Desde el 1° de septiembre grupos de obreros trabajan en el mantenimiento de las estaciones del Metro de Caracas. Sin embargo, el orine y el excremento humano siguen presentes, sobre todo en los espacios de Plaza Venezuela.

Caracas. Un vistazo hacia un lado, luego hacia otro. Sin moros en la costa. Fue muy fácil para un hombre –de estatura promedio y de mediana edad– usar un rincón de la estación Plaza Venezuela, del Metro de Caracas, para hacer una necesidad fisiológica sin temor a una sanción de las autoridades.

A eso de las 11:00 a. m. del miércoles, 7 de septiembre, este hombre caminaba por el pasillo de la estación que conduce hacia las salidas del bulevar de Sabana Grande y la torre La Previsora. Este último acceso, que permanece cerrado desde hace al menos tres años, fue el que él usó como baño público.

Foto: Luis Morillo

En esa área todavía quedaban rastros del agua que usaron los obreros, más temprano, para limpiar la zona donde este hombre infringió las normas del Metro de Caracas.

Esta misma escena se repite diariamente, dentro y fuera de las instalaciones de la estación Plaza Venezuela, una de las más grandes del sistema de transporte subterráneo de la ciudad. El 1° de septiembre, el mandatario Nicolás Maduro aprobó un proyecto de recuperación denominado “Metro ¡Se Mueve Contigo!”, para el que se asignaron tan solo 150 millones de dólares y más de 16 millones de euros para los rieles.

Comercios dentro de la estación

Cuando el hombre se ocultó en la oscuridad de la salida hacia La Previsora, por el pasillo transitaban otros usuarios. A pocos metros está la hilera de comercios que funcionan dentro de Plaza Venezuela.

En uno de esos locales estaba “Alejo” Alarcón quien vende camisetas deportivas desde hace casi 40 años, el mismo tiempo de funcionamiento del Metro de Caracas, fundado en 1983.

Hasta hace unas semanas el olor era insoportable, a pesar de que limpiábamos todos los días. Aún así, seguíamos trabajando.

El local de “Alejo” tiene su propio aire acondicionado. Eso y los palitos de incienso, que encendían él y otros comerciantes, fungieron como solución para lograr trabajar y así atenuar el intenso olor a desechos humanos que, pese a la limpieza se percibe.

Los comerciantes de esta área de Plaza Venezuela han visto últimamente mayor énfasis en el aseo de la estación, específicamente del pasillo donde están ubicados.

Foto: Luis Morillo

Los trabajadores también han escuchado que van a enrejar el área que conduce a las salidas clausuradas para evitar que los usuarios los usen como baño público. Lo que puede significar que estas salidas no van a volver a funcionar de manera permanente.

Los comerciantes presumen que el cierre se debe a “la falta de personal”, que también ocurre en la mayoría de las estaciones del Metro, en las que no todos los accesos están abiertos. Mientras, en las casetas de información, se observan pocos operadores.

La Torre Lincoln y el andén de la línea 2

La salida de Plaza Venezuela hacia la Torre Lincoln también huele mal. Esta es de las más cercanas a la parte interna de la estación, por lo que el olor es perceptible desde mucho antes de acercarse a las escaleras. Una cinta amarilla recuerda a los usuarios que esa salida está clausurada.

Del lado de la calle, en la salida hacia la torre Lincoln, el orine y excremento humano es visible, no solo en los espacios “verdes” de la infraestructura, también en las escaleras y a un costado de la santamaría.

Salida de Plaza Venezuela hacia la Torre Lincoln.| Foto: Luis Morillo

En pocos minutos, esta vez por la parte de afuera, otro hombre caminó hasta el final de las escaleras, se bajó el cierre del pantalón y orinó en una esquina entre la pared y la santamaría.

“Un hombre se metió por allá abajo”, le dijo Alfredo y María, una pareja que esperaba en el andén de Plaza Venezuela que lleva hacia la línea 2.

Era un hombre, vestido de negro, sin ninguna identificación que lo acreditara como empleado del Metro, que entró hacia el túnel y bajó unas escaleras.

Un minuto después, este mismo hombre regresó al andén mientras se arreglaba el pantalón y la franela. “Seguro estaba orinando”, comentó María.

Esto ocurrió a la vista de todos los usuarios que estaban del lado izquierdo del andén a media mañana, el 7 de septiembre, mientras Crónica.Uno hacía un nuevo recorrido por el sistema.

La limpieza del Plan Metro

Desde el 1° de septiembre de 2022 el plan “Metro ¡Se Mueve Contigo!” intenta entusiasmar a los usuarios con una presunta recuperación del sistema. No es la primera vez que el Ejecutivo anuncia algo así, la anterior fue dentro del Plan Caracas Patriota, Bella y Segura.

Foto: Luis Morillo

La reiterada limpieza que ha visto “Alejo” en Plaza Venezuela tiene que ver con este nuevo proyecto.

Lo mismo ocurre en el resto de estaciones de la línea 1 y también en las 2 y 3, en las que los usuarios han visto a grupos de obreros que hacen trabajos de limpieza. Pero esto no parece ser suficiente para mejorar el servicio.

