Foto: Mabel Sarmiento Garmendia

Comunidad

Las personas que viven con VIH-Sida son castigadas por el desabastecimiento de antirretrovirales y de reactivos

By Mabel Sarmiento @mabelsarmiento

November 27, 2020

En San Félix estado Bolívar, por ejemplo, durante tres meses de la pandemia no hubo distribución de tratamientos. 1500 personas no se tomaron los antirretrovirales. Hoy en día no hay tubos morados ni rojos para procesar las cargas virales, cuyos reactivos se van a vencer en abril de 2020.

Caracas. De las 110.000 personas que viven con VIH, según la cifra que levantó Onusida, datos recopilados de la estadística oficial de 2019, 65.000 no recibieron antirretroviral.

Este año la situación no varió: se registró 63,54 % de desabastecimiento de la gama de cerca de 30 tratamientos diferentes al TLD, que desde hace un año se distribuye a través de OPS y Onusida.

Pero hay más. El monitoreo social de la gestión pública de los servicios de atención y tratamientos en VIH, hecho por miembros de la sociedad civil, en farmacias dispensadoras de medicamentos antirretrovirales; consultas y otros servicios de salud de Anzoátegui, Apure, Aragua, Barinas, Bolívar, Carabobo, Cojedes, Distrito Capital, Falcón, Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Nueva Esparta, Portuguesa, Táchira, Trujillo, Vargas y Zulia; concluyó que Venezuela es el país del 100 % de: escasez de reactivos para pruebas diagnósticos, control y seguimiento al VIH; desabastecimiento de medicamentos para el tratamiento de infecciones oportunistas, de escasez de fórmulas lácteas para niños y niñas con la infección; con consultas de VIH e ITS con equipos obsoletos y sin insumos clínicos, y con poco personal de salud con experiencia en la patología, sin incentivos y abandonados por el sistema público de salud.

Alberto Nieves, director ejecutivo de la Asociación Ciudadana contra el Sida (Accsi), dijo que esto ocurre porque el Programa Nacional de Sida es sumamente deficiente y no por la pandemia, pues ya venía arrastrando una crítica vulnerabilidad en su estructura desde hace algunos años.

“Llegó la COVID-19 y terminó de desnudar la situación de las personas que viven con VIH, el país recibe el virus ya colapsado, con un sistema sanitario inoperativo, regido por autoridades sanitarias deficientes, incapaces, sin experiencia; y eso marcó al Programa Nacional, donde hay un personal sin preparación, no tiene médicos graduados con especialidad en VIH. En paralelo, hay otras unidades administrativas como la Dirección Nacional de Antirretrovirales que también tienen esas debilidades y ponen en riesgo el plan de abastecimiento”.

Citó que en San Félix, estado Bolívar, por ejemplo, durante tres meses de la pandemia no hubo distribución de tratamientos. 1500 personas no se tomaron los antirretrovirales que les mandaron, con el agravante de que ya venían de sufrir episodios fuertes porque entre 2016 y 2018 estuvieron sin tratamiento. “Y eso causa daños físicos y psicológicos irreversibles. Esto es un sufrimiento humano espantoso, como nunca había ocurrido en el país dese que está la epidemia del VIH”.

Lara fue otro de los estados con afectación, al igual que Zulia. Nueva Esparta se quedó sin el suministro en varias oportunidades, por las mismas deficiencias en la distribución.

“Enviaban los camiones y no hacían seguimiento, no les daban salvoconducto a los choferes, no facilitaban su salida desde el almacén Jipana en Valles del Tuy. Luego se quedaban varados en Anzoátegui esperando autorización para poder subir al único ferry. Luego está la falta de gasolina y el cierre de vías; y aunque Onusida y Unicef asumieron el transporte, todo se vio empañado por la deficiencia de la gestión pública. Hubo muchos problemas de comunicación con el resto de las direcciones regionales, muchas no tuvieron luz, agua, teléfonos, computadoras, personal. Nunca cerraron, pero trabajaron en condiciones deplorables”.

