En enero de 2020 Econométrica estimó que el tamaño de la liquidez monetaria como efectivo en manos del público era de 7,5 %. Para que en un país no haya escasez el porcentaje debería estar alrededor de 12 %. Pero dos años más tarde esta cifra sigue por debajo, exactamente a la mitad de lo que establecen las reglas económicas.
Caracas. El uso del dólar alivió la tortura de pagar bienes y servicios con bolívares en efectivo que escasean desde hace años. La población encontró formas en el camino, como trueques u ofertas en efectivo en vez de puntos para obtener billetes. Hoy la mayoría paga en divisas, pero los bolívares siguen siendo necesarios para cancelar pequeños servicios como los de transporte urbano, que siguen sin alcanzar la digitalización.
El analista financiero y director de Econométrica, Henkel García, en conversación con Crónica.Uno explica los desafíos que siguen enfrentando los medios de pago, la escasez crónica de bolívares en efectivo y lo lejano que luce una economía completamente digital.
En enero de 2020 Econométrica estimó que el tamaño de la liquidez monetaria como efectivo en manos del público era de 7,5 %. Para que en un país no haya escasez el porcentaje debería estar alrededor de 12 %. Pero dos años más tarde esta cifra sigue por debajo, exactamente a la mitad de lo que establecen las reglas económicas.
Henkel García calcula que la liquidez monetaria, que se refiere a todos los bolívares en circulación, ya sean electrónicos o en físico, equivalen a algo cercano a $800 millones, pero lo que existe en efectivo es cerca al equivalente de $45 millones. El efectivo en manos del público es apenas de 5,6 % en enero de 2022.
—¿Con la contracción de la liquidez monetaria podría darse una crisis en los medios de pago, puesto que todavía el bolívar es necesario para pagar transporte?
— La data que estamos viendo de liquidez tiene al menos dos semanas de retraso, si hubiese un efecto sobre dificultades en el pago de transporte –que siempre las hay porque no hemos tenido una abundancia de efectivo en los últimos años– realmente no ha sido de gran impacto, pues ya esas consecuencias las hubiésemos visto y no ha pasado a mayores; dicho esto, sí pareciera que hay la necesidad de bolívares por el pago de impuestos. Hay una escasez relativa más aguda de bolívares y eso está trayendo problemas para la gente que necesita bolívares para hacer determinados pagos, eso está allí, no hay que negarlo. También es una señal que pudiese expandir la masa monetaria sin mayores efectos en los precios en el tipo de cambio.
Si agarras todo el efectivo que hay en Venezuela, eso equivale a $45 millones, sigue siendo una cifra muy, muy pequeña, porque la masa monetaria de bolívares es pequeña”.
—A cuatro meses de la nueva reconversión es casi imposible cruzarse con los billetes nuevos, ¿a qué cree que se deba? ¿Qué debería hacer el BCV?
—Hasta que eso no empiece a recuperarse de manera franca van a ser escasos (los bolívares) y pudiesen ser hasta útiles en algún momento. Esto en medio de que el venezolano en general repudia el bolívar, no los quiere, pero aún así con ese nivel de rechazo creo que pudiese tener algo de funcionalidad en este momento. Para solucionar eso hay que imprimir más billetes, sobre todo, si ya estamos en un ambiente de cierta estabilidad en el tipo de cambio, allí sí valdría la pena sacar unos billetes que tengan algún grado de seguridad.
No sé si esto está entre los planes del Banco Central de Venezuela, lo que sí me queda claro es que sí hace falta desde hace tiempísimo. Llevamos años con escasez de efectivo, creo que ya es momento de adecuar la cantidad de efectivo, que debería ir a la par con la recuperación del uso del bolívar, pero retomar la confianza en el bolívar será un proceso lento. Ojalá empecemos a adecuar y a poner los niveles de efectivo que sean funcionales para la gente.
—¿Esta contracción en la liquidez cree que se deba a un menor gasto del gobierno u existe otro impulsor de este resultado?
— La contracción se debe prácticamente a la disminución de la base monetaria, –y en estos meses de febrero y marzo– es algo sensato esperar que se contraiga la base porque hay pago de impuestos. El pago de impuestos necesariamente se hace con base monetaria, esa contracción de base me deja ver que es por el pago de impuesto sobre la renta en su mayor parte, no en la totalidad.
—¿A quién beneficia la disminución de la liquidez monetaria?
— Creo que en este punto a nadie. Nosotros deberíamos ir hacia todo lo contrario, a que empecemos a ver expansión de masa monetaria, tanto en términos reales como su equivalente en dólares. Esa expansión monetaria se logra principalmente por la expansión del crédito bancario, así pasa en cualquier parte del mundo y creo que ese proceso pareciera que comenzó o que hay mayor disposición del Ejecutivo que parece considerar que es el momento apropiado para ir expandiendo el crédito bancario. Cuando el crédito bancario empiece a aparecer, la masa monetaria en el país también va a crecer.
El 2 de febrero el gobierno de Nicolás Maduro rebajó el encaje legal a 73 %, antes de la medida este se mantenía en 85 % desde enero de 2021. Especialistas consideran que fue una decisión acertada, pero que aún el encaje se mantiene muy elevado, pues el histórico del país era un encaje de 25 %.
—¿Vamos a un país sin efectivo, son suficientes los medios de pago actuales?
— No veo un país sin efectivo y sobre todo si no hay ninguna alternativa. Está lo del bolívar digital, que quedó en proyecto, porque lo lanzaron, de hecho fue el nombre de la moneda en esta última reconversión, pero no hay ninguna iniciativa clara de ese bolívar digital, que sería como la sustitución del efectivo en el sistema monetario. Entonces, yo sí creo que vamos a tener el efectivo por un buen tiempo, además que la gente adopte un sistema de este tipo es lento también. Ni en Suecia que es un país avanzado al respecto se ha logrado una sociedad completamente sin efectivo, eso por ahora suena más a utopía que a realidad y más con las limitaciones que tenemos en Venezuela.
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