Los trenes siguen con demoras para llegar. En el andén de transferencia hacía la línea 2 un tren tardó 40 minutos en llegar durante la mañana del miércoles, 7 de septiembre. Y cuando arribó estaba sucio, tan sucio que los vidrios de las ventanas estaban empañados de mugre, al igual que todo el exterior del tren.

A más de siete días del plan de recuperación del Metro los trenes siguen sucios.| Foto: Luis Morillo

El andén de la estación Capuchinos luce aún con las paredes rayadas y los pisos llenos de humedad, además de la mugre esparcida por todo el espacio. En contraste, en la planta alta había una cuadrilla de obreros que limpiaban, identificados con franelas rojas.

El equipo de Crónica.Uno intentó conversar con uno de los encargados del plan quien daba instrucciones a este grupo de obreros durante la mañana del 7 de septiembre. No obstante, una de las personas que lo acompañaba aseguró que el funcionario no estaba disponible para dar entrevistas.

Del otro lado de la acera

No tenemos confianza en ese plan anunciado, expresó Jesús Hernández, trabajador jubilado del Metro de Caracas y cofundador de la organización civil Metro Comunidad, en referencia al reciente anuncio de Maduro sobre el proyecto de recuperación del sistema.

Los padrinazgos no son nada nuevo, según Hernández. Esto lo menciona debido a que durante la presentación del plan Maduro nombró a la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, como “madrina del Metro”. Ese tipo de nombramientos datan del año 2017, durante la presidencia del general César Vega, añadió.

Foto: Luis Morillo

El actual presidente del Metro de Caracas, Juan Carlos Du Boulay, es otro militar, recientemente nombrado en el cargo. El anterior, otro oficial castrense, era Graciliano Ruiz Gamboa.

De qué se pueden ocupar funcionarios que no saben nada del sistema, cuestionó Hernández, con respecto a la decisión de imponer militares en la gerencia del Metro de Caracas y de nombrar padrinos a funcionarios públicos, como Rodríguez, quien además es ministra de Finanzas.

Solo se pueden ocupar del maquillaje: pintar, arreglar las santamarías en los accesos a las estaciones, cambiar bombillos, entre otras cosas. Eso se agradece, pero en estaciones, con alto tránsito de usuarios, con trenes con fallas, esa no es la solución.

El plan Metro se mueve contigo también incluye la seguridad en las estaciones. Según el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Remigios Ceballos, hay un despliegue de al menos 1000 funcionarios en todas las áreas del sistema.

El Metro de Caracas tiene 49 estaciones, lo que equivale a al menos 20 funcionarios por estación.

Foto: Luis Morillo

Seguimos recibiendo denuncias de falta de presencia policial. Sigue habiendo presencia de vendedores y pedigüeños en los trenes. Quizás no en la misma cantidad, pero sigue habiendo. Ahora lo que hacen es que guardan la mercancía en bolsos para tratar de pasar desapercibidos, denunció Hernández.

El miércoles, 7 de septiembre, en la estación Plaza Venezuela se observó presencia de unos cinco funcionarios policiales. En otras estaciones, como Ciudad Universitaria, solo había presencia de dos funcionarios, en Capuchinos, no había, al menos en las partes internas.

Veo el sistema cada día más paupérrimo, fue la opinión de Luis González, usuario del Metro de Caracas sobre si recientemente había notado algún cambio positivo en el medio de transporte.

Para que haya un buen servicio debe haber un trabajo de recuperación completo, con compromiso y responsabilidad moral, añadió.

Sobre los 150 millones de dólares

150 millones de dólares pareciera ser una gran cantidad, pero para un sistema de transporte subterráneo puede resultar insuficiente. “Eso parece una curita”, ironizó Hernández, quien considera que esa cantidad no alcanzará para recuperar, por ejemplo:

  • Sistemas de electrificación de tracción y de las estaciones.
  • Sistemas de refrigeración.
  • Sistema de señalización y control de trenes.
  • Sistema de pilotaje automático.
  • Escaleras mecánicas.
  • Sistemas de ventilación de emergencia.
  • Sistema de detección y extinción de incendios.
  • Sistema de vigilancia y seguridad.
  • Recuperación de vehículos biviales de servicio, entre otros aspectos.
Foto: Luis Morillo

Los 16 millones de euros para los rieles tampoco parecen ser suficientes. Las vías férreas no están compuestas solo de rieles y no se aclaró la cantidad de rieles necesarios, porque las tres líneas y los dos patios necesitan una intervención urgente en sus vías férreas, explicó Hernández.

Eduardo Yánez, director general del Grupo Riel y asesor ferroviario, explicó que para cambiar todos los rieles del sistema hacen falta al menos 12.525,55 toneladas de rieles y 12.499 kits de soldadura aluminotérmica. De acuerdo con Metro Comunidad, toda esa cantidad de material cuesta más de 16 millones de euros.

Los datos de Metro Comunidad advierten sobre entre uno y tres descarrilamientos quincenales dentro del sistema debido al mal estado de las vías.


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