Cumplir con carta al Niño Jesús es misión imposible para los padres

Aunque no tienen la culpa de lo que está pasando en el país, muchos niños serán los que paguen los platos rotos una vez más al no poder ver sus deseos cumplidos, ya que sus padres no pueden permitirse gastos extras.

Caracas. Este año, portarse bien y hacer las tareas no es suficiente para que se cumpla la carta del Niño Jesús. Aunque algunos padres están haciendo hasta lo imposible para colmar las ilusiones de sus hijos, la crisis económica —aunada a la ambivalencia en el manejo de efectivo— no permite hacer mucho. Otros buscan alternativas más accesibles, pero la constante es que no habrá mucho qué poner bajo el arbolito esta Navidad.

“Tengo 3 hijos, la menor me pidió un teclado musical, lo vi en 150.000 un día, cuando fui la semana siguiente a comprarlo ya lo tenían en 236.000 bolívares; un abuso”, relató Enrique Ruiz, un mesonero que reside en La Candelaria. “Mis otros dos hijos están grandes, entienden que las cosas no están nada fácil por lo que no me pidieron nada, igual les daré algo porque se lo merecen”, añadió.

Angely Requena, ama de casa habitante de Palo Verde, contó que “mis hijas pidieron una bicicleta cada una, estuve comparando precios por todos lados, pero están muy caras y comprar dos se me hace imposible. Lo más probable es que les regale una sola cosa y que compartan. Por lo menos vi un set de cocina con un buen precio”.

En varios hogares el panorama es sombrío,  como en casa de Magdalena Mendoza, una vendedora ambulante de café quien comentó que a su nieta de 5 años debieron confesarle que el Niño Jesús no existe y, para colmo, que no recibiría nada este año. “Eso fue pura lloradera, eso a mí me dio mucha tristeza porque ella no tiene la culpa de lo que estamos pasando pero la situación no está para botar el dinero ni mucho menos para juguetes”.

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En un recorrido realizado por Crónica.uno en diferentes jugueterías de la capital, se pudo constatar que los precios de los artículos duplican el ingreso mínimo de los trabajadores, los mostradores están repletos de juguetes desactualizados y hay pocos compradores.

Este sector, al igual que otros, no ha recibido este año dólares oficiales, y aquellos que han importado algo han tenido que usar sus propias divisas, por ello, los altos costos que muchos venezolanos no pueden soportar.

Un muñeco Cicciobello puede costar más de Bs. 100.000, una Barbie o un muñeco de acción Max Steel se consiguen desde los Bs. 60.000, sin incluir accesorios. Simples carros de juguete se ubican por los Bs. 40.000 y los de control remoto no bajan de Bs. 120.000.

“Mi niño me estaba pidiendo una PlayStation, pero su papá dice que está muy cara y que él está muy niño para esos juegos. Le vamos a regalar un carro y un balón de fútbol”, comentó Grecia Fagundez, una secretaria habitante de Caricuao.

Fernando Contreras dijo, asombrado, que “en los comercios también abusan, mira, por ejemplo, este peluche, cuesta casi 50.000 bolívares y se ve todo polvoriento, seguro es del año pasado pero lo aumentan como si estuviera relleno de oro”.

Foto referencial: Angeliana Escalona.


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