Salvar del cierre definitivo un espacio icono de Barinas fue la meta de un grupo de barineses que se unió en pro del rescate del Museo Alberto Arvelo Torrealba, de ser un espacio en ruinas, hoy permite al público disfrutar de eventos culturales.
Barinas. El Museo Alberto Arvelo Torrealba, un icono de la ciudad de Barinas, estuvo cerca de cerrar sus puertas hace dos años, hasta que un grupo de barineses impulsó un movimiento que permitió su oportuna y rápida remodelación.
Antes de su remodelación, los espacios del museo lucían totalmente abandonados. Las imágenes de cientos de libros que se resguardaban en la biblioteca Luis Fadul Hernández, del parque Los Mangos, en medio de las filtraciones y la falta de consideración por parte de las autoridades a quienes les competía su resguardo, fueron un disparador para emprender el rescate del lugar.
Esperar un destino fatal para el Museo era preocupante. A través de las redes sociales comenzó a circular la convocatoria a una reunión con carácter de urgencia para quienes se quisieran sumar en su rescate. Marinela Araque, experta en patrimonio cultural, participó en esta campaña.
“El Museo ha tenido sus altos y bajos, desde que terminó la pandemia estaba en un estado de abandono total”, recuerda el cronista de la ciudad de Barinas, Alberto Pérez Larrarte.
La junta directiva, presidida por Guillermo Jiménez Leal quien se encontraba en Colombia, convocó a una reunión con el fin de entrar al Museo y evaluar los daños.
Nos reunimos y había un grupo como de milicianos armados, con unos cuchillos para amedrentarnos, que no nos permitieron entrar”, recuerda Mariano Medina, empresario barinés, muy vinculado a la historia de esta casa y en su proceso de reconstrucción.
Ante el amedrentamiento, la reunión se realizó en una vivienda frente al Museo. Allí surgió la propuesta de conformar una comisión encargada de gestionar su recuperación.
La comisión asesora, integrada por seis personas, entre ellas el director del Museo, Guillermo Jiménez Leal, además de Segundo Rojas Garrido, Mariano Medina Vargas, Aurora Díaz de Sánchez, Marco Tulio Villafañez y Pérez Larrarte, empezó a trabajar con algunas colaboraciones, en pro del rescate.
Historia familiar
“Esta casa tiene un valor para mi familia. El general Isidro Febres Cordero, presidente entonces del estado Barinas y Zamora (cuando así se llamaba) vivió aquí. Fue Gobernador en la época de Juan Vicente Gómez y de Cipriano Castro. Luego del derrocamiento de este último, lo nombran regente de este estado”, dice Mariano Medina.
Medina comentó que los trabajos de reparación, contratar obreros, la pintura, quién colaborara, fueron de hormiguita “Comenzamos por fuera para que la gente viera que estábamos recuperándola, que los reales no se estaban perdiendo”.
Para emprender el proyecto, se organizó una ternera, una gala musical en por la que desfilaron artistas barineses y con lo recaudado, cuentan, resolvieron problemas del agua, electricidad, repararon el techo, ventanas, se levantó una pared que se había caído sobre una casa vecina y se cambiaron los pisos.
Además de la reparación estructural, también se compró un lote de 112 sillas, 100 de ellas, adecuadas con asientos de cuero para adaptarlas al lugar. Gracias a esto, en cada evento de los jueves culturales, el público puede observar sentado cómodamente, expresa con esa sonrisa que siempre lo distingue, Mariano Medina.
Medina también ha colaborado con el rescate de otros espacios del caso histórico como la Plaza Páez de la entidad.
Mi segunda casa
Pedro Irazábal tiene 19 años laborando en el Museo Alberto Arvelo Torrealba, durante ese largo periplo ha conocido cinco gestiones.
Desde que entré en el Museo he conocido cinco gestiones, ahora lo coordina el señor Jiménez Leal, La última remodelación se hizo con el cronista Pérez Larrarte quien asumió hasta el 2015”, dijo.
A partir de ese año, pocos han sido los arreglos, gran parte se ha invertido en papelería y pintura, refiere Irazabal. Pese al cierre de la casa durante la pandemia de COVID-19, para resguardo del personal, se mantuvo laborando de manera constante.
El monte estaba tan alto que daba a la altura del techo, tanto en el jardín como en el patio central. Allí se vio el trabajo de Mariano (Medina) y de Carlos Villamizar. Éramos los tres, don Mariano llevando su camioneta al vertedero de basura, ¡tú te imaginas eso! Por medio de él es que este Museo abrió nuevamente sus puertas”.
Irazabal rememora el trabajo de reparación, de sacar una terracota y colocar otra. La reciente compra de una bomba para arreglar el sistema de agua. La presentación de una “especie de memoria y cuenta que hizo don Mariano”.
Irazábal al igual que muchos barineses, sintió el temor de ver cerradas las puertas del Museo.
“Fue triste ver esa realidad, esta es mi segunda casa, tengo la confianza de Mariano, de Jiménez Leal”. indicó Irazabal para quien no hay sábado o domingo, ni horario cuando se trata de ayudar a recuperar el Museo..
El Museo recibe aportes de la Gobernación del estado Barinas y de la Alcaldía del Municipio Barinas. Sin embargo, el apoyo por parte de amigos y allegados siempre ha sido de enorme importancia para mantener vigente estos espacios.
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