La economista Tamara Herrera subraya que algo que debe quedar claro es que AKB Fintech, pionera en esta actividad, es una empresa de banca digital con depósitos fuera de Venezuela. Además, señala que los países deben saber escoger este tipo de proveedores porque la evolución de los medios de pago avanza en esa dirección, pero también avanza la posibilidad de fraude. Por su parte, el economista Aarón Olmos dice que la reciente circular del BCV dejó por fuera a la banca nacional del proceso de dolarización formal y calla ante la aparición de esta empresa.

Caracas. Las transacciones en Venezuela han tocado distintas etapas que van desde la informalidad hasta medidas accidentadas, como el petro. La gente ante la necesidad de tener mecanismos para pagar impuso sus propias reglas. La escasez de bolívares trajo las ofertas en efectivo, la banca amplió los productos electrónicos y luego vino la dolarización de facto. Actualmente, la nación se mueve en un esquema multimonedas, mientras el Gobierno dice que dolarizar de manera formal está descartado. Ahora se suma un nuevo actor a los medios de pago: cajeros dolarizados. Una propuesta que no estaba entre las opciones el año pasado.

La empresa AKB Fintech establecida en Florida, Estados Unidos, anunció recientemente que para el 7 de noviembre aspira a arrancar con cajeros automáticos que dispensarán dólares en Caracas, Valencia y Barquisimeto. AKB Fintech se define en su página web como “una alternativa financiera creada por un grupo de jóvenes empresarios y expertos en tecnología que buscan ofrecer seguridad y estabilidad financiera en la vida de sus usuarios”. También como “una plataforma digital para enviar, recibir y guardar dinero en dólares”. 

El economista Aarón Olmos explica que la nación ha ido migrando a otros medios de pago que no son excluyentes entre unos y otros. Además, agrega que en distintos lugares del país se paga con pesos colombianos, oro, tarjetas de débito internacionales, Zelle o criptoactivos.

Por ejemplo, en el sur encontrarás oro o los reales brasileños, en Margarita euros-dólares. Lo que venga es parte del proceso de pauperización y de empobrecimiento de la moneda venezolana”, dice en entrevista a Crónica.Uno.

La llegada de los cajeros el especialista la define como otra etapa más ante la ausencia de una política monetaria por parte del Gobierno y el Banco Central de Venezuela (BCV).

El país lleva más de una década con altos índices inflacionarios. En 2010 ya en la región lideraba la lista de los países con más inflación. Ese año cerró con 27,2 %. No obstante, a finales de 2017 la población experimentó la peor etapa: Venezuela entró en hiperinflación y allí se mantiene hasta la fecha. Un proceso que se ha sumado al rápido empobrecimiento de las familias en los últimos años.

Olmos explica que la población y las empresas han entendido que ante la devaluación del bolívar cualquier otro medio alternativo, que sea una garantía, es aceptable. “No solo son dólares, son monedas extranjeras que tienen un poder de compra mayor que el del bolívar y por eso la gente se mueve a buscar otras monedas”, apunta.

Hasta ahora el BCV ni la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario se han pronunciado sobre la llegada de los cajeros dolarizados. Sin embargo, hace unas semanas, a través de una resolución, el BCV frenó ciertos productos en divisas que ofrecía la banca nacional.

Para la economista Tamara Herrera algo que debe quedar claro es que AKB Fintech es una empresa  de banca digital con depósitos fuera de Venezuela. “Son muchas las empresas de banca digital que surgen en el mundo. Hay que saber escoger porque la evolución de los medios de pago avanza en esa dirección, pero también avanza la posibilidad de fraude que puede haber allí”, advierte.

Herrera señala que hay empresas muy serias en este ramo y que existe la forma de comprobar el manejo de sus operaciones. Asimismo, agrega que hay gobiernos que promueven normas para tener más seguridad sobre estas transacciones y el tipo de actores que participan.

Esta es una casa que es una banca digital que pasa a dispensar efectivo con un cajero. En eso es precursora en Venezuela. El Gobierno tenía ese plan cuando estuvo promoviendo la cuarta ola del petro, pero nunca se ha hecho nada al respecto; además, los cajeros son aparatos costosos, manifiesta la economista Tamara Herrera.

AKB Fintech explicó en su cuenta de Twitter que para utilizar estos cajeros los usuarios debían: crear una cuenta en AKB y agregar saldo a la billetera digital, solicitar una tarjeta digital desde la billetera, con un código de uso único que será válido una sola vez y por último dirigirse al cajero y retirar el dinero.

