Jorge Rodríguez anunció un “reformateo” del diálogo propuesto por Nicolás Maduro, algo que separa el proceso de las condiciones y los actores originales que estuvieron en México, un grupo de condiciones que fueron definidas unilateralmente por el chavismo.
Caracas. La tarde de este martes el presidente de la Asamblea Nacional (AN) Jorge Rodríguez anunció una serie de encuentros intensivos entre el chavismo y varios sectores de la sociedad con un único objetivo: estudiar su incorporación al proceso de diálogo que el gobierno de Nicolás Maduro mantiene con la Plataforma Unitaria que encabeza la oposición alineada con Juan Guaidó.
De acuerdo con lo señalado por Rodríguez en su rueda de prensa, el “reformateo” del proceso de diálogo en Venezuela se basa en una serie de peticiones o sugerencias hechas por Nicolás Maduro, las cuales establecen, entre otras cosas, que el proceso sea “inclusivo”, es decir, que no se limite a las delegaciones del chavismo y de la Plataforma Unitaria.
En este sentido, Rodríguez informó que no solo los participantes podrían cambiar, sino también el formato propio de negociación. De hecho, no se mencionó en ningún momento la presencia de países que acompañen el proceso como mediadores, tampoco se dijo si México sería la sede de este evento. Esto lo aprovechó el diputado Bernabé Gutiérrez para pedir que Venezuela sea la sede de las reuniones.
Para definir los representantes, las condiciones, la fecha y el lugar, Rodríguez dijo que esta semana se harán una serie de reuniones intensivas con representantes opositores. Nombró entre los actores a Gerardo Blyde, como representante de la Plataforma Unitaria, y dijo que también se contactarán sectores como sociedad civil, empresarios y trabajadores.
Solo cuando se concluya esta ronda de encuentros es que se conocerán todos los datos específicos de una negociación que, pudiera ser algo totalmente nuevo alejado a lo que fue el proceso de México o, por el contrario, podría ser el mecanismo de “consulta incluyente” que se acordó en México en agosto de 2021 en el que las partes acordaron establecer mecanismos para consultar a otros sectores de la sociedad venezolana sobre el proceso.
El chavismo desde su fuerza impone las condiciones
El “reformateo” del diálogo político en Venezuela nació de las recomendaciones de Nicolás Maduro y fue anunciado como un hecho por Jorge Rodríguez, es decir, las condiciones que tendrá el nuevo proceso fueron unilateralmente definidas e impuestas por el chavismo, algo que para el politólogo Fernando Spiritto no sorprende, pues es un efecto de la fortaleza que el oficialismo expone ante la debilidad del liderazgo político opositor.
Para el politólogo esta postura de “ventaja y fuerza” que exhibe el chavismo es producto no de uno, sino de varios factores como la situación geopolítica que hace que Estados Unidos necesite el petróleo venezolano, la crisis del interinato –la cual definió como “terminal”–, la desaceleración del proceso inflacionario en Venezuela, y el aumento del precio del crudo nacional, el cual –independientemente del volumen de producción– representa un desahogo para el gobierno de Maduro.
Todo esto suma una nueva realidad en la cual las condiciones las impone el chavismo, mientras la oposición solo tiene control sobre si participar o no de la convocatoria que anunció Jorge Rodríguez.
Para Spiritto el interinato de Juan Guaidó es apenas un “zombi” con muy poco poder político actual, una situación que lo dejó en clara desventaja ante el oficialismo y que además se agravó con el anuncio de la inclusión de más actores en el diálogo.
La estrategia del Gobierno es simple: se llama a una negociación con la mayor cantidad de actores como la sociedad civil, pescadores, empresarios; lo que quiere es una franja amplia de representantes de la oposición porque al ampliar la oposición logra dividir e imponerse más fácilmente”, explicó.
Spiritto señaló que con la ampliación del diálogo para incluir sectores económicos, sociales y también políticos, como la Alianza Democrática, lo que se genera es un escenario donde hay actores que pueden conseguir algún tipo de prebenda, pero que son incapaces de lograr un cambio real para el país.
“De allí se deriva la situación de ventaja que tiene el Gobierno. Esta Alianza Democrática, una especie de oposición a la oposición no tiene chance de producir un cambio político, lo que puede lograr son prebendas específicas, plantear algunas cosas con interés inmediato, pero estoy seguro de que no puede producir un cambio. Esto lo sabe el gobierno, el que sale afectado es el país”, dijo.
En relación con la Plataforma Unitaria, Spiritto comentó que esta se encuentra demasiado dividida en su liderazgo, una situación que debilitó no solo su alcance dentro del país, sino también el interés de acompañantes internacionales que parece que se han desanimado con el tema Venezuela. Por este motivo, él cree que la única esperanza que la oposición tiene para afrontar el diálogo con una fuerza relativa es replantearse no solo el interinato, sino el liderazgo opositor.
“El 2024 está ahí, hay que ver si la oposición puede buscar mejores condiciones electorales o si el tema de la negociación será el TSJ (…) El G4 (Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular) debe necesariamente unificarse y ver qué pasa con el interinato, y ahí buscar algo. El tiempo sigue pasando, se acercan las elecciones y si las cosas siguen así, lo más seguro es que a la oposición estas los agarren empantuflados”, dijo el politólogo.
Participa en la conversación