Los efectos del primer pago de nómina a los trabajadores de la AVEC ya se hicieron sentir en el estado Apure. 33 % del personal asegura que cobró menos del salario que normalmente devenga, y el restante 67 % aún no recibe sus emolumentos. Directivos de la AVEC aseguran que se encuentran de manos atadas, al no saber qué información brindar a su personal.
San Fernando. La angustia embarga a más de 500 trabajadores de la AVEC en Apure, debido al impago de la primera quincena de marzo a 67 % de la nómina, a la par de faltantes en los pagos procesados para 33 % del personal restante, tras la migración al Sistema Patria.
Yulis Orasma, presidenta de la AVEC seccional San Fernando, manifestó que, debido a la aplicabilidad inmediata de la sorpresiva medida, no estaban preparados para confrontar la situación, lo que ha causado angustia a los educadores, personal administrativo y obrero de los siete colegios, tres centros de capacitación laboral y dos casas hogares que imparten la educación católica en la entidad.
Orasma sostuvo que la seccional ha estado acompañando a los directores de los diferentes centros educativos en el proceso de bajar la información a su personal, tras la repentina notificación de la suspensión del convenio de subvención entre la AVEC y el Ministerio de Educación.
Reveló, además, que “las afectaciones son bastante significativas” y que la incertidumbre acerca de la estabilidad laboral, las prestaciones sociales y la relación armónica que por años se ha mantenido entre la AVEC y sus trabajadores también le ha infligido un golpe emocional a la comunidad educativa católica apureña.
A lo anterior se suma la diferencia significativa en perjuicio de los trabajadores en los pagos de la primera quincena de marzo, ejecutados por el gobierno mediante el Sistema Patria, a una porción de la nómina cuyos montos están por debajo de los que deberían percibir según su clasificación salarial.
Hay una gran angustia en el personal, porque, justamente, esta situación está afectando directamente los sueldos y salarios que, aunque no alcanzan para mucho, suman a ese presupuesto familiar que en este momento está bastante comprometido”, afirmó Orasma.
Los responsables de los centros educativos, aseguró, no tienen idea de qué respuesta dar a su personal, ya que ellos también están afectados por la medida y tienen las mismas inquietudes.
Tras haberse renovado en enero el convenio, que por 31 años le reconoció el derecho legal de pagar sus nóminas a la AVEC y le otorgó los recursos para ello, el mismo fue suspendido, sin previo aviso, el pasado 10 de marzo.
Cómo funcionaba el convenio
La educación católica en Venezuela se imparte a través de los centros educativos AVEC, la cual mediante convenio con el Ministerio de Educación venezolano, durante 31 años ininterrumpidos, recibió los fondos del Estado para la gestión y pago de su personal.
El convenio AVEC-Ministerio de Educación establecía que la institución católica recibiría la subvención para los centros afiliados y esta se encargaba del pago de nómina, aportes patronales, prestaciones sociales y demás compromisos salariales.
Con su reciente suspensión, desaparecería el rol de patrono que la AVEC viene desempeñando “con mucha rigurosidad y responsabilidad, porque ha sido respetuosa y celosa del convenio con el uso de esos recursos y siempre ha rendido cuentas de cada uno de los aportes que recibe por concepto de subvención”, explicó Yulis Orasma.
Indicó que a la institución le preocupa también el efecto que esta situación pueda tener sobre la calidad de la educación católica, considerando la potestad que tendría el Estado en el control de la nómina y su relación directa con la eficacia de la enseñanza.
Nos preocupa mucho la calidad educativa, porque AVEC ya no sería vista como patrono, sino directamente el ministerio, que regirá el tema de funcionamiento de estas instituciones”, expuso la profesora Orasma.
En cadena de oración
La fe en Dios, junto con las acciones que actualmente se impulsan desde directiva nacional de la AVEC para revertir la decisión, mantienen la esperanza en las dependencias de esta institución en Apure.
“Hasta ahora, seguimos en cadena de oración. Lo que nos ha quedado es mantener informado a nuestro personal y unirnos todos en oración”, dijo.
Tras la suspensión del convenio, la primera reunión sostenida por sor Alicia Boscán, presidenta nacional de AVEC, con Aristóbulo Istúriz, titular de educación, el pasado 16 de marzo, no significó ningún aliento para los trabajadores.
Isturiz manifestó que la posibilidad de restituir el convenio ya no está a su alcance, sino en manos de la vicepresidenta de la república, Delcy Rodríguez, quien ahora tiene la última palabra.
Se está gestionando una audiencia con la vicepresidenta para hacerle saber el descontento que tenemos por esta decisión, que sentimos es arbitraria y que está violentando el convenio y afectando grandemente los sueldos y salarios para todo el personal de los centros educativos”, subrayó Orasma.
Quienes desde las diferentes instituciones de la educación católica en el país, hoy día, promueven iniciativas para la restitución del convenio sostienen que, de no revertirse la medida, no solo se infringe un derecho legal de la AVEC, sino que, fundamentalmente, se vulnera el derecho a la educación de más de 400.000 estudiantes de estos centros educativos en toda Venezuela.