Gasolina a precio subsidiado desapareció de las estaciones de servicio de San Cristóbal

gasolina subsidiada

Para los conductores tachirenses surtirse de gasolina subsidiada se ha vuelto una quimera. Llenar el tanque en Táchira cuesta una millonada, en virtud que desde el pasado 17 de noviembre no hay despacho del carburante a precio subsidiado, sino a medio dólar por litro, lo que hace cuesta arriba mantener un carro rodando en las calles de la entidad andina.

San Cristóbal. Dos semanas sin despacho de gasolina subsidiada tienen los tachirenses. Mientras que en otras regiones del país los conductores pueden abastecerse de combustible subsidiado, aunque con dificultad, en el Táchira solo hay disponibilidad a precio internacional. 

La situación golpea los bolsillos de los conductores andinos, ya que no todos tienen la posibilidad de llenar los tanques de sus vehículos, o al menos una parte, debido al alto costo que representa. Quienes no tienen acceso a divisas, deben comprar con bolívares pesos o dólares para pagar en las estaciones de servicio. 

Y es que abastecerse de gasolina en el Táchira nunca ha sido tarea fácil, pues las autoridades locales crean sus propias reglas que, por lo general, difieren de las medidas aplicadas en todo el país. Mientras que el abastecimiento subsidiado en las diversas regiones del país se realizaba por el terminal de placa, en el estado fronterizo se desarrollaba con terminal de TAG y placa y solo en semana de flexibilización. 

Desde el pasado martes 17 de noviembre no hay despacho de gasolina subsidiada, pero sí a precio internacional. Si bien muchos conductores hacen sus colas en las bombas asignadas, otros no pueden pagar el dinero que implica llenar un tanque con 40 litros a 1750 pesos colombianos cada litro. 

El alza del dólar ha puesto cuesta arriba la compra de pesos para los tachirenses, lo que dificulta aún más el acceso a la gasolina preferencial. Por ejemplo, 40 litros de gasolina internacional equivalen a 58.000 pesos, poco más de 20 millones de bolívares al cambio actual.

“Un jubilado no puede acceder a la gasolina aquí. Ni cinco litros de gasolina. Nos toca parar los carros y esperar que vendan de la subsidiada, porque si se tienen esos pesos, yo prefiero gastarlos en comida y medicinas”, dijo Blas Ochoa, a quien según el cronograma oficial le toca abastecer los días martes, pero desde el pasado 17 no ha podido hacerlo por la suspensión del despacho subsidiado.

Teníamos más de un mes sin echar, pagando gasolina a bachaqueros y justo el día que nos toca, nos dejan sin poder echar. Lo que más molesta es que no avisaron el día antes o en la madrugada. Al menos así uno no madrugaba y salía de la casa a riesgo de que lo roben a uno”, añadió Ochoa.

Plan de contingencia 

En lo que concierne a los encargados de la mesa de combustible, la información suministrada indicaba que “a pesar de las consecuencias propias del bloqueo criminal impuesto por el gobierno norteamericano …y que dificulta atender a toda la flota vehicular debido a la distribución de la producción de combustible en nuestro país…entra en vigencia el suministro a través de Planes de Contingencia”. 

Alexandra Marín, quien a duras penas pudo echar 10 litros, lamenta que esos 17.000 pesos no hayan servido para comprar comida. 

Con eso compro casi seis kilos de harina, también sirven para un kilo de leche o casi dos kilos de carne. Es injusto que no tengamos alternativas para comprar gasolina. No todos tenemos salarios o ingresos en pesos o dólares para estar sacando ese dineral. Solo fueron diez litros. Tampoco es mucha la gasolina que se compra”, dice.

Usuarios esperan que esta semana de flexibilización inicie nuevamente el despacho de gasolina a precio subsidiado.


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