Vigilantes de la UCV Maracay denuncian atropellos por parte de la policía de Aragua

UCV Maracay

El sindicato que los agrupa se congregó a las puertas del campus universitario, para exigir respeto a la labor que desempeñan y rechazar los señalamientos que los acusan de ser corresponsables de los robos que ocurren en la universidad. Exigen además, condiciones óptimas para ejercer su trabajo.

Maracay. Los vigilantes de la Universidad Central de Venezuela, núcleo UCV Maracay, señalan a la policía del estado Aragua, de cometer atropellos en contra del personal de seguridad de la máxima casa de estudios.

Rogelio Castro, miembro del sindicato que agrupa a los vigilantes de la UCV Maracay, refiere que los policías del estado acusan al personal de vigilancia, de ser cómplices de los constantes robos que se producen en el campus.

“Estamos solicitando una reunión con los organismos policiales, el sindicato y los decanos de Agronomía y Veterinaria, para ponerle coto a esta situación”, sostuvo Castro.

Flanqueado por sus compañeros y obreros de la institución, Castro señala además las serías dificultades en las que deben cumplir con su tarea de vigilar los bienes de la universidad.

Entre ellas enumera la falta de vehículos para recorrer el extenso campus universitario, uniformes, linternas y la falta de personal suficiente.

De 120 vigilantes que prestaban servicio en la UCV Maracay, apenas quedan unos 60, quienes además no cuentan ni siquiera con una casilla de vigilancia operativa. De hecho, los afectados muestran como la garita principal se encuentra sin ventanas, sin iluminación y sin siquiera agua potable.

Muchos se han ido del país y otros se han visto obligados a renunciar, debido a los salarios y condiciones laborales paupérrimas. A ello se le suma el acoso y el amedrentamiento”, dice Castro.

Al sindicato que los agrupa, además de la preocupación que les genera los señalamientos policiales, le inquieta que además de las limitaciones que tiene el personal de vigilancia, se materialice una posible privatización del servicio.

Eso es- recalca- lo que queremos evitar como sindicato y que también se respete al trabajador vigilante, porque cada vez que aquí ocurre un robo, la cuerda revienta por lo más delgado.


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