El cambio de las características del agua no tratada se puede dar por varías causas, según el ingeniero Cristian Puig. En Caracas, estos últimos meses el agua por tuberías ha estado llegando sucia, lo que perjudica aún más a los sectores donde el agua es racionada durante meses
Caracas. Pasó más de un mes para que el agua por tubería llegara a casa de Nancy. Días antes, ella y su familia se prepararon para lavar la ropa sucia acumulada en todo ese tiempo. Compraron un poquito de jabón en polvo y cloro, porque sabían que el agua estaba por llegar y no los podía tomar desprevenidos.
En el sector Julián Blanco, en el kilómetro 1 de la carretera Petare-Santa Lucia, el agua llega una vez al mes, en promedio, y suele durar pocos días.
Cuando uno va calculando que va a llegar el agua, uno tiene que comprar jabón y cloro. Y si en ese momento estás en crisis y no tienes los dos dólares del jabón no lavas ese día”.
Nancy Santafe vive en Julián Blanco desde que la memoria le permite recordar. Tiene 50 años de edad. Es conocida en la comunidad porque en su casa funciona un comedor social desde hace más de cuatro años.
En octubre de 2022 fue la última vez que los vecinos de esta comunidad recibieron agua. Esa vez llegó con residuos, color oscuro y olor. “Esa vez dejaron el agua siete días continuos” y durante los siete días llegó sucia.
“Esa agua llegó color tamarindo”, dijo.
Derecho al agua potable
El agua potable disponible para todos es un derecho humano, contemplado así por la Organización de Naciones Unidas (ONU). Pero, a pesar de ser fundamental, es un problema en múltiples países, sobre todo en los más pobres o en vías de desarrollo.
En Venezuela el acceso a agua por tubería es limitado desde hace al menos 15 años y ha sido un racionamiento progresivo que inició desde el interior del país hacia Caracas.
Ahora, otro problema es que llega con mal olor y color a las zonas que poco tienen el servicio.
Para que un agua sea considerada potable y pueda ser consumida por los humanos debe cumplir con las características de ser inolora, incolora e insípida. Esto es necesario debido a que el agua no potable es un foco de problemas y enfermedades.
“El agua no potable puede tener microorganismos, ya sea virus, bacterias, hongos o parásitos que pueden enfermar, pero también puede tener elementos como metales pesados, lo cual puede intoxicar a las personas”, explicó Manuel Figuera, presidente de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI).
Junto con el desarrollo de las vacunas y el aprender a cocinar los alimentos, el acceso constante y suficiente de agua potable es parte de las medidas más importantes que mejoró la calidad de vida de los humanos y que por lo tanto disminuyó la mortalidad en el mundo.
El consumo de agua contaminada con heces humanas aumenta el riesgo de infecciones virales, como rotavirus, norovirus, adenovirus y otros que producen infecciones intestinales o pueden ser fuente de infección por bacterias tipo salmonella, shigella, entre otras, o eventualmente parásitos como pueden ser amibiasis, giardiasis o distintos tipos de hongos”, añadió el médico infectólogo.
El chorrito de Antímano
En el sector La Bomba, del barrio La Colmena, en la parroquia Antímano, el servicio de agua potable también falla. Los vecinos no saben cuándo va a llegar ni cuándo lo van a cortar. La última vez que la recibieron fue la primera semana de noviembre de 2022, antes de eso tenían 20 días sin el servicio.
En la casa de Beatriz Torres se han enfermado con malestar general, fiebre y diarrea durante estos últimos meses. En su hogar viven siete personas, cinco son menores de edad y dos adultos. El último que presentó estos síntomas fue su hijo mayor, de 17 años de edad.
Cuando el dinero alcanza, en casa de Beatriz compran agua potable en el llenadero que está cerca de la casa y donde cobran en Bs. 5 el bidón de 19 litros. Cuando no hay dinero toca abastecerse en el chorrito. Todo sea para evitar el uso del agua por tubería que ha llegado en los últimos meses.
Solemos ir al llenadero a comprar al menos dos botellones para cocinar y beber agua”.
Son muchos los que hablan bien del agua del chorrito de La Bomba. “Es como una misericordia de Dios”, ante la falta del agua, dijo Orlando Gil, un habitante de la zona desde hace 64 años, los mismos años que tiene de vida. Orlando asegura que nunca se ha enfermado por consumo del agua de ese chorrito.
El agua del chorrito a simple vista es clara, sin residuos y “un poquito salada”, así la describen los vecinos. El agua sale de una toma improvisada y desemboca en una quebrada que sí está contaminada por las aguas servidas de muchas de las casas del callejón.
