El poco poder adquisitivo y las fallas de la red de salud pública hacen que los pacientes acudan a consulta solo por emergencias. La presidenta del Colegio de Odontólogos en Monagas asegura que los servicios de la red pública funcionan, pero son insuficientes para cubrir la demanda.
Maturín. Las consultas odontológicas salieron de la lista de prioridades de los maturineses. El alto costo de los tratamientos y la falta de atención pública dejaron en el pasado la cultura de prevención.
Claudia Betancourt ha sido sometida a varios tratamientos odontológicos en los últimos meses debido a la falta de atención periódica oportuna. Asistió con un especialista en octubre de 2022 y resultó que la mayoría de sus dientes estaban afectados por una infección gingival (periodontitis).
“Lo que sucede con la salud bucal es como todo, uno se descuida y vienen las enfermedades. Yo jamás pensé que iba a tener una infección de ese tipo en la boca, fui a consulta por un dolor y me diagnosticaron eso. Incluso tenían que extraerme uno de los dientes delanteros, pero se pudo salvar”, comentó Betancourt.
La paciente asegura que posponía las consultas odontológicas por el costo de los tratamientos y la consulta.
Los tratamientos odontológicos más comunes, como los tratamientos de conducto, están entre 250 y 300 dólares; extracciones 20 dólares, dependiendo del estado de la pieza, y la eliminación de caries está entre 15 y 20 dólares.
“No todos tenemos para pagar un odontólogo y vas al hospital o a un ambulatorio y no funcionan esos servicios, tampoco se han preocupado por arreglarlos. Pero sí hay que ir al odontólogo porque se gasta más después cuando hay que salvar los dientes, además del miedo que uno siente por perder sus dientes”, enfatizó.
Disminuyen consultas en 50 %
María José Garantón, odontólogo general, sostiene que se ha ido perdiendo la atención a la salud bucal por el poco acceso que tienen las familias a costear los tratamientos.
Garantón asegura que los pacientes acuden a consulta cuando sienten alguna molestia y, por lo general, para este momento ya el problema bucal ha avanzado.
“Los chequeos odontológicos deben hacerse dos veces al año, es igual que asistir a otro médico. Esto permite que podamos evaluar cómo está la dentadura del paciente y si hay algún problema, atacarlo antes de que sea más grave”, expresó.
La poca afluencia en los consultorios es evidente. De acuerdo con datos aportados por la especialista, la salud bucal de los maturineses se ha visto gravemente afectada. La odontóloga lo expresa de manera cuantitativa:
“En mi consulta he podido ver cómo han dejado de asistir la mitad de mis pacientes. Nosotros hacemos historias médicas y hemos encontrado muchos que han dejado de venir. Yo podría decir que ha bajado la afluencia en un 50 %”.
Precisa que la falta de preocupación por asistir al odontólogo se refleja más en adultos mayores.
“La falta de cuidado bucal prevalece más que todo en adultos mayores porque los recuerdos que tienen de la odontología son dolorosos. Ahorita nosotros tratamos de hacer una odontología no invasiva, nuestra última opción es extraer, antes no era así”, comentó.
Visto de esta forma, la especialista detalla que a partir de los 50 años el organismo empieza a experimentar cambios y los dientes no están exentos de eso, sumado a los hábitos que tenga la persona.
“Después de los 50 años se pueden notar muchos cambios y es necesario que el paciente a partir de esa edad asista con regularidad al odontólogo. Por ejemplo, la saliva disminuye un poquito, la mayoría tienen malos hábitos de cepillado y esto también se suma en ocasiones el uso del tabaco”, destacó.
Demanda colapsa servicios
Yadira Ocanto, presidenta del Colegio de Odontólogos en Monagas, destacó que los servicios de odontología pertenecientes a la red de salud pública funcionan, pero no son suficientes para cubrir la demanda regional.
A eso se suma las escasez de insumos para realizar los tratamientos; sin embargo, destaca que estos centros asistenciales hacen el mayor esfuerzo para atender una gran cantidad de pacientes a diario, como es el caso de la Misión Sonrisa, servicio que funciona en el Hospital Manuel Núñez Tovar. Explicó que así como ese programa, también en los centros de salud de las parroquias atienden pacientes en el área odontológica.
“Desde hace siete años funciona la Misión Sonrisa, pero como todos sabemos ha habido problemas de crisis económica, bloqueo, costos altísimos de los materiales y además los insumos han escaseado en algunos servicios, y nos hemos visto en la obligación de pedir colaboración a los pacientes para realizar las exodoncias. El ambulatorio José María Vargas y los hospitales José Antonio Serres y Simón Bolívar funcionan”, detalló Ocanto.
Asimismo, la especialista admitió que hay servicios odontológicos que tienen un solo sillón para la atención de los pacientes. En el caso de Misión Sonrisa se ven alrededor de 60 pacientes por día, y se da prioridad a los niños y emergencias.
El servicio estuvo suspendido entre noviembre y diciembre de 2022 por la falta de aire acondicionado y de acuerdo con su directora, Silvia Mora, esta semana será reactivado.
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