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Gobierno

PSUV aprovecha la cuarentena para potenciar sus organizaciones de base como mecanismo de control social

By Héctor Antolínez @hectorantolinez

April 30, 2020

Los consejos comunales y los comités locales de abastecimiento y producción han tenido un rol casi protagónico en el control social de la población, desde encargarse de la distribución de los alimentos a través de las cajas Clap, hasta otorgar pases de circulación en algunas zonas de Caracas.

Caracas. La “cuarentena social” decretada por Nicolás Maduro como medida para combatir la pandemia de COVID-19 –la cual para este 29 de abril ya había infectado a 329 personas en Venezuela– ha permitido también que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) refuerce el control social sobre la población.

No se trata de una consecuencia accidental, es algo que de hecho el gobierno de Nicolás Maduro ha propiciado desde los comienzos de la cuarentena, valiéndose del combate contra la COVID-19.

El pasado 15 de marzo, fecha en la que el mandatario anunció la aplicación de la cuarentena, él mismo instruyó a los consejos comunales y Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), para que aseguraran el suministro de alimentos en el país.

Esta acción ha sido llevada a cabo por los Clap en algunas zonas de la capital, como La Vega, donde al principio de la cuarentena llegaron algunas cajas de comida, pero a medida que se ha agudizado la crisis de combustible, estas se han ido entregando de forma inconsistente.

El suministro irregular del Clap ha propiciado que en algunos sectores, como Catia, la gente rompa el aislamiento social y salga a buscar algún tipo de alimento.

Ángel Cacique, dirigente vecinal de Catia, señala que el control social a través de los consejos comunales comenzó inclusive antes de la cuarentena. Explica que los consejos comunales legítimos, poco a poco, fueron remplazados por los Clap, los cuales estaban conformados en su mayoría por voceros conocidos del PSUV.

Los consejos comunales, los tradicionales, fueron sustituidos por los Clap. Antes elegíamos e incorporábamos voceros, eso funcionó medianamente; ahí había gente que no era del PSUV y ellos desconocieron eso”, comentó Cacique.

El dirigente señaló también que luego de establecidos estos nuevos consejos comunales, controlados por los Clap, se empezaron a encargar de funciones que trascendían a la simple entrega de alimentos, llegando a remplazar instancias como las mesas de diálogo con servicios públicos para controlarlas directamente.

“Ya había un proceso de control antes de la cuarentena y cuando empezó, aumentó el control, el mecanismo de supervisión. Algunos moderados fueron dejados de lado”, dijo.

Uno de los casos más emblemáticos de control social durante la cuarentena ha sido el pase de circulación que los consejos comunales han entregado en Catia. Se trata de una tarjeta que justifica el tránsito libre en el sector de Caracas para las personas que tuvieran que salir de sus hogares.

Cacique comentó que más allá de la implementación del pase, la zona se encuentra con una fuerte presencia de funcionarios policiales, efectivos de inteligencia y, en particular, miembros de grupos de choque afectos al oficialismo. A su juicio esto tiene como objetivo asegurar que la gente no rompa la cuarentena, pero que no logra tener el éxito necesario por la propia necesidad de las personas.

En Catia el acceso a dinero en efectivo es muy precario, tienes que salir para conseguir algo de efectivo. Además, la mayoría de las personas trabaja fuera del sector y otras deben salir a ver cómo se ganan la vida porque no tienen trabajos formales”, explicó Cacique .

El dirigente vecinal indicó que la presencia de estos grupos busca imponer el orden en la zona algo que, dijo, se ha incrementado desde que empezaron rumores de posibles saqueos a comercios, situación que ya se ha presentado en otros estados del país.

José Gregorio Cáribas, dirigente de Un Nuevo Tiempo y del Frente Amplio Venezuela Libre capítulo Caracas, validó lo señalado por Cacique y manifestó que en la actualidad, con la mayoría de los partidos políticos del país sin poder hacer política de forma presencial, el chavismo ha buscado la forma de aprovechar el vacío generado.

Cáribas mantiene que solo el PSUV, por la estructura con recursos del Estado que posee, es el único partido político en el país que se encuentra activo y recorriendo las comunidades de Caracas, una situación que les ha permitido consolidar el control sobre sectores populares a través de la caja Clap.

Pese a esto, aseguró que el PSUV se enfrenta al rechazo que existe en las comunidades contra las personas que integran sus estructuras de base, un rechazo generado por la actitud asumida en meses previos.

Ellos están tratando de activar sus bases con este problema, pero en vez de hacerlo con las Unidades de Batalla Bolívar Chávez, activaron a los Clap, y esa gente es muy mal vista porque son altaneros. Eso ha tenido rechazo en las comunidades”, explicó Cáribas.

En la actualidad, estas unidades organizativas del PSUV mantienen un monopolio sobre la población que solo se ha incrementado a raíz de la paralización de la economía venezolana como consecuencia de la cuarentena. Controlan alimentos, gas, agua y orden público en las comunidades con el visto bueno del partido de Nicolás Maduro.