Mueren 15 pacientes en Hospital Adolfo Pons de Maracaibo por falta de medicamentos

El Colegio de Médicos del estado Zulia denunció que la falta de antibióticos y otros insumos fue la causa de los decesos. La directiva del colegio adelantó que se están asesorando con la comisión de Derechos Humanos de la entidad para introducir una denuncia al Ministerio Publico contra este centro asistencial.

Maracaibo. La “desgracia” se instaló en el hospital Adolfo Pons. En la guardia del fin de semana del 26 y 27 de mayo murieron 15 pacientes por falta de medicamentos, sin embargo, el personal médico insiste en que la directiva del centro, a cargo de la doctora Tania Mesa, pretende “esconder la realidad”.

Al Gobierno no le importa la vida de los pacientes, sino mantener en secreto lo que aquí adentro ocurre, gritó Andrea Carvajal, familiar de un paciente del hospital ubicado al norte de Maracaibo.

Dianela Parra, presidenta del Colegio de Médicos del estado Zulia, confirmó la versión. Lamentó la “negligencia” del Ejecutivo frente a la crisis que atraviesa la salud en el país. Asimismo, reveló que durante una reunión que sostuvo con médicos y residentes de varios centros asistenciales de la ciudad, un residente del Adolfo Pons confesó lo ocurrido:

Nos informaron el deceso de 15 pacientes en una sola noche en el servicio de medicina interna del Pons. Dentro de los casos había pacientes con procesos sépticos infecciosos en la sangre y por no tener posibilidades de hacerles un tratamiento adecuado con antibióticos, fallecieron.

Una fuente interna del hospital informó que las presuntas causas de muerte son, en su mayoría, por septicemia. También hubo infartados y con otras complicaciones infecciosas, lo cierto es que todo se atribuye a la falta de medicamentos, aquí ya no hay mucho para hacer por más que uno quiera salvar una vida.

Peligro

Residentes del Hospital —que prefirieron no identificarse por miedo a represalias— comentaron que desde el despacho que dirige Mesa los amenazaron con despedirlos si sacaban a la luz pública lo sucedido. Sin embargo, la presidenta del Colegio recalcó: En el gremio cada vez hay menos miedo de decir la verdad porque esta lucha es por los pacientes, no por nosotros.

Dijo que una comisión del Colegio está tratando de recuperar las historias de los pacientes fallecidos por falta de insumos para verificar los diagnósticos exactos. “Haremos una investigación en retrospectiva para confirmar la causa del fallecimiento. Es verdaderamente alarmante que un hospital tan pequeño esté arrojando esas cifras de mortalidad en una sola noche. Algo tiene  que estar pasado”.

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Lucha

Adentro del hospital, los pacientes luchan por autosalvar sus vidas, mientras que afuera los familiares lloran, rezan, gritan, piden y hasta roban para poder salvar a sus enfermos. Los médicos están del otro lado:

Trabajamos adivinando cómo reaccionará el paciente, aquí se salva al que no le toca morirse, confesó un médico residente.

“Es demasiado frustrante trabajar así”. De esta manera, Herman Urdaneta —como se identificó de manera ficticia el galeno— inició su relato de lo que ocurrió en la guardia del 27 de mayo cuando 15 pacientes perdieron la vida durante la noche, presuntamente por la falta de insumos. La guardia que inicio el viernes 26 de mayo a las 7 de la mañana y culminó el viernes a la misma hora es calificada por la unidad de Epidemiología del hospital como: “la más alarmante del año”.

Ese día hubo tanto trabajo y tantos muertos que perdimos la cuenta. Los pacientes se están muriendo porque aquí no hay nada, además ya vienen mal porque no cumplen el tratamiento en la casa porque tampoco consiguen las medicinas. Por eso aunque nos amenacen seguiremos resteados. Estamos cansados de esta situación, sentenció el residente del primer año de medicina.

Describió esa noche como “una locura”. Dijo que la gente gritaba casi al unísono: “Doctor salve a mi familiar, haga algo”, cuestión que para él resultó frustrante. La mayoría de las muertes de esa noche fueron por shock séptico. El medico explicó que muchos pacientes se complicaron por la falta de antibióticos. Tres murieron en el área de trauma shock con problemas de hipertensión arterial, que por falta de antihipertensivos terminaron con un ACV hemorrágico grave y no aguantaron. Una señora hipertensa y diabética también falleció por septicemia, desarrolló una infección urinaria y de piel y partes blandas. La lista continúa con pacientes infectados con VIH e insulinodependientes. Tampoco hay hipertensivos ni insulina en el centro asistencial.

