En Cagua se agudiza escasez de alimentos, gas y efectivo tras saqueos en Maracay

Los residentes no consiguen suficientes alimentos y los que hay disponibles en los comercios se han encarecido. Los comerciantes guardan las máquinas registradoras por miedo a perderlas durante ataques a los locales.

Cagua. Desde hace varias semanas, las principales entradas a la población de Cagua han estado bloqueadas por protestas en la Carretera Nacional en contra del gobierno de Nicolás Maduro y de la convocatoria para la Constituyente.

La escasez que ya se había agudizado en la zona se incrementó a niveles críticos luego de los saqueos en la ciudad de Maracay y en poblaciones cercanas como Palo Negro, Turmero y Santa Rita que arrasaron con supermercados, panaderías, carnicerías, farmacias, licorerías, bodegas y otros comercios.

Consecomercio reportó que por lo menos 90 locales y depósitos fueron saqueados entre el 26 y 27 de junio en el estado Aragua.

El miércoles la mayor parte de los negocios del Municipio Sucre de Aragua permanecieron cerrados por miedo a que se repitiera la situación de vandalismo vivida en otras poblaciones del estado.

Aunque este 28 de junio buena parte del comercio abrió sus puertas —con las santamarías a medias— fue poco lo que los pobladores pudieron comprar. En las entradas de los locales podían verse filas de personas esperando que vendieran “algo. Lo que sea”, dijeron algunos.

Sonia salió de su casa el jueves a las 7:00 a. m. para tratar de llegar temprano al centro y comprar algo de comida, pues “no tengo nada. El miércoles tampoco tenía nada que almorzar y fuimos a Corocito [urbanismo en Santa Cruz de Aragua] y cuando estábamos allí había una protesta,  llegó la GNB y lanzó bombas lacrimógenas. No pudimos comprar nada”.

Aunque Sonia, una granjera de la zona, recorrió todo el centro de Cagua solo pudo adquirir granos y algunas pocas verduras.

No conseguí ni siquiera maíz para hacer masa de arepa, ni pasta. Compré un kilo de arroz detallado porque en un local vendían un kilo por persona. Mi intención era comprar papas y yuca u otro tubérculo, pero no había nada, y pan, pues hace semanas que no consigo,expresó.

A la falta de víveres de primera necesidad en los anaqueles, se une la de verduras, pues los despachos han estado paralizados por varias razones: obstaculización de las vías, falta de mercancía en el mercado mayorista y ahora por miedo de los dueños de los camiones que prefieren no sacar sus vehículos.

En Cagua pudo verse a pobladores de Santa Cruz y Palo Negro tratando de adquirir algo de comida. Los saqueos los dejaron sin establecimientos donde poder comprar.

Ante la ausencia de artículos, los precios de los pocos alimentos que se consiguen se han disparado. En algunos sitios expenden a 6500 bolívares el paquete de medio kilo de pasta. Mientras que las bodegas en los barrios vendieron azúcar en 9000 bolívares el kilo y la harina de trigo en 9000 bolívares el kilo.  Los huevos al mayor los están despachando en 12.000 bolívares.

Pero los alimentos no son los únicos que escasean en los pueblos del estado Aragua. Desde hace varias semanas, la falta de gas en cilindros es común en toda la región.

En casa de la familia Jiménez tienen cinco días cocinando con leña, pues no han logrado comprar gas. Desde hace varios años, un vecino recibe las bombonas en su casa y las lleva al llenadero por 1500 bolívares —el precio regulado es 50 bolívares—, sin embargo, tiene por lo menos un mes que no está recibiendo bombonas pues “hay problemas en el llenadero”.

El dinero en efectivo es otro malestar: en Cagua algunos bancos, que no abrieron sus puertas al público el pasado miércoles, este jueves solo entregaban por taquilla 10.000 bolívares. La razón: no llegaron los camiones blindados con las remesas.

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Los temores

Por otra parte, algunos comerciantes confirmaron que desde el lunes comenzaron a sacar de sus locales, en el centro del pueblo,  las máquinas registradoras y a tener en sus negocios la menor cantidad posible de mercancías por precaución.

Incluso en algunas charcuterías se llevaron las rebanadoras y otros implementos de trabajo como los puntos de pago y algunas computadoras. Explicaron que prefieren cargar cada día con estos antes que exponerse a perderlos.

Foto referencial: Diario El Siglo


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