Estos últimos tres meses, el agua ha llegado diferente en Caracas. Desde sectores de Petare, Antímano, 23 de Enero, Altagracia o La Vega se repite el mismo comentario “el agua llega amarilla” o “esa agua huele raro”, para referirse al color y al olor con el cual sale por tuberías.
Enfermedades en Petare
El hijo, de cinco años de edad, de Naiglys, tuvo fiebre y malestar general los primeros días de noviembre. Este ha sido el panorama reciente de al menos 10 niños y niñas más, beneficiarios del comedor que funciona en casa de Nancy, en el sector Julián Blanco de Petare. Muchas madres temen que estos malestares tengan relación con el agua.
En días recientes las vecinas han escuchado sobre casos sospechosos de fiebre tifoidea en la zona. El contagio de esta enfermedad se produce por el consumo de alimentos o agua contaminados.
Aunque oficialmente no se ha confirmado un caso en Julián Blanco, las organizaciones políticas han repartido volantes con información sobre qué es la fiebre tifoidea, qué la causa, sus síntomas, entre otros datos.
Hasta principios de noviembre de 2022 la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI) tenía información de al menos 20 presuntos casos de fiebre tifoidea.
La fiebre tifoidea es una enfermedad de denuncia obligatoria. Son las autoridades de salud quienes deben indicar la presencia de casos, el número de casos y cuál es la fuente en común. En distintos centros de salud privados de Caracas han llegado pacientes con fiebre y con clínicas muy características de fiebre tifoidea, y con cultivos positivos orientados hacia la posibilidad de que sea salmonella typhi”, explicó Figuera, presidente de la SVI.
Riesgo del consumo
El agua de lluvia ha servido en casa de Nancy para lavar ropa y limpiar la casa. Y el agua que recién llegó por tubería solo sirvió para bajar la poceta, porque a ella ni siquiera le sirvió para coletear porque el piso le “quedaba veteado”.
Para cocinar y beber utilizaron el agua que una organización no gubernamental dona a Nancy, gracias al comedor social que funciona en su casa. Sin embargo, esto no es igual para las 1875 familias aproximadamente que viven en el sector.
El consumo de agua no potable pone el riesgo a los grupos poblacionales que están a los extremos de la vida: los niños más pequeños y los adultos mayores, pero también a las personas con múltiples afectaciones de salud o que tengan inmunosupresión.
“Por ejemplo: el rotavirus es una infección que ocurre principalmente a nivel pediátrico y que puede causar la muerte en niños menores de un año por vómitos, diarrea y deshidratación secundaria. No tener disponible esta vacuna aumenta el riesgo de transmisión de enfermedades y muerte. Así que no solo garantizar agua potable es fundamental sino también vacunar a la población de riesgo en contra de estas enfermedades”, añadió Figuera.
Por qué llega sucia
La respuesta sobre por qué el agua llega con olor, color y sabor por tuberías solo puede darla el proveedor de agua: Hidrocapital, una empresa estatal. Sin embargo, Cristian Puig, ingeniero de materiales, egresado de la Universidad Simón Bolívar, en donde también es profesor, puede señalar algunas hipótesis al respecto.
Puig explicó que los sistemas de potabilización de aguas superficiales como las que surten a Caracas, constan de dos grandes procesos: clarificación y desinfección.
El primero tiene como objetivo eliminar la turbidez y el segundo, desinfectar y añadir un pequeño exceso de cloro (cloro libre residual), que acompaña y protege el agua desde que sale de la planta, a través de los sistemas de distribución, hasta los tanques y finalmente los grifos.
La importancia de disponer de agua potable
Es importante que la preparación de los alimentos sea con agua potable, sobre todo la comida para niños y que, incluso, así sea preparada con agua embotellada, también es recomendable que esta sea previamente hervida.
“Cuando uno duda de la calidad del agua no solo hay que filtrarla sino que también hay que eventualmente hervirla o agregarle cloro, Esta agua como está llegando con muchos sedimentos debe ser filtrada y a veces requieren hasta tres o cuatro filtros para buscar tener un agua de mayor calidad”, añadió Figuera.
Adicionalmente, desde el punto de vista de prevención, la higiene de las manos es “extremadamente importante”, reiteró Figuera.
Lavarse las manos después de:
- Ir al baño
- Botar basura
- Cambiar pañales de niños o adultos
- Tocar animales
- Antes de la preparación de alimentos
- Antes y después manipular alimentos crudos
- Antes de comer
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