El tratamiento para la sepsis inicia, según el protocolo médico, con un rescate hídrico. Pero el galeno aclaró que en el hospital no hay hidratación para realizar el procedimiento, por lo que la proliferación de septicemia es inminente. A este escenario se le suma que no hay personal de enfermería suficiente para cumplir los tratamientos. El personal de enfermería no da abasto, porque casi no hay, entonces colocamos al familiar como ayudante en emergencia: mirá, está pendiente cuando se acabe la solución y me avisáis.

Desespero

La mayoría de los familiares que llegan no tienen dinero para cumplir con las peticiones del personal médico, que incluyen desde inyectadoras hasta medicinas y exámenes médicos. A algunos, como Rosa, solo les queda rezar.

Ya no tengo dinero para comprar las medicinas, yo sé que mami se va a morir, le pido a Dios que la ayude porque no puedo hacer más nada.

Osmaira González ingresó a su hija, Yuliana Mora, de 34 años, con diabetes melitus tipo 1, el pasado viernes 26 de mayo. Ella fue la única que se salvó de esa noche. Pero la esperanza para la humilde familia oriunda de Isla de Toas, cada vez es menor. La trajimos para acá con una infección urinaria y como no había antibiótico ahora está entubada, al borde de la muerte.

La madre, entre lágrimas, narró: Esa noche yo le gritaba al doctor que la salvara, solamente tenía 30.000 bolívares y con eso no me alcanzaba para nada. Diariamente ella y su esposo gastan entre 50.000 y 80.000 bolívares para cumplir con los exámenes que le piden a Yuliana, pero mientras no consigan insulina, no mejorará. “Ahí la tenemos entubada, hasta que no le quiten los tubos no puedo decir que está bien”. Un frasco de insulina afuera del hospital vale 100.000 bolívares.

Revendedores

Los insumos que se venden en los alrededores del Hospital Adolfo Pons cuestan entre 50.000 y 150.000 bolívares. Todos tienen sello del Seguro Social. Herman Urdaneta denunció que las medicinas las sacan del hospital para revenderlas. “Las mafias que son de adentro las sacan y terminan revendiéndolas afuera. Aquí nada más revisan al personal médico y enfermería ¿y a los milicianos qué?”.

Entonces ¿qué hago yo con mi hija en un hospital donde no hay nada? Salí a buscar bicarbonato de sodio, porque a ella se le puso ácido todo el cuerpo, y tampoco encuentro. No consigo insulina, por eso me desespero porque veo como se está muriendo mi hija, que tiene un hijito especial y es madre soltera. Los padres de Yuliana hacen lo que sea para salvarla:

Mandé a quitarle la puerta a la casa para venderla. Le dije ahorita a mi esposo, vendéis hasta la nevera pero yo quiero salvar a mi hija porque no tengo más nada que vender.

Osmaira dijo que también venderá una puerta que le dio la Misión Barrio Nuevo, Barrio Tricolor a su hija como mejora de vivienda. La voy a quitar para venderla porque ya no tenemos de donde sacar. Yo lo que quiero es que mi hija se salve, que me ayuden por ella porque se me puede morir.

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Derechos Humanos

Daniela Guerra, directora general de la Comisión para los Derechos Humanos del estado Zulia (Codez), recalcó que existe una violación sistemática y grave del derecho a la salud en los centros médicos públicos del Zulia. Los hechos del día 27 de mayo demuestran la violación sistemática del derecho a la salud. La salud es un derecho que el estado venezolano está en la obligación de garantizar, sin embargo, por tratarse de un derecho que es parte de un grupo de derechos económicos, sociales y culturales, es un poco más difícil de determinar su exigibilidad.

Aseguró que, de unos años para acá, “hay una desmejora enorme no solo de infraestructura, del inventario y del ambiente de trabajo en los hospitales. También de inseguridad que genera una situación descontrolada”.

La posición del Codez es “invitar a los médicos a que se organicen y hacer denuncias más puntuales y peticiones directas a ministerios”. Recalcó que el Colegio de Médicos ha entablado “una buena comunicación con la secretaria de salud del Estado pero los resultados han sido muy lentos. Mientras tanto, en el último informe que sacó el Ministerio de Salud se habla de que la mortalidad infantil ha aumentado en 30 % desde el año 2015”.

Foto: Mariela Nava


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