Para Luis Buttó, doctor en Historia y director del Centro Latinoamericano de Estudios de Seguridad, la posibilidad de una intervención militar en Venezuela para solventar la crisis política “nunca tuvo asidero en la realidad”, algo que se evidencia por la ausencia de una intervención de los países occidentales en la invasión rusa a Ucrania.

Caracas. A pesar de la distancia de miles de kilómetros entre Venezuela y Ucrania, la invasión que el país europeo enfrenta por parte de fuerzas rusas puso a prueba la disposición que tienen las potencias occidentales a intervenir militarmente en un conflicto, por eso ante la ausencia de acciones concretas en esa área, algunos expertos señalan que es una clara evidencia de que la intervención que se pidió por parte de algunos sectores contra Venezuela, en realidad nunca iba a ocurrir.

Luego de que Rusia invadiera el territorio ucraniano el pasado 24 de febrero, muchas voces pedían que los países de occidente, específicamente aquellos pertenecientes a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), desplegaran fuerzas militares como una manera de disuadir al ejército ruso de continuar su avance. Sin embargo, esto no ocurrió.

No solo los países europeos no desplegaron soldados, sino inclusive el pasado 1° de marzo en el discurso del Estado de la Unión, el presidente Joe Biden reiteró que no existía plan alguno para que militares estadounidenses se involucraran en la agresión de Rusia a Ucrania.

Para Luis Buttó, doctor en Historia, profesor titular de la Universidad Simón Bolívar y director del Centro Latinoamericano de Estudios de la Seguridad, esta postura por parte de EE. UU. y los países de la Unión Europea (UE) reveló que estos nunca estuvieron dispuestos a intervenir militarmente en el caso venezolano, esto a pesar de que varios sectores políticos opositores impulsaron la idea de que una intervención extranjera podría solventar la crisis política en Venezuela.

Esas posturas siempre fueron equivocadas y nunca tuvieron un asidero en la realidad”, aseguró Buttó quien además explicó que inclusive si se hubieran dado, estas no habrían tenido el bien de los venezolanos como objetivo.

Las intervenciones militares suelen tener una fecha de comienzo, pero se desconoce su fecha de conclusión. Estas generan mucho sufrimiento a la población y los países que en algún momento pudieran realizarlas siempre actuarán en sus intereses, no necesariamente en los intereses de Venezuela”, dijo.

Buttó, quien cuenta con amplios estudios en materia de seguridad, señaló que la única forma de solventar verdaderamente la crisis venezolana es a través de un camino trazado por los propios venezolanos, y señaló que una intervención traería un grado de sufrimiento que el país no ha visto.

Hay que volver a fortalecer a la sociedad venezolana, tenemos que tener partidos que sean fuertes y que puedan activar y organizar a la nación. La crisis es un problema nuestro y tenemos que resolverlo nosotros. Esas intervenciones militares solo traen sufrimiento a los pueblos, se está viendo ahora con Ucrania. En una intervención la gente sufre, muere y esta deja secuelas terribles que nadie tiene la capacidad de medir cuáles podrían ser, explicó.

Otro académico que manifestó estar de acuerdo con que la crisis de Ucrania reflejó que nunca existió oportunidad o deseo de que se llevara a cabo una intervención militar en Venezuela fue el politólogo Fernando Spiritto, quien también es coordinador de Investigación de Postgrado de la Universidad Católica Andrés Bello.

“Definitivamente, prueba que no había la voluntad para una intervención, basta con ver que Ucrania es un país orientado hacia Europa y no ha pasado nada. La intervención militar ha sido descartada por los líderes occidentales que han dicho que lo único que no tolerarían sería que los rusos atacaran a un país de la OTAN”, expresó.

Spiritto aseguró que en el caso de Venezuela “aplica la misma realidad” que para Ucrania en la que ni los países europeos ni los EE. UU. “están dispuestos a asumir el costo tan grande que representa una intervención militar”.

No lo hacen en el caso de Ucrania, mucho menos lo harían en el caso de Venezuela, esto aunque en términos militares sería muy fácil hacerlo. Esto resta todo el soporte a la tesis intervencionista y reafirma la teoría de que la solución debe darse por parte de los propios venezolanos a través de la participación y la movilización en la vía electoral, sentenció.


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