. Aprovechan para quitarle las cédulas y llevarlos a sufragar. Este trabajo lo hace la dirección del partido porque los del Sindicato no se meten con los ‘maraisa’ (como le suelen decir a los indígenas), refiere. 

Oropeza describió que estas comunidades están residenciadas en los sectores El Peso y El Malecón, este último está ubicado en el casco central de Barrancas y recibe el nombre por encontrarse cerca del Malecón del Río Orinoco. Viven en ranchos de zinc y en precarias condiciones. 

Barrancas
El río Orinoco, al sur del estado Monagas, ha servido de corredor estratégico para el tráfico de droga, gasolina y de personas hacia Guyana y Trinidad y Tobago.
Los aliados del ELN

Los más de 10 años de dominio de El Sindicato en Barrancas llegaron a su fin con el ascenso del Ejército de Liberación Nacional, en enero de 2022. De existir alguna facción del Sistema se sumaría a las filas de la guerrilla, la cual no sería desplazada por lo menos a corto plazo,  según los expertos consultados.

La periodista de investigación, especialista en crimen organizado, Ronna Rísquez señala que la injerencia del ELN en la política y en los procesos electorales tiene que ver con su verdadero interés que es obtener una cuota de poder para acceder a renta ilícita.

Es así como los líderes van identificando y buscando atraer a sus filas a  concejales, alcaldes, políticos y dirigentes. Ellos (el ELN) tienen una lógica y pudieran replicarla en Monagas con matices y variantes diferentes por no tener  una línea única como la FARC, su prioridad es la renta ilícita, sostiene. 

Sobre las implicaciones que la guerrilla pudiera tener en las próximas elecciones, la investigadora advierte: Intento de control de la población, amedrentamiento y presión para que las personas tengan una inclinación a  favor de un grupo y quizás obstaculizar la campaña que no sea de su tendencia. Si tú no estás alineado y no cumples con sus reglas y normas te amenazan o matan, esto pudiera ocurrir si deciden realmente meterse en lo electoral

La experta en el área militar y de frontera, Sebastiana Barráez, añade que aunque las alianzas de Venezuela con el ELN no siempre han sido del todo fáciles a nivel local, puesto que han llegado a desconocer y minimizar a los grupos del chavismo en los estados, “reciben órdenes directas de las altas esferas del Gobierno Nacional”

Barráez hace énfasis en que hay un acuerdo no escrito, pero sí evidente, entre el alto gobierno y la fuerza armada con la guerrilla para que hagan el trabajo sucio.

Barrancas
Foto: Cortesía Ricardo Darín

La periodista pone como ejemplo lo sucedido en el estado Bolívar,  donde la guerrilla penetró con facilidad las zonas de explotación minera sustituyendo a los sindicatos, “ellos contaron con el aval y protección de la Fuerza Armada”.

En los últimos años, el ELN  también se ha fortalecido en lo económico por el acceso a los recursos naturales y el contrabando, además de aumentar significativamente el número de militantes, entre los que se encuentran jóvenes venezolanos e indígenas.

Resalta la investigadora que las actuaciones de la guerrilla en Venezuela representan un “as bajo de la manga” del gobierno de Nicolás Maduro para librarse de cualquier señalamiento por violación de derechos humanos ante organismos internacionales, pues busca que sean estos grupos armados los responsables de  las desapariciones, torturas y ejecuciones.

Asimismo, apunta que una de las aspiraciones del oficialismo es utilizar a la guerrilla como un ejército que cuenta con un mejor adiestramiento y parque de armas para hacerle frente a cualquier “amenaza” que ponga en riesgo la prosecución del chavismo en el poder.

¿Qué sucederá en Monagas? Las repercusiones políticas y electorales de Los Patas de Goma aún están por verse. Al momento de esta publicación no se reporta ninguna incidencia. Solo dos procesos electorales: la primaria, que convocó la oposición para elegir a su candidato presidencial, y el referendo consultivo sobre el Esequibo han tenido lugar en Barrancas después de que El Sindicato fue desplazado y ambos eventos transcurrieron sin sobresaltos.

(*) Se modificaron los nombres de las fuentes por medidas de protección.

Este es un trabajo colaborativo de Efecto Cocuyo y Crónica Uno.


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