Mercado interno de gasolina depende de la importación de componentes desde EE UU

Los problemas de refinación que enfrenta la industria petrolera nacional obligan a Pdvsa a comprar insumos a Estados Unidos, para la gasolina que produce para el mercado venezolano. Aunque podría buscar otros proveedores, los costos se encarecerían enormemente.

Caracas. Aunque Estados Unidos aún juega la carta de las sanciones individuales, la posibilidad de que el presidente Donald Trump aplique sanciones económicas a Venezuela, y especialmente a Pdvsa, sigue generando preocupaciones.

Uno de los aspectos que inquieta son las limitaciones que tendría el país para importar y más cuando adquiere componentes indispensables para procesar combustible.

En Venezuela, las refinerías tienen problemas técnicos, de manera que el mercado interno de gasolina depende en más de 90 % de las importaciones que se hacen desde Estados Unidos.

El secretario general del sindicato de Trabajadores Petroleros y Gasíferos del estado Falcón, Iván Freites, explicó que actualmente el Complejo Refinador Paraguaná opera a menos de 50 % de su capacidad, que es 955.000 barriles diarios.

Amuay produce 280.000 barriles diarios de petróleo, cifra equivalente a 44 % de su capacidad instalada que es de 640.000 barriles diarios; mientras que Cardón produce 50.000 barriles, lo que equivale a 33 % de su capacidad instalada para 310.000 barriles diarios, según las últimas cifras publicadas por Reuters.

La producción de gasolina está afectada porque hay unidades que no están funcionando totalmente, por tal motivo, no se puede atender la demanda, apuntó Freites.

A los problemas que enfrentan Amuay y Cardón, se suman que la refinería de Puerto La Cruz hoy día tiene fallas con la planta catalítica, lo que eleva las necesidades de importar.

Desde 2015 no se tienen cifras oficiales del consumo de gasolina en el merccado venezolano, pero diversas firmas estiman que el mercado interno de combustible está en 450.000 barriles, lo que incluye diesel de plantas eléctricas, gasolina para carros, gasoil para transporte público y plantas eléctricas y lubicantes.

Sin insumo no hay mezclas

La dependencia se refleja cuando en el primer trimestre del año, 65 % de las compras externas del sector público correspondieron a las adquisiciones de la industria petrolera, revelan datos de Ecoanalítica.

Venezuela ha importado gasolina terminada por 1,2 millones de barriles para ser colocada directamente en el mercado interno, pero de las compras a EE UU lo más importante son las de insumos para su procesamiento.

El deterioro de las refinerías venezolanas ha tenido como consecuencia que el octanaje del combustible que se produce en ellas sea demasiado bajo, por lo que hay que agregarle componentes que se importan desde la nación norteamericana.

Venezuela importa de Estados Unidos Natural gasoil —al que se le agregan componentes para venderlo en el mercado interno—, gasolina virgen, jet full, entre otros.

Al cierre del primer trimestre de 2017, Pdvsa compró en productos 85.000 barriles diarios que se desagregan en: 3000 barriles diarios de LPG, 39.000 barriles diarios de productos no terminados —fundamentalmente gasolina sin terminar—; 14.000 barriles diarios de gasolina terminada para motor, 6000 barrriles diarios de mezcla de componentes para gasolina; 6000 barriles diarios de MTB —producto que anteriormente exportaba la petrolera estatal—; 9000 barriles diarios de Fuel Oil y 8000 barriles diarios de lubricantes.

Esta cifra ha ido en aumento en los últimos meses, pues Pdvsa ha seguido emitiendo “tenders” (órdenes de compra o demanda) para todo tipo de productos terminados o semiterminados, como por ejemplo nafta catalítica, domestic suite crude, WTI y DSW —estos últimos para mezclarlos con el crudo pesado de la faja.

Analistas han señalado que Venezuela podría cambiar de proveedores o acudir a India o a Rusia para atender esa demanda, sin embargo, lo cierto es que tanto Lukoil (rusa) como Reliance (India) atienden los pedidos de Pdvsa desde sus filiales en EE UU.

Difícil cambiar de clientes

En cuanto a las exportaciones venezolanas, si bien el Gobierno ha considerado la opción de buscar nuevos clientes frente a la posibilidad de un embargo petrolero, esto no es tan sencillo, no solo por volúmenes sino porque cambiar la dieta de las refinerías no es cosa fácil, aseguran fuentes del mercado de hidrocarburos.

No hay que olvidar que en promedio Venezuela exporta a EE UU unos 750.000 barriles diarios, de los que 70.000 corresponde a productos terminados y 695.000 crudo.

Esos 695.000 diarios van a empresas de refinación norteamericanas que ya están adecuadas para recibir el crudo venezolano que tiene características específicas, explican fuentes del sector, quienes agregan que cambiar de proveedor no es sencillo, ni económico. Empresas refinadoras, de manera independiente y por separado, comenzaron, desde el mismo momento en que se anunciaron posibles sanciones, a hacer lobby para evitar que estas se materialicen.

Además de Citgo, que importa 196.000 barriles diarios de crudo de Pdvsa, las refinerías en EE UU que compran petróleo venezolano son Valero (179.000 barriles diarios), Chevron (104.000 barriles diarios), Phillips 66 (97.000 barriles diarios) y otras más que reciben menos de 60.000 barriles diarios.

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