Génesis Rivera tuvo su “revancha” con Caribeñas y ya piensa en la AmeriCup

La basquetera de 26 años volvió por la puerta grande al tabloncillo tras una lesión en la rodilla derecha, que la sacó varios meses de acción. La caraqueña recuerda como “una experiencia inolvidable” su paso por el circuito universitario de EE. UU.

Caracas. Génesis Rivera tuvo su “revancha” en la temporada 2022 de la Superliga Femenina de Baloncesto al coronarse campeona con Caribeñas de Caracas.

La caraqueña de 26 años sufrió una lesión de ligamentos en la rodilla derecha en 2021, que la sacó de la parte final del torneo y ponía en entredicho su participación en el campeonato de este año. Finalmente, Rivera se recuperó y cerró la temporada a todo tren con una jornada de 31 puntos y 16 rebotes en el último de la final contra Cayenas de Carabobo.

“El título fue muy especial, tomando en cuenta lo de la lesión del año pasado. Fue un proceso largo de recuperación y me vi un poquito forzada a jugar antes con el equipo. Nos mantuvimos unidas, confiamos en cada una y batallamos a pesar de las dificultades”, señala la ala pivot al explicar el cetro de las capitalinas.

Según Rivera, la segunda edición de la Superliga fue exitosa, aunque todavía hay aspectos por mejorar: “Es un gran paso que la liga continúe. Hay varios equipos que mantienen deudas con las jugadoras, pero esos problemas se solventan. Se ve el interés. Hay ganas de que esto siga y esa es la idea”, resaltó.

Tercera venezolana en la NCAA

Rivera recuerda que eligió el baloncesto por ser “la disciplina que más se le dio”. También le gustaba el softbol, pero no había muchos equipos en la rama femenina y un regalo terminó de inclinar la balanza hacia el llamado Deporte de los Gigantes.

“Mi mamá me había regalado un balón de baloncesto en uno de mis cumpleaños anteriores. Yo nunca lo usé y, cuando empecé a usarlo, el baloncesto me atrapó de una vez”, admite.

Mis inicios fueron con el masculino porque no se practicaba mucho baloncesto femenino y entonces más que todo jugaba ‘caimaneras’ con hombres en la casa y equipos masculinos hasta que llegué al liceo Caracas porque incluso en el Gustavo Herrera, que fue donde me gradué de bachiller, todavía no había baloncesto femenino”, agregó.

Prensa Superliga Femenina de Baloncesto

La nativa de Petare se dio cuenta de que podía dedicarse al básquet alrededor de los 14-15 años y su talento le permitió llegar a la selección venezolana y además conseguir una beca en Estados Unidos con la Universidad de Massachusetts, que le valió convertirse en la tercera criolla en jugar en el prestigioso circuito universitario de la NCAA. Allí vivió “una experiencia inolvidable que marcó su vida”, según sus palabras.

Ya se prepara para volver a la selección

En Estados Unidos, Rivera se graduó de periodista en 2019 y fuera del tabloncillo afirma que le gusta “contar y plasmar historias”. De hecho tiene su propio sitio web, donde crea contenidos e incluso dice sentirse atraída por la fotografía.

Las fiestas decembrinas las toma con normalidad, aunque valora poder pasar tiempo con su familia, en especial con su esposo, con quien reside desde hace un año en la ciudad de Valencia, estado Carabobo.

Al proyectar lo que viene en 2023 en su carrera, Rivera ya piensa en la AmeriCup, donde Venezuela se clasificó al finalizar cuarta en el Suramericano celebrado en San Luis, Argentina y tampoco descarta volver a jugar en el extranjero “pero en buenos términos, eso sí”.

La AmeriCup es un torneo importante en el que ya tengo la mira puesta. Una ya empieza a prepararse y a trabajar por esa meta. Soy partidaria de que el trabajo es lo que abre puertas y hay que seguir trabajando para las competencias con la selección que son muy importantes para mi. Siempre quiero dar el 100 % porque es una bendición poder representar al país”.

“La selección tiene una buena base. Agregar al grupo que fue al Suramericano a Roselis Silva y a mi persona le dará un poco más de profundidad al roster y eso va a ser muy interesante porque el combinado no juega completo desde hace años”, concluyó.

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