Denuncian que cajas Clap suben a 6000 bolívares y que se cobrarán con carnet de la Patria

percepción de la corrupción

El más reciente ajuste, de abril, fue de 2500 bolívares. Ahora, algunas comunidades han denunciado que reciben llamadas telefónicas de las personas que administran la distribución del subsidio, quienes preguntan si los familiares poseen el carnet de la Patria para realizar la entrega.

Caracas. Las familias que se benefician de las cajas de alimentos que se comercializan a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) ahora deberán pagar 6000 bolívares para recibirlas. Miguel Marín, secretario de soberanía alimentaria del estado Miranda, informó que a partir de este mes de junio entrará en vigencia el nuevo precio para todos los sectores del país. En febrero costaban 500, en abril subieron a 2500 y ahora le hacen un ajuste de 140 %.

Mientras el aumento toma vuelo, en algunas comunidades caraqueñas se exige el carnet de la Patria como un requisito para adquirir el subsidio de alimentación: habitantes denuncian que reciben llamadas telefónicas de las personas que delegan los Consejos Comunales, quienes preguntan a los familiares si tienen dicha identificación para poder optar al beneficio.

En lo que va de año esta es la tercera vez que incrementan el precio de las cajas de comida, pero —según algunos beneficiarios del programa— su valor varía en cada localidad, pues les añaden un monto adicional por concepto de transporte.

Los primeros días de febrero se realizó un ajuste de 500 bolívares. Mientras que en el segundo aumento se fijó un precio de Bs. 2500. Paralelamente, algunos beneficiarios denuncian que las cajas son utilizadas como mecanismos de control.

Dicen en otros lugares que ese es el nuevo precio, pero en mi zona me cobraron Bs. 6500. Los representantes del Consejo Comunal nos miran feo, nos llaman preguntando si tenemos el carnet de la Patria y yo no sé qué hacen con esa información. Supe de una vecina a la que no se la entregaron por no tener la identificación de control, dijo Carmen Veracruz, vecina de La Urbina.

Por su parte, los pensionados arrugan el ceño y manifiestan en la cola de los bancos que el nuevo aumento no les dejará mucho dinero para adquirir otros alimentos que no llegan en las cajas del Clap.

Freddy Bernal, coordinador nacional de los Comités, dijo a principios de mayo por el canal VTV que el incremento constituye “una de las herramientas estratégicas del Estado para combatir la guerra económica, que afecta el acceso del pueblo a los artículos de la cesta básica”.

Bernal sostuvo que el precio de los productos representa 10 % del valor que tienen en los mercados convencionales.

Sin embargo, la gente se queja por la tardanza en la llegada de los productos y porque la cantidad de los rubros ha disminuido.

Cada vez es más deficiente la entrega del beneficio. La última vez solo trajo ocho productos que son insuficientes para una familia de cuatro personas. Incluso, la cantidad de unidades ha disminuido porque antes llegaban, por ejemplo, cuatro harinas y ahora solo trae una. Y además, en ocasiones debemos hasta esperar dos meses a que traigan las cajas, sostuvo Nilda Pereira, habitante de las residencias Lomas Altas en Petare.

Según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), 7,3 millones de hogares venezolanos reciben este subsidio. Desde hace meses, algunas comunidades reclaman que los envíos son más distantes, y agregan que los productos han sido utilizados para actos de corrupción, discriminación y como mecanismo de control por grupos de choque.


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