Los sectores con mayor contracción entre enero y mayo, respecto al año pasado, fueron servicios y equipos para restaurantes y hotelería (68 %), licores (-57 %), servicios (-55 %) y prendas de vestir (-48 %). En todas las regiones se evidencia caída en las ventas, pero es mayor en el oriente del país.
Caracas. La caída en las ventas de unidades o personas atendidas del sector comercio y servicios es una realidad palpable de los últimos cinco meses y, aunque difieren entre sectores económicos y regiones del país, se enfrentan por igual a los bajos niveles de consumo, altos impuestos y servicios deficientes.
El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) reveló, este 14 de junio, que la contracción económica de enero a mayo de este año alcanza a los negocios en todo el territorio nacional, con 44 % de caída respecto a 2022 en la región oriental, 34 % en la occidental y 21 % en la central.
Ese saldo negativo nos genera un problema clave, porque muchos comerciantes se aventuraron a comprar inventario que ahora no se mueve. Inventario paralizado es costo y afecta los resultados de la empresa. La gente está comprando menos y cambiando su patrón de compras”, explicó la presidenta de Consecomercio, Tiziana Polesel.
Añadió que, según reportes de las empresas afiliadas a la organización, los sectores con mayor contracción fueron servicios y equipos para restaurantes y hotelería (68 % respecto a enero-mayo de 2022), licores (-57 %), servicios (-55 %) y prendas de vestir (-48 %).
Los sectores panadería (-18 %) y víveres (-11 %) registraron caídas menores y Polesel puntualizó que, si bien para determinarlo haría falta un estudio más profundo, la cifra puede ser parte de un indicador de cómo se comporta el consumo de la población y los cambios que ocurren.
“En algunos establecimientos de víveres nos dicen que la gente está comprando la misma cantidad de productos, pero ha cambiado el tipo de producto que compra. Esas cadenas ven un aumento en carbohidratos y una disminución gigantesca en proteínas. Eso te dice que ahí hay una afectación en el consumo, porque están tratando de comprar, pero varían la calidad del producto que compran”, dijo la empresaria.
Frenazo notorio
En un evento realizado en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), el presidente de la Asociación Nacional de Supermercados y Afines (ANSA), Ítalo Atencio, detalló que la tasa de crecimiento del sector, respecto al mismo mes del año anterior, se ha desacelerado conforme avanza 2023.
El año arrancó con un crecimiento de 13 % de enero comparado con enero de 2022, pero cayó a 11 % en febrero, 4 % en marzo, 3 % en abril y 1 % en mayo, proyecta la organización. De hecho, el costo de la canasta ANSA, una medición de productos de consumo familiar que actualizan cada 15 días, se redujo de 301 dólares a 252 dólares en los últimos cinco meses.
“Es menor porque los supermercados estamos haciendo promociones para impulsar el consumo. Ahorita, el principal reto es generar tráfico y visitas a las tiendas”, señala Atencio.
Sobre las promociones, Tiziana Polesel añade que parte de los comercios las están ofreciendo para obtener flujo de caja y cumplir compromisos como pago de nómina, servicios y/o impuestos, por lo que muchas veces llegan a vender la mercancía por debajo de su costo.
Los servicios fallan y ahora son más caros
“Pagamos más por los servicios, pero son más ineficientes”, asegura Polesel sobre otro de los dolores de cabeza que enfrentan comerciantes y prestadores de servicios en el país, principalmente en las regiones, donde las fallas de electricidad y agua son mayores y suman un drama más a la caída de las ventas.
La presidenta de Consecomercio vincula el problema de los servicios públicos con la informalidad pues las tarifas, así como los impuestos nacionales y municipales, solo se le cobran a los negocios formales establecidos, incluso sin factura o sin un baremo que tome en cuenta sus actividades económicas.
Hay cobros irracionales en el servicio de agua. Nos están llegando avisos de cobro sin factura, sin desglose, solo llega la amenaza de cierre sin factura. Los comerciantes no saben lo que están pagando”, asegura Polesel.
Entre otros problemas que limitan al sector comercio y servicios, de los pocos que han crecido en los últimos dos años, la dirigente gremial enumeró a la voracidad fiscal, la falta de créditos (que van mayormente a una parte del sector agrícola), la inseguridad y deterioro de las carreteras y las fallas en el suministro de combustible. Todas, afirma, terminan afectando al consumidor final en cuanto a costos y disponibilidad de los productos.
Lea también:
Escasez de combustible limita el transporte de mercancía y alimentos entre las regiones