Parientes alegaron que Gerardo Parra recibió amenazas de muerte de un hombre que, tiempo después, se unió a la Policía Nacional Bolivariana.
Caracas. Gerardo Antonio Parra González caminó a casa de su novia a las 8:00 p. m. Poco antes de llegar, un grupo de presuntos funcionarios de la Dirección Contra la Delincuencia Organizada (DCDO) de la Policía Nacional Bolivariana, se bajaron de un vehículo sin placas y lo obligaron a subirse.
Al joven, de 22 años de edad, se lo llevaron del barrio Los Sin Techo, en El Cementerio el lunes, 23 de octubre, unos hombres que andaban uniformados, pero también otros que estaban vestidos de civil. Su familia no supo qué pasó con él hasta que unos vecinos de la zona que presenciaron lo ocurrido les avisaron.
Inmediatamente comenzaron a buscarlo esa noche por distintas comisarías de la PNB. En Cotiza unos funcionarios les dijeron “de forma burlesca” que tenían que seguir la búsqueda y que la última instancia era acudir a la medicatura forense de Bello Monte.
No fue hasta la mañana del día siguiente, 24 de octubre, que lo encontraron en el hospital Periférico de Coche, pero ya estaba muerto. Según el expediente que le mostraron a la familia, Gerardo murió en el barrio Las Mayas de El Valle, perteneciente a la parroquia Coche, en un presunto enfrentamiento.
Por venganza
Allegados de la víctima, quienes prefirieron mantener su identidad bajo reserva, informaron a Crónica.Uno que el asesinato del joven podría haber sido por venganza. Entre los funcionarios que se lo llevaron estaba un hombre con el que Gerardo tuvo diferencias en el pasado, y lo amenazó varias veces con matarlo.
Los parientes contaron que luego de varios años esa persona comenzó a formar parte de la PNB. También lo señalaron de cobro de “vacunas” a comerciantes.
De acuerdo con sus parientes, en una foto que les mostraron se veía que Gerardo había sido golpeado y “tenía un disparo en la frente”. Revelaron que junto al joven asesinaron a un hombre e hirieron a otro. No obstante, esta información no pudo ser verificada.
Hace tres años, Gerardo estuvo privado de libertad por unos meses en los calabozos de la PNB en Boleíta por participar en una riña.
Su trabajo era de vendedor informal en Plaza Venezuela y dejó huérfanos a dos hijos de cinco y cuatro años de edad.
Otro muerto por la DCDO
Sergio José Álvarez Morales, de 33 años, dormía en su casa cuando llegaron unos presuntos funcionarios de la DCDO. Por la sorpresa, Sergio corrió hacia la parte de atrás de la casa, donde lo acorralaron.
A Sergio le dispararon dos veces, una vez en la cadera y otra en el pecho. Posteriormente, lo sacaron envuelto en una sábana y le dijeron a los vecinos que llevaban “un herido”.
El hecho ocurrió la mañana del martes, 25 de octubre, en el barrio Niño Jesús, de la parroquia Sucre, aledaño al kilómetro 3 de El Junquito.
La familia desmintió la versión policial que indica que Sergio corrió a buscar un arma cuando vio a los funcionarios y se les enfrentó.
El hombre tenía apenas seis meses de estar en libertad. Permaneció seis años preso por complicidad en un homicidio. Sergio estaba desempleado, pero en ocasiones hacía las veces de obrero en su comunidad.
Lupa por la Vida detalló que desde enero hasta agosto de 2023, fallecieron 77 personas en presuntas ejecuciones extrajudiciales en el estado Miranda, y 24 en Distrito Capital, para un total de 101 decesos.
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