Ahora bien, con la primera subvención de medicamento donado por el Fondo Global, los tratamientos llegaron a mediados de año y se entregaron de forma escalonada. Finalmente, en septiembre pasado se hizo entrega del TLD con recursos de la segunda subvención.

“Eso hizo que el desabastecimiento no fuera tan fuerte. Sin embargo, entre enero y octubre 2020, la sociedad civil y todas las organizaciones no gubernamentales de VIH, calculan que 70.000 personas lograron salvar sus vidas por la distribución del TLD, pues el Gobierno no ha comprado medicina desde 2016. Hay una lista de tratamientos combinados, son cerca de 30 cuyo desabastecimiento es de 63,54 %. Solamente el TLD es donado por el Fondo Global y hay cerca de 10.000 personas que no pueden tomarlo porque pueden sufrir problemas renales y óseos.

¿Cuál es el panorama actual?

Dijo además que las actas de defunciones no indican el fallecimiento por Sida, ponen las comorbilidades asociadas como tuberculosis o sarcoma de Kaposi, pero no la razón; también los familiares solicitan que no se indique que murió por Sida, temen ser discriminados y estigmatizados y, por otro lado, los centros de salud niegan la información.

“El porcentaje de discriminación fue muy alto y eso contrasta con el hecho de que 554 ciudadanos con VIH fueron hospitalizados y nos conseguimos entonces contaminación en esos centros, falta de insumos, de alimentos, de medicinas, escaso personal. Medio los atendían y los mandaban a sus casas, tal vez fallecían y no se tiene ese registro”.
“Exigían el kit de bioseguridad, además no les podían entregar el medicamento antirretroviral pediátrico”.
“Hay muchas personas que viven con VIH que comen un día sí y otro no, que hacen una sola comida, no tienen ingesta de proteínas, vegetales o frutas”.

Existen seis laboratorios de carga viral (Maracaibo, Valencia, Aragua, Mérida, Barcelona y Caracas) y por eso se están centralizando en el INH. “Hace una semana comenzaron a realizar los exámenes y dieron cupos mensuales, por ejemplo, 44 al Zulia, 200 a Carabobo, 80 a Barinas. Pero sucede que hay muchos problemas para la toma de las muestras porque no hay tubos de tapas moradas y rojas”.

Foto: OMS / Cortesía

En los de tapas moradas se mete la sangre, se centrifuga y luego se traspasa al de tapa roja para su transporte en sistema de congelación, cosa que no está ocurriendo. “Nos han dicho que se están reciclando los recipientes y que cuestan entre 500.000 y 600.000 bolívares uno solo. Además, no hay cadena de frío y no se consigue ni hielo seco para proteger las muestras”.

Ahora el Ministerio de Salud solicitó a la OPS que comprara los equipos. Eso puede tardar cuatro meses más y los reactivos se vencerán en abril de 2021.

“Venezuela está creando un nuevo concepto de crisis humanitaria compleja. Esto es exponencial y ahora se criminaliza la solidaridad y el trabajo de la sociedad civil. Están pasando cosas muy crueles. En Margarita estuvo a punto de paralizarse la toma de muestras porque el laboratorio no tenía tinta para imprimir, una ONG se la facilitó, pero también está sucediendo que es la misma sociedad civil la que traslada con sus carros a los trabajadores de la salud y a los pacientes hasta los laboratorios. Hacemos un llamado al Presidente Maduro y al ministro de Salud, Carlos Alvarado, para que responda. Ya basta de abandono a las personas que viven con VIH, estamos organizados y dispuestos a trabajar de forma conjunta, queremos salvar vidas”.

Este 1° de diciembre se conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Fecha cuando debería hablarse de los avances para contrarrestar el virus y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH. En Venezuela, sigue avanzando una pandemia.