Este 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, cuyo fin es promover la toma de conciencia sobre el impacto de estas patologías y hacer énfasis en la prevención como medida indispensable para llevar una vida saludable.

Caracas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que las enfermedades cardiovasculares (EC) son la principal causa de muerte en el planeta, más que el cáncer, los padecimientos respiratorios y la diabetes.

En 2019 dos millones de personas murieron en el mundo a causa de estas afecciones. En Venezuela, ese mismo año, ocasionaron 173,9 decesos por cada 100.000 habitantes.

En el país, las muertes atribuibles a las EC representan 25 %. De esa cifra, 20 % son infartos. Un porcentaje menor son accidentes cerebros vasculares (que pueden ser hemorrágicos e isquémicos). Otra cantidad más pequeña está relacionada a las complicaciones e insuficiencias cardiacas, muchas de estas asociadas a la aparición de arritmias mortales, según el doctor Lempira Guevara, secretario general de la Sociedad Venezolana de Cardiología (SVC).

El último boletín epidemiológico del Ministerio de Salud (2013) pone a las enfermedades cardiovasculares en el primer lugar, entre las cinco principales causas de defunción por enfermedades. Ese año de las 149.903 muertes registradas, 30.899 (20,61 %) se asociaron a las EC.

Ese 20,61 % se discriminó así:

  • Infarto agudo del miocardio, 20.641 (13,77 %).
  • Enfermedad cardiaca hipertensiva, 3.329 (2,22 %).
  • Enfermedad isquémica crónica del corazón, 3.117 (2,08 %).

Este 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, instituido desde la Federación Mundial del Corazón (FMC) como una fecha para profundizar en la enseñanza, promover la toma de conciencia sobre el impacto de estas patologías y hacer énfasis en la prevención como medida indispensable para llevar una vida saludable.

Guevara alertó que hay un aumento de las EC en personas cada vez más jóvenes y añadió que estos males son como una lotería en la cual el premio principal es un infarto.

Los factores de riesgo son hipertensión arterial, diabetes, sedentarismo, colesterol y los triglicéridos elevados y, ahora, se está viendo cada vez más que el estado emocional y el estrés influyen definitivamente sobre la salud general de la persona y, particularmente, aumenta la posibilidad de desarrollar una EC.

Alertó que, en la actualidad, están viendo hipertensos desde 20 o 30 años. Esa no es la edad frecuente en la que debuta un hipertenso, pues, generalmente, tienen otras enfermedades que le inducen esa condición; adicional hay algunos desarrollan arritmias e infartos.

Guevara añadió que esto es gravísimo porque si la persona sobrevive al infarto, si no se cuida, si no se incorpora a un proceso de rehabilitación y a un tratamiento adecuado, al final, va a tener una complicación crónica, como una cardiopatía isquémica.

Por tanto, consideró que a los jóvenes hay que darles ánimos para que adopten medidas y rutinas saludables, para que mejoren su actividad física y para que traten de ir relajando esas situaciones de estrés.

Foto: Tairy Gamboa
Información y prevención

Desde la SAV desarrollan un programa extenso dirigido al público en general sobre los factores de riesgo que inciden en las enfermedades cardiovasculares. La iniciativa es replicada en todos los capítulos regionales de la organización.

No obstante, el especialista entiende que el sistema de salud público es el que más está impactado por el volumen de personas que requieren atención. Por eso debemos tomar conciencia y entender que la labor es prevenir: así como hacemos mantenimiento al hogar, a los equipos, al carro, no podemos olvidar que el principal vehículo es el cuerpo humano el carro, y también hay que darle mantenimiento.

Comentó que si no se conecta con las medidas preventivas, se a va a requerir menos la intervención aguda de este sistema de salud que ya no es tan robusto.

  • El riesgo de padecer una ECV aumenta por una alimentación poco saludable. Esta se caracteriza por un bajo consumo de frutas y verduras y una ingesta elevada de sal, azucares y grasas. Una nutrición poco saludable contribuye a la obesidad y el sobrepeso, los cuales, a su vez, son factores de riesgo.

Ahora bien, si Venezuela tiene esa incidencia de EC, ¿cuál es la respuesta? ¿Qué políticas públicas, en materia de salud, tienen alcance en estas enfermedades cardiovasculares?

Guevara analiza varios puntos. Primero toca el tema del recurso humano. La gente que se ha dedicado a las especialidades de cardiología en el país tiene un altísimo grado de preparación desde el punto de vista del conocimiento y de técnicas, a la par de cualquier cardiólogo en cualquier parte del mundo. Los que seguimos en el país mantenemos ese mismo tren de entrenamiento y estamos actualizados.

