Pensión Guánchez una joya arquitectónica de Macuto que sucumbe ante el olvido gubernamental

Pensión Guánchez

Construida en tiempos de Joaquín Crespo, la Pensión Guánchez muestra las grietas del abandono desde que resistió el desbordamiento del río La Veguita en 1999. Desde hace una década, parte de sus espacios son utilizados por una feria andina de verduras, hortalizas y frutas.

La Guaira.- Uno de los monumentos patrimoniales del Litoral Central que resiste el olvido oficial y que además sobreviviera al deslave de 1999, es la Pensión Guánchez, en Macuto.

Desde la tragedia de fin de milenio, se ha acentuado el deterioro de sus columnas, paredes, pasillos y escaleras, mientras otros espacios de su infraestructura han sucumbido como guaridas de delincuentes y personas en situación de indigencia.

Para aumentar la molestia de los macuteños y defensores del legado cultural en la región, desde hace 10 años el estacionamiento de tierra de la pensión se convirtió en un mercado de hortalizas, verduras y frutas de emprendedores andinos.

Aunque no todos los vecinos estuvimos de acuerdo, el Consejo Comunal (La Guzmania) les dio el permiso a los comerciantes y allí se mantienen”, indicó Loren Macedo, quien habita en una vivienda contigua al inmueble, ubicado en una esquina de la avenida Álamo, en las cercanías del río La Veguita.

El 15 y 16 de diciembre de 1999, dicha cuenca fluvial arrastró rocas, lodo, vehículos y casas. El caudal de sus aguas alcanzó la pensión y a la Iglesia San Bartolomé de Macuto, la cual fue rehabilitada dos años después, gracias a la contribución de la Unión Europea y El Vaticano, respectivamente.

De acuerdo con un informe técnico emitido para la época por los Bomberos de La Guaira, se indicó que las bases de la pensión sufrieron daños, aunque no se hayan desplomado. Similares afectaciones e incluso con mayores huellas destructivas, se detectaron en las vecinas residencias presidenciales de La Guzmania y La Crespera. En la última, funcionaba la Escuela Municipal Francisco Fajardo.

Pensión Guánchez
Desde hace 10 años, en la Pensión Guánchez funciona una feria andina de hortalizas y frutas. Foto Mirna Montemayor

En 2006, las referidas casas de descanso presidencial habían sido reconstruidas, mientras que el plantel educativo se trasladó al comando militar más próximo. Por su parte, La Crespera se transformó en la nueva sede de la Escuela de Música “Pablo Castellanos”.

No tuvo la misma fortuna la Pensión Guánchez, a la que apenas se le despejó de grandes cantidades de tierra y escombros.

El esplendor que no se divisa

En la actualidad de la pensión, la feria de verduras, frutas y hortalizas no pasa desapercibida entre el jueves y el domingo de cada semana. Hasta playeros del Paseo de Macuto echan un ojo a las ofertas.

“Estoy aquí por unas fresas muy bonitas que vi desde que venía de Caracas”, manifestó Evelio Aguilar, acompañado de su pequeño hijo.

Pensión Guánchez
La Pensión Guánchez, inmueble de valor histórico, yace en el olvido y el abandono oficial en una esquina de la avenida Álamo en Macuto. Foto cortesía Mirna Montemayor

Aguilar, residente de la parroquia Catia, desconocía el valor histórico de la Pensión Guánchez, que para el momento de la tragedia de 1999 era propiedad de la familia Prada Padovani, originaria de la localidad.

Es lamentable que se esté perdiendo así, con el abandono del gobierno y todo a la intemperie, en manos del salitre y hasta de personas inescrupulosas”, agregó el temporadista.

En esa morada, aún motivo de orgullo de los macuteños, no solo se ofrecían servicios de alojamiento sino también de gastronomía y postres, los cuales permanecen en la memoria de paladares caraqueños y visitantes extranjeros.

La mejor sopa de lentejas que me he comido, la preparaban allí”, señaló Milagros Filloy en la página de facebook La Guaira en Retrospectiva, al tiempo que Rubén Alonso Jiménez disfrutó de ese hostal de temporadistas antes de casarse en 1948.

Otros recordaron el precio solidario de los platillos y el encanto visual de salones, puertas, ventanas y otras estructuras de la Pensión Guánchez, que le valieron el reconocimiento del turismo internacional en el siglo XX.

Era muy grato comer ahí y pasar la tarde en medio de la paz y la tranquilidad que daba su ambiente”, relató Oscar Longa, quien a sus 78 años aún camina alrededor del inmueble construido en 1893, bajo la presidencia del general Joaquín Crespo.

En esos avatares de fraternidad, Longa conoció a uno de los grandes admiradores de esta casa de alojamiento: el periodista Kotepa Delgado (+), quien por muchos años fue el autor de la columna de opinión “Escribe que algo queda”,  en el diario El Nacional.

“Por un tema de salud, paso acá largas temporadas: llevo 30 años sentándome en este lugar”, le confesó Delgado al periodista Castor Carmona, antes de fallecer en 1998.

Patrimonios en riesgo

Para el excronista de La Guaira (1997-2001), Abilio de Oliveira, la Pensión Guánchez y la quinta La Azuleja, como bienes de interés cultural (según el catálogo de patrimonio municipal de 2005), tendrían que “ser objeto de protección” por parte de las autoridades regionales, a efecto de preservar su legado histórico para las futuras generaciones.

Ojalá pudiera ser rescatada pronto, es importante para consolidar nuestro patrimonio cultural”, afirmó Giovanni Domínguez Laya, promotor del Bloque Histórico Varguense.

En tanto, Juan Álvarez Parodi, a quien muchos reconocen como el cronista de Macuto, destacó la importancia cultural de la Pensión Guánchez, sin desmeritar a otros hostales históricos como el Miramar (donde se alojó en 1935 el cantante argentino de tangos, Carlos Gardel), Colonial y La Alemania.

El Miramar, casi en ruinas, y La Alemania y Colonial se encuentran en el boulevard turístico del Paseo de Macuto.


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