Hasta ahora no se detecta algún impedimento legal para que la compañía lleve a cabo la propuesta, asegura Herrera. No obstante, agrega que es algo incipiente, casi como una prueba. “Se habla de tres cajeros pilotos, que estarán instalados en tres ciudades dentro del establecimiento comercial que va a proveer ese efectivo. Ese local se ahorra todos los problemas de esta dolarización que es de facto, como el traslado o la inseguridad, que son costos importantes”, dice.

La compañía aclaró que los dólares emitidos por los cajeros provienen de alianzas con distintas empresas del país, las cuales reciben cierta cantidad de dólares en efectivo diariamente: “Nuestros aliados necesitan el cambio de este efectivo a dinero electrónico, pues, es complicado pagar a proveedores fuera del país con todo el dinero en efectivo atrapado en Venezuela”.

Los cajeros automáticos serán dotados por las mismas empresas venezolanas, que cambiarán su efectivo por transferencias, añadió AKB Fintech.

A Aarón Olmos le llama la atención que la banca había empezado a “hurtadillas” a ofrecer custodia de divisas y luego algunos productos financieros para intercambiar monedas extranjeras entre cuentas nacionales, sin embargo, señala que la circular del BCV del 9 de octubre dejó por fuera a la banca nacional de ese proceso de dolarización formal y permite que la dolarización informal siga creciendo.

“Posterior a esta circular aparece esta empresa ofertando la colocación de cajeros que dispensen monedas extranjeras en desconocimiento del artículo 318 de la Constitución y la ausencia de pronunciamiento del BCV. El BCV no le permitió a la banca nacional –que está sujeta a sus leyes y que tiene infraestructura, cajeros automáticos que se pueden adaptar– hacer lo que propone esta empresa. Por ahora, hay silencio sobre la actuación de esta empresa”, añade Olmos.

AKB Fintech reaccionó sobre la medida del BCV el 13 de octubre. La compañía expresó que la circular era ambigua y que llevaba a los venezolanos a retomar las transacciones en efectivo. “Solo queda claro que el Gobierno busca retomar el control sobre las transacciones en divisas. Esta noticia impulsa a los venezolanos a retomar las transacciones netamente en efectivo. Entonces, ¿qué pasará con los dólares en efectivo? ¿Serán cada vez más escasos?”. 

Sobre la resolución del BCV Tamara Herrera explica que es confusa, porque hay vacíos legales por aclarar. Hasta ahora la institución tiene pendiente la normativa que regula las operaciones en efectivo en el país. “Está rezagado en resolverlo”, dice.


Herrera manifiesta que será difícil para las autoridades poner límites o regular el espacio de banca fintech: “Deben tener muy presente que estuvieron promoviendo los criptoactivos, y que si no lo permiten no pueden pretender que haya aceptación de la gente”. A juicio de la especialista, el Gobierno debe seguir considerando el mercado de las criptomonedas como un terreno dónde moverse.

Además de AKB Fintech, Olmos señala que hay otras empresas, como Reserve, que empiezan a ofrecer a los usuarios una suerte de delivery de divisas. “Ese tipo de cosas están comenzando a pasar y ocurren ante un emisor que se hace la vista gorda de un mercado que se está formalizando. La pregunta es si el camino es ese. ¿Si vas a dolarizar formalmente lo harás a través de particulares o a través del BCV con un marco de ajuste y un programa?”, cuestiona el especialista.

Ambos especialistas coinciden en que la “ley antibloqueo”, recientemente aprobada por la Asamblea Constituyente, otorga atribuciones exorbitantes al Ejecutivo. En ese sentido, Olmos apunta que no se sabe si la entrada de estos productos ocurre con ausencia de pronunciamiento por parte del BCV debido a que están siendo autorizados por de esa “ley antibloqueo”, que además establece un sistema de confidencialidad y reserva de información.

La economista Tamara Herrera concluye que si el BCV teme que se masifiquen los cajeros dolarizados habría que ver por qué razón, pero por ahora explica que no hay un marco legal que los prohíba. No obstante, los vacíos legales pudieran abrir la puerta para alguna modificación que cree ese obstáculo: “Creo que el Gobierno quiere tener un proceso controlado de dolarización. Por otro lado, Venezuela no puede entrar en ese proceso formal porque no creo que todo el Gobierno esté cohesionado con una posición única, y para pasar a eso se necesita una fortaleza económica” que la nación contraída desde hace siete años no posee.


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