Pero, esa preparación se ve empañada por el poco alcance a la tecnología de punta. Cardiología es una especialidad que depende cada vez más de la tecnología, son aparatos muy costosos, (resonancias magnéticas, cardiovasculares, los equipos para hacer hemodinamia, cateterismo, instrumentos para ecos avanzado) y, a pesar de que tenemos conocimiento, muchas veces nos vemos en la limitación de poder usar esos equipos.

Por otra parte, aunque ha habido medicamentos nuevos que se han incluido en la atención de pacientes cardiovasculares, menciona que han tenido que recurrir a fármacos que no habíamos usado hace 30 años para tratar una patología que, actualmente, en el mundo no se mantienen con otros esquemas.

Sucede más que todo en la parte de hipertensión arterial y, aunque Guevara reconoce que esas medicinas son excelentes, la tecnología ha hecho que se hagan medicamentos de mejor calidad, utilidad y rendimiento, y eso pone en desventaja a un paciente con otro pesquisado o diagnosticado en cualquier parte del mundo.

¿Qué se ha dejado de hacer?

Poder hacer hemodinamia (un procedimiento invasivo mínimo para restablecer el flujo sanguíneo en las arterias coronarias cerradas en forma aguda o crónica) es uno de los principales problemas que tienen los especialistas. Pues, en muy pocos hospitales públicos hacen ese procedimiento.

En Caracas, por ejemplo, se hace en el Hospital Vargas, en el Clínico Universitario, en el Militar, pero por su puesto la demanda es mucho mayor.

Y en ese punto destaca hay que tener paciencia, porque las listas para poder acceder a esos estudios son largas, pero sí se están haciendo cosas, aunque con la limitación de la tecnología que, en Venezuela, no es de punta actualmente.

La migración de médicos ha sido otro de los problemas que atraviesa el sector. Se están yendo médicos jóvenes y con experiencia.

La SVC está  haciendo un censo de cardiólogos en el ámbito nacional  para saber exactamente con cuántos cuenta. Esa data esperan tenerla lista para finales de noviembre de este año.

Esos resultados nos van a dar una idea de cuántas personas realmente se están dedicando a la cardiología, cuáles son las condiciones en cuanto a especialidades y subespecialidades, y nos va a permitir hacer una aproximación de cuál es el recurso humano a necesitar para los próximos años.

El papel que juega el Estado como principal proveedor de salud es fundamental, pues para el sistema público es muy cuesta arriba mantener la cobertura 100 % del paciente, en estos procesos que son de alta tecnología y de alto costo.

Entonces, hay que sentarse juntos (con los responsables de la salud) a planificar y diseñar un sistema que pueda ser inclusivo y beneficie a las personas con patologías cardiovasculares que no pueden pagar; porque una operación de cirugía cardiovascular que implica el cambio de una válvula, tiene un costo de 20 mil dólares, sin contar el resto de los insumos. Son cirugías realmente costosas, y por eso el Estado debe apoyar. Lo otro, es que debemos tratar de prevenir las EC, porque la deuda es muy difícil saldar al 100 %.

Otro costo impagable es el precio de un marcapasos que oscila entre 3000 y 4000 dólares. Por eso, si logramos incluir la aceptación por parte del público, no entraríamos en ese 20 % de infartados.

Foto: Tairy Gamboa
Recomendaciones

Los síntomas de la enfermedad cardiovascular pueden ser diferentes entre los hombres y las mujeres. Estos pueden incluir dolor de pecho (angina de pecho), falta de aire, dolor, entumecimiento, debilidad o frío en las piernas o los brazos si se estrechan los vasos sanguíneos de las partes en el cuerpo; dolor en el cuello, la mandíbula, la garganta, abdomen superior o en la espalda.

Se insiste en que muchas formas de enfermedades del corazón pueden ser prevenidas o tratadas manteniendo un estilo de vida saludable:

  1. Estar alertas con los fármacos provenientes de India y otros países. Se debe verificar que tengan el registro sanitario y la aprobación del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (Inhrr).
  2. Hay que comer sano, hacer ejercicio y promover una a salud cardiovascular sana.
  3. La OMS que mantiene la campaña Ama a tu corazón, aconseja reducir el consumo de sal, de alcohol y evitar el cigarrillo.
  4. También indica tomarse la presión arterial y los medicamentos para la hipertensión.

Este jueves, 29 de septiembre, está pautado un live en la cuenta de Instagram de la SVC. Hablarán sobre la influencia del estrés y las emociones en las enfermedades cardiovasculares. Participarán los cardiólogos Xiomara Chacón e Iván Mendoza


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