El ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, informó que durante la Operación de Seguridad Penitenciaria Gran Cacique Guaicaipuro, en el penal del estado Carabobo, se encontraron “algunas caletas”. El operativo ocurrió 35 días después del control del centro penitenciario de Tocorón.
Caracas. La madrugada de este miércoles, 25 de octubre, el ministro de Interior, Justicia y Paz, Remigio Ceballos, informó que se desplegó la Operación de Seguridad Penitenciaria Gran Cacique Guaicaipuro, en la cárcel de Tocuyito, estado Carabobo.
Ceballos indicó que el penal fue controlado y pasó a orden del Ministerio para el Servicio Penitenciario. Reveló que se descubrieron “algunas caletas” y que se investiga material obtenido en telefonía del centro penitenciario.
“Es muy conocido que parte del delito se producía desde los centros penitenciarios y nosotros estamos acabando con todo eso (…) 99 % de nuestros centros penitenciarios están bien ordenados y falta muy poco para que podamos garantizar el control en aquellos centros penitenciarios que necesitan el control”, dijo en una transmisión a través de Venezolana de Televisión.
Ceballos agregó que la cárcel de Tocuyito alberga a más de 2000 privados de libertad y que se trata del centro penitenciario con mayor población en Venezuela.
Pran de Tocuyito
El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que Néstor Richardi Sequera Campos, conocido como Richardi o Papa, fue condenado a 20 años de prisión por homicidio. Este hombre, presuntamente, es el pran (líder) del penal.
La organización no gubernamental agregó que Richardi debería estar en libertad desde mayo de 2018, pero presuntamente decidió quedarse en el penal.
Según el OVP, Richardi huyó del penal antes de la intervención, junto con algunos privados de libertad. Sin embargo, esta información no ha sido confirmada de manera oficial.
De acuerdo con una investigación de Insight Crime, Richardi está implicado en la extorsión a comerciantes de Tocuyito y otras zonas del estado Carabobo. También es dueño de charcuterías y supuestamente ha incursionado en la minería ilegal.
En la cárcel de Tocuyito, indica Insight Crime, el hombre le cobra la “la causa” a los privados de libertad, una cuota de dinero a cambio de tener seguridad y otros privilegios dentro del recinto penitenciario.
Una investigación de la la Alianza Rebelde Investiga (ARI), asegura que Richardi supuestamente organizaba juegos de béisbol y “caimaneras” en el penal, a las cuales asistieron figuras destacadas del deporte.
El trabajo periodístico, indica que Richardi también tiene algunas ramas de poder en el estado Cojedes.
Sin cifras
El coordinador de Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, denunció que no se tiene información exacta de cuál de los recintos que están dentro de Tocuyito fue tomado por las autoridades. Tampoco se conoce el lugar de traslado de los privados de libertad.
De acuerdo con una información publicada en el portal web de la organización no gubernamental, en Tocuyito se encuentra el Centro Penitenciario de Carabobo (La Mínima), con una capacidad para 300 hombres; el Internado Judicial de Carabobo (La Máxima), con 1200 hombres; el anexo femenino Internado Judicial de Carabobo; el Centro de Formación Femenino Independencia y el Centro de Formación del Hombre Nuevo El Libertador, creado en 2016 para albergar a 1170 hombres.
“Lo que sí podemos indicar es que estos traslados aumentarán el hacinamiento ya existente en los demás recintos penitenciarios del país, situación que Una Ventana a la Libertad ha advertido desde hace muchos años”, dijo Palma.
Un mes de la intervención de Tocorón
El despliegue en la cárcel de Tocuyito ocurrió 35 días después de la intervención del Centro Penitenciario de Aragua, en Tocorón estado Aragua.
El OVV denunció que Héctor Rusthenford Guerrero Flores, apodado el Niño Guerrero, quien es líder de la megabanda El Tren de Aragua y el pran de la cárcel, se evadió del penal antes del operativo con otros reclusos.
Sin embargo, el ministro Ceballos negó –en una entrevista con el medio Últimas Noticias– que hubo negociación alguna con bandas criminales y alegó que el Niño Guerrero no se fugó sino que ya estaba en plena libertad cuando ocurrió la toma del penal.
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