Docente jubilada: “Como han acabado con todo, así acabaron con la educación”

Docente jubilada: “Como han acabado con todo, así acabaron con la educación”

Aura Rondón es una docente que ejerció por 29 años su magisterio. Su jubilación se dio en paralelo con la llegada de Hugo Chávez al poder. Desde entonces no solamente ve cómo le quitaron todos sus beneficios, sino el deterioro de las instituciones

Puerto Ordaz. Aura Rondón recuerda que fue por el año 1999 cuando se jubiló como docente, después de ejercer por 29 años. En esas casi tres décadas pasó por diferentes cargos, hasta ser directora del liceo Guayana, un plantel tipo I en Ciudad Guayana.

“Pasé por todos los cargos y no me pagan nada de eso. No me pagan ni siquiera la especialización. Las clasificaciones de los docentes, de acuerdo con las especializaciones, prácticamente comenzaron el año en que me jubilé, pero me dio tiempo de meter los papeles. Me los empezaron a pagar y de repente me quitaron todo. No me pagan las 52 horas que tenía, sino que me pagan como que yo hubiese sido un profesor con 40 horas de servicio”, denunció.

Como docente jubilada lamenta que el sueldo que percibe de jubilación no le alcance ni para costear sus pastillas para la hipertensión, y que hoy, en lugar de vivir una jubilación digna, tenga que protestar por una pensión digna.

En temas de salud opta por tomar la pastilla de hipertensión a veces, o cuando una mano amiga le regala un blíster.

El Gobierno piensa que lo mejor que puede pasar con las personas de la tercera edad es fallecer, porque les quedaría más dinero”, fustigó.

Aura Rondón vive con su esposo, también de la tercera edad. Tiene dos hijos fuera del país, y una tercera que está por emigrar a mediados de año. 

“Si no fuera por ellos no comiera, porque cuando uno cobra el sueldo no alcanza ni siquiera para pagar los servicios. Todos los servicios aumentaron, tienen precios en dólares y nosotros cobramos en bolívares. Nos quitaron el Ipasme, no tenemos atención médica, nos quitaron el seguro que teníamos como docentes, incluso teníamos seguro funerario, lo que tenemos es la quincena que nos pagan”.

La educación del ayer

Hablar del liceo en el que laboró por última vez es llenarse de dolor para esta docente jubilada. “Así como han acabado con todo, así acabaron con la educación”, afirma.

El liceo Guayana funcionaba en una escuela con un turno de la tarde. Al año pasaron a tener su sede en el sector de Villa Brasil, en Puerto Ordaz. 

“Estaba bien acomodada, faltaba solo el acondicionamiento de materiales como pupitres y escritorios. El ministro mandó los pupitres y las empresas básicas antes colaboraban. Fui a una de esas empresas y me regalaron 10 escritorios. El liceo se conservó por muchos años, porque en aquella época el ministerio mandaba los gastos de mantenimiento, teníamos hasta vigilancia privada que la pagaban los representantes”, recuerda Rondón.

Al momento de jubilación pidió un inventario de cómo entregaba la institución. 

“Faltaba un poquito de pintura y había dos pocetas dañadas. La Gobernación las arregló y el liceo quedó como una tacita de plata. ahorita los directores no pueden mantener los liceos porque esos gastos los quitaron”, explicó.

Al deterioro en el ámbito educativo, Rondón suma que posteriormente vino la entrega de cargos por militancia política, no se hicieron cursos a directores y el partido de gobierno de alguna manera intervino en las instituciones. 

“Dieron cargos a profesores graduados, pero de la universidad de ellos, y los metieron como accidentales para tenerlos dominados, porque en cualquier momento los pueden sacar. Yo paso por el liceo y me da dolor. Allí había 36 secciones, solamente en primer año eran 14 secciones”, recordó.

Reflejo del deterioro

De acuerdo con información de Erika Carvajal, miembro del Colegio de Profesores en Bolívar (en entrevista para Crónica Uno en agosto de 2022), en el liceo Guayana hay 181 alumnos de primero a quinto año. Allí también funciona la Unidad Educativa Nacional Creación San Félix (educación para adultos), con una matrícula de 115 estudiantes. Pero además, hay un salón para maternal, con 10 niños.

El salón solo cuenta con unas sillas plásticas. Aunque no debería funcionar un maternal junto con bachillerato, el espacio se habilitó para aquellas alumnas que salieron embarazadas. “Para que no dejen de estudiar, dejan allí a sus bebés y van a clases”, dijo Carvajal. 

La cuarta modalidad de esta misma institución es la universitaria, con la UPEL, que funciona los fines de semana para formar a docentes.

De las 1392 escuelas públicas que existen en el estado Bolívar, de acuerdo con la información de la Secretaría de Educación y el Colegio de Profesores en la entidad, Aída González, 80 % de ellas no están aptas para recibir a los alumnos por los problemas de infraestructura y servicios básicos.

De acuerdo con el informe Estudiar entre ruinas, elaborado por Cecodap, de 56 escuelas que visitaron en todo el país, se determinó que 32.656 estudiantes se ven perjudicados por el estado de los planteles. De ellos, 3407 son de Bolívar.

Por otra parte, el inicio de 2023 estuvo marcado por las protestas del sector educación, que exigen salario digno al igual que otros gremios. Las manifestaciones continúan. En el Magisterio decidieron dar clases interdiarias, y el resto de los días estar en asambleas en exigencia de sus beneficios.

Docentes de escuelas Fe y Alegría redujeron sus horarios de clases hasta las 10:00 a. m.


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