Antony Blinken. Secretario de Estado de los Estados Unidos. Foto cortesía @SecBlinken

Debate Democrático

EE. UU. aboga una vez más por las negociaciones como vía para recuperar la democracia en Venezuela

By Maru Morales P. @morapin

May 03, 2022

Sería el noveno llamado público del gobierno estadounidense a retomar el mecanismo de diálogo entre la Plataforma Unitaria y la delegación de Nicolás Maduro desde octubre de 2021. En los últimos meses, Maduro y el PSUV han maniobrado estratégicamente para reducir cada vez más la posibilidad de la Plataforma de incidir en cualquier ámbito de negociación interna.

Caracas. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, sostuvo una conversación telefónica el lunes por la noche con el presidente de la Asamblea Nacional electa en 2015, Juan Guaidó. En la llamada, Blinken reiteró el apoyo del gobierno de Joe Biden a las negociaciones entre representantes de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria.

Tanto en un brevísimo comunicado del Departamento de Estado, como en las redes sociales de Blinken, se informó la noche de ayer sobre la conversación, en la que la Casa Blanca reiteró además su reconocimiento a Guaidó como “presidente interino de Venezuela”.

El comunicado expresa que Blinken subrayó “la importancia de una restauración pacífica de la democracia en Venezuela, elecciones libres y justas, y respeto por los derechos y libertades de todos los venezolanos”. En ese sentido, reafirmó “el compromiso de EE. UU. con las conversaciones entre el régimen de Maduro y la Plataforma Unitaria como el mejor camino para el retorno a la democracia y para resolver la crisis humanitaria”.

En su cuenta Twitter, el propio Blinken agregó ayer por la noche: “Seguimos comprometidos con el éxito de las negociaciones lideradas por Venezuela como el mejor camino para un retorno pacífico a la democracia”.

Por su parte, Guaidó también se refirió a la conversación telefónica este martes por la mañana en un mensaje en sus redes sociales. En el breve texto recalcó la importancia del respaldo internacional. “Los venezolanos resistimos a una dictadura y luchamos para lograr elecciones libres y justas, el apoyo del mundo libre es clave para lograrlas”, añadió.

Contrario a lo esperado, pues habría sido el espacio y oportunidad para que Guaidó informara oficialmente a la AN2015 sobre la conversación con Blinken y ampliara su contenido, este martes no se convocó a sesión de la Comisión Delegada.

Un llamado insistente pero sin éxito

La de anoche sería la novena vez desde que la delegación de Maduro se retirara de las negociaciones en México, en octubre del año pasado, que el gobierno de los Estados Unidos insta a las partes de forma pública a volver al proceso.

El gobierno de Joe Biden ha formulado este exhorto el 13 de noviembre, 2 y el 30 de diciembre del año pasado; y este año los días 5 y 6 de enero. Luego, el 16 de febrero, mediante un comunicado conjunto con la Unión Europea y 19 países democráticos del mundo. Una vez más el 5 de marzo de manera frontal y sin intermediarios, a través de la delegación de alto nivel que Biden envió a Miraflores. El más reciente exhorto público se dio el 15 de abril.

Sin embargo, estos llamados a los que también se ha sumado la propia delegación noruega en octubre de 2021, el Grupo Internacional de Contacto y el secretario general de la ONU Antonio Guterres en 2022, parecen haber caído una y otra vez en saco roto. El oficialismo se muestra cada vez más decidido a continuar adelante hasta 2024, sin firmar grandes acuerdos de cambio institucional y político con la oposición representada por la Plataforma Unitaria.

La reforma judicial era el siguiente tópico a discutir por las partes cuando la delegación de Maduro se levantó de las negociaciones. La agenda incluía la revisión de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia, del número de magistrados, el retorno a la independencia del sistema de justicia incluyendo jueces y fiscales, entre otros puntos.

Pero, en lugar de propiciar la reconstrucción conjunta de la justicia y ante la decisión de la Corte Penal Internacional de iniciar una investigación sobre la posible comisión de crímenes contra la humanidad en Venezuela, el PSUV optó por llevar adelante ese proceso de forma solitaria. En el transcurso enfrentó más bien sus propias pugnas internas por el control del TSJ. Para esta maniobra se utilizó a sectores de la sociedad civil y algunos partidos de la AN 2021-2025. Estos actores intentaron incidir en el proceso, para cubrir la decisión final con algo de legitimidad.

Plataforma Unitaria minimizada

Aunque la narrativa madurista que se usó para justificar su retiro de la mesa de conversaciones fue el rechazo a la detención del empresario colombiano Alex Saab, la verdad es que ese relato se ha desinflado con el paso de los meses, a la luz de las revelaciones sobre la supuesta cooperación de Saab con la DEA para el rastreo de fondos producto de la corrupción en Venezuela.

Luego de las elecciones de noviembre, y vistos los resultados que confirmaron que el PSUV sigue siendo la primera y mejor organizada minoría del país, Maduro optó por retomar la estrategia de dividir a la oposición internamente. A comienzos de este año, propuso el denominado “reformateo del diálogo”. La iniciativa arrancó a partir de marzo, justo después de que la delegación de Joe Biden se fue de Caracas.

Ese reformateo no es más que volver al esquema de 2020. Ese año, la dinámica solo incluyó reuniones sectoriales y negociaciones parciales con grupos de interés. Al final, en esos encuentros solo se fijaban compromisos para realizar algunos cambios puntuales.

De hecho, las sucesivas reuniones sostenidas por el propio Maduro o por Jorge Rodríguez desde entonces con actores políticos, sociales y económicos (excepto aquellos vinculados a la Plataforma Unitaria) han estado caracterizadas por un ambiente distendido. Según han comentado personas presentes en estos encuentros, el oficialismo ha mostrado un interés en presentar resultados lo antes posible.

Incluso, un hito alarmante para cualquier democracia del mundo, como el que una comisión de alto nivel de la Organización Internacional del Trabajo deba trasladarse al país para garantizar que el gobierno escuche las demandas de los trabajadores y los empresarios, ha sido capitalizado narrativamente por Maduro como otra faceta más del diálogo reformateado que busca resultados para la gente. De esta forma marginó por completo a los actores de la Plataforma Unitaria.