José Pirrone, director de la Escuela de Telecomunicaciones de la UCAB, explicó que la deficiencia de las conexiones en Venezuela se debe a la falta de inversión.
Caracas. Yohan Pimentel, periodista que trabaja desde su casa, renunció a su empleo a comienzos de 2023 luego de estar seis meses sin servicio de internet fijo. Al principio de la avería un vecino le permitía conectarse a su red de wifi, pero a finales de 2022 él también se quedó sin conexión.
Desde hace un año el periodista trabajaba como redactor desde Caricuao, donde vive. En esta parroquia el servicio de internet de banda ancha de la Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) es intermitente, contó Yohan. Algunas de las zonas afectadas son García Carballo, Las Terrazas, UD-3, UD-5, UD-2 y El Onoto.
También, la señal de datos por Digitel y Movistar es limitada la mayor parte del tiempo, por lo que no hubo manera de que Yohan pudiera conservar su única fuente de ingreso.
En el caso de Yohan pagarle a una empresa privada de internet no era asequible. Nada más la instalación de internet inalámbrico le costaba $300, mientras que su salario era de $200.
Un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) en mayo de 2022, documentó que 57,2 % de los encuestados no tenían acceso a internet fijo.
Trabajar donde haya señal o internet
La oficina de Miriam Cueva –quien desde el 2016 es asistente virtual– queda en cualquier sitio donde tenga acceso a internet o señal. Pero donde vive, en el sector Manicomio, parroquia La Pastora, no suele encontrar ninguna de las dos.
De acuerdo con Andrés Azpúrua, director de la organización no gubernamental Ve Sin Filtro, la gran mayoría de los venezolanos están fuera del alcance de un internet de calidad. “Falta mucho desarrollo de opciones de internet residencial que sea de alta velocidad, estable y confiable”.
La Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), en su registro del primer trimestre del 2022, documentó que la empresa estatal Cantv tiene 2.262.351 suscriptores, lo que representa 63,79 % en la distribución del mercado de internet tradicional.
Miriam puede “instalar” su oficina en el Parque del Oeste Alí Primera, en la avenida Sucre; en las cercanías de la biblioteca del Banco Central de Venezuela, Ernesto Peltzer, en el centro, y hasta en la feria de comida del Centro Comercial Metro Center en Capitolio.
En estos lugares usa su laptop y un dispositivo de wifi portátil de Digitel para poder trabajar. Aunque cuando iba a Capitolio nunca estaba sola, alguien más la acompañaba porque sabía que podía estar muy expuesta a los delincuentes.
Antes podía conectarse desde la comodidad de su hogar, pero desde hace dos años no tiene línea telefónica y en el 2022 se quedó sin internet. Así como ella, varios vecinos de Manicomio, específicamente en la esquinas de Rancho Grande y Aguacatico y la calle El Molino, tienen el mismo problema con el servicio de Cantv.
Estudiar en la parada
Durante la pandemia de COVID-19, entre 2020 y 2021, el estudiante universitario Gerson Díaz, debía caminar hasta cuatro kilómetros para buscar señal de Movistar, porque con el internet de su casa, en La Guaira, no podía contar: o era muy lento o no tenía.
De acuerdo con el Índice Global Speedtest, la velocidad promedio de internet de banda ancha fija en Venezuela es de 15.34 megabits por segundo (Mbps), que la ubica en la posición 138 de 178 países. Es la segunda más baja de la región, solo superada por Cuba (1.91 mbps), que está en el último puesto.
En Maracaibo, estado Zulia, tienen una velocidad promedio de internet de 61.02 Mbps y se encuentra en la posición 91 del ranking mundial de ciudades. Caracas está en el puesto 173 con 8.82 Mbps.
En más de una ocasión, Gerson caminaba aproximadamente 2,4 kilómetros, desde el sector Punta de Mulatos hasta Maiquetía, solo para conectarse a una clase de dos horas. Lo hacía desde una parada de autