En supermercados y comercios reina la desorganización con la venta de productos regulados

El Gobierno del Distrito Capital ordena a los comercios a dejar de vender rubros sensibles, pero los ministros del área económica le indican a los establecimientos que pueden seguir comercializando los artículos.

Caracas. En la venta de productos regulados manda la desorganización. La decisión de la administración de Nicolás Maduro de controlar el reparto de los artículos básicos a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap) causa confusión y, en consecuencia, molestias en los ciudadanos que buscan con desesperación arroz, harina precocida de maíz, pasta, entre otros rubros.

El pasado jueves, la avenida Fuerzas Armadas, en el centro de Caracas, fue un hervidero cuando los Clap decidieron desviar los camiones que transportaban productos para los operativos de venta de bolsas de comida casa por casa. Las personas que estaban en las colas se amotinaron y protestaron.

Pero esa intercepción respondió a una orden de la Superintendencia de Administración Tributaria del Distrito Capital (Satdc), organismo adscrito al Gobierno de Distrito Capital, que en una comunicación indicó a los comercios pequeños y supermercados que debían dejar de vender 15 rubros sensibles (harina de maíz, harina de trigo, pasta, arroz, mantequilla, margarina, aceite, azúcar, avena, sal, pañales, leche, mayonesa, salsa de tomate, granos, queso untable). Acción que luego la Vicepresidencia Económica rebotó al informarles a los representantes de los supermercados que pueden seguir comercializando los artículos básicos.

Fuentes del sector supermercados señalaron que el jueves los funcionarios de la superintendencia se presentaron en los establecimientos a notificar las nuevas decisiones, pero ese mismo día en la tarde el vicepresidente, Miguel Pérez Abad y el ministro de Alimentación, Rodolfo Marco Torres, dijeron en una reunión que dicha medida se echaba para atrás. Por eso, las fuentes comentaron que las posturas de los entes oficiales reflejan “una gran desarticulación”.

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Tras el encuentro, Pérez Abad en su cuenta de Twitter notificó que “se deben corregir los horarios de distribución de los productos en los supermercados” y agregó que “se debe revisar si el objetivo de las captahuellas se está cumpliendo, para corregirlo y cumplan su función”.

Y este viernes, Marco Torres descartó que toda la distribución de los artículos esenciales quede en manos de los Clap. A la par, la Asociación Nacional de Supermercados en su cuenta de Twitter indicó que “los supermercados mantienen la venta de productos de la cesta básica y cuidado personal”.

Sin embargo, la confusión persiste. En los comercios de las avenidas Baralt y Fuerzas Armadas hay avisos que señalan que los productos de primera necesidad tienen que ser destinados al Gobierno del Distrito Capital, y además, presentan la lista de rubros que no van a vender.

En los comercios del centro de Caracas están las notificaciones que indican que los productos sensibles serán para el Gobierno del Distrito Capital
En los comercios del centro de Caracas están las notificaciones que indican que los productos sensibles serán para el Gobierno del Distrito Capital

El vendedor de un comercio en la Baralt, que pidió mantener su nombre en reserva, comentó que no recibirá más los productos controlados: “Nos dijeron que esos artículos los venderán los Clap y a las personas que vienen les decimos que busquen a los Clap”.

En los supermercados, que recibieron las notificaciones el jueves, este viernes les informaban a los clientes que tampoco ofertarán los artículos sensibles. Uno de los encargados, que también solicitó el anonimato, expresó que solamente colocarán los rubros regulados que tengan disponibles, luego no comercializarán más ese tipo de producto.

Mientras, la gente se angustia. Ocarina Guzmán trabaja como facilitadora de la Misión Robinson, y estaba a las puertas de un supermercado en Los Palos Grandes a la espera de la llegada de productos. Vive en Ciudad Tiuna y el Clap de su zona aún no distribuye las bolsas de comida.

“No consigo arroz, harina de maíz y pasta. Nos prometen una bolsa que no llega”, sentenció Ocarina, quien contó que desde hace tres semanas llenó la planilla, que es uno de los requisitos que se exige para adquirir el paquete.

Situación similar padece David López, que trabaja en una empresa de seguridad y es residente de Nueva Cúa. Estuvo siete horas buscando productos y apenas consiguió medio cartón de huevos a 1.100 bolívares. “Donde vivo no hay nada de comida, lo que hay son robos. Desde las 5:00 a. m. salí a cazar alimentos y apenas llevo una sola cosa”.

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Menos productos

Ocarina y David sufren las consecuencias de las distorsiones de la economía que se evidencian en una elevada escasez.

La distribución de los artículos de primera necesidad en los supermercados descendió 27 % al cierre de mayo, porque la producción de los rubros ha bajado ante el recorte en la entrega de dólares que limita la adquisición de materia prima y el control de precios. Aunque ya se revisaron los costos de varios insumos, dicho ajuste llega de manera tardía.

En un recorrido realizado por Crónica.Uno en supermercados del este y oeste de la ciudad fueron pocos los artículos básicos que se ofrecieron, apenas harina de trigo y detergente. Ya Datanálisis en un estudio reveló que los 10 productos más difíciles de adquirir son: leche, azúcar, café, aceite, salsa de tomate, harina de trigo, caraotas negras, aceite de maíz, aceite de soya y margarina.

En los anaqueles de los supemercados hay baja disponibilidad de productos
En los anaqueles de los supemercados hay baja disponibilidad de productos

Esta semana, Pérez Abad admitió en un programa de radio que “este mes ha sido muy crítico. El más bajo en la oferta de productos y por eso sentimos la angustia de las familias. En las próximas semanas esa tendencia va a mejorar (…) No vamos a resolver el problema de un día para otro pero vamos a mejorar el abastecimiento”.

Hasta dijo que en 30 días mejorará la oferta. El pasado año, el extitular de Alimentación, Carlos Osorio, indicó que en dos meses se resolvería la escasez, y el problema recrudeció.

Fotos: Angeliana Escalona


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