Dependiendo de las rutas y la hora a la que empiecen a trabajar, conductores consultados aseguran que diariamente pueden hacer entre 30 y 40 dólares trabajando en horario reducido, para rendir el tanque de combustible.
Caracas. El negocio del transporte público dejó de ser rentable para los conductores y dueños de las unidades desde que, hace tres años, se agravó la escasez de combustible y se limitó el subsidio.
“Si empiezo a trabajar a las 10:00 a. m. y a las 5:00 p. m. ya tengo que venir a hacer la cola, ¿Qué ganancia puedo tener?”, cuestiona William Nieves, mientras hace una fila que, a las 10 p. m., ya es de al menos 50 carros, camionetas y autobuses.
Con el pasaje mínimo urbano en Bs. 7, aunque en algunas rutas cobran Bs. 8, para los transportistas no queda otra opción más que hacer largas colas por combustible para llenar sus tanques, cada uno o dos días.
Wilmer José, conductor de la ruta Valle-Coche, asegura que trabajan al mínimo y “prácticamente para sobrevivir, porque hay veces en las que ni siquiera alcanza para mantener los gastos de las unidades”, que en ocasiones pueden variar entre 100 y 200 dólares al mes.
El transportista afirma que “hay que echarle” para 100 o 200 dólares porque la precariedad de los salarios de la población juegan en contra. Actualmente, el salario mínimo del que dependen pensionados y jubilados es de solo Bs. 130, sumado a bonos que varían entre 500 y 1200 bolívares que no llegan a todas las personas.
Yo calculo que un pasaje debería costar 15 bolívares, para tener ganancias y mantener las unidades. Pero tengo 23 años en esto y reconozco que los pasajes son difíciles de costear. Hay personas que tienen que agarrar más de dos camionetas y los sueldos de ahora no dan para eso”, dice Omar Calderón, conductor que echa combustible en la bomba de La Bandera.
Depende de las rutas y la hora a la que empiecen a trabajar, conductores consultados aseguran que diariamente pueden hacer entre 30 y 40 dólares trabajando en horario reducido para rendir el tanque de combustible.
Pero si no son los propietarios de la unidad (son “avances”) le deben pagar entre 60 % y 70 % de lo que producen al dueño. Es decir, para que un avance tenga una ganancia propia de 30 dólares al día, debe generar de 70 a 80 dólares en toda la jornada.
Pero para eso los conductores deben empezar a trabajar a las 5:00 a. m., salir con el tanque lleno, recargar en la tarde y continuar hasta las 7:00 p. m. Nada de eso es posible, ahorita, dada la escasez y las largas colas de combustible que se forman en las bombas.
Uno puede hacer 30 a 40 dolares, pero a eso le tienes que restar si pagas los 10 dólares que cobran si no hay más cupos, lo que te comes aquí, lo que se gasta en el carro. Uno esta sobreviviendo aquí”, dice Javier, conductor que opera en la ruta de Luis Hurtado, en la parroquia El Junquito.
Pagarle a los bomberos o funcionarios de seguridad para llenar el tanque, o echar gasolina a precio internacional, son lujos que no pueden darse todos los transportistas. “Si todos los días le pongo 100 litros de gasolina, serían 50 dólares a precio dolarizado, trabajaría solo para echar gasolina”, dice Gilbert, de la línea Las Acacias.
Los transportistas solo ven posible que se solucione su situación si mejora la situación con el combustible, pues notan inviable aumentar el pasaje mínimo en grandes proporciones. “La gente, si puede caminar, camina”, sentencia Javier, de la línea de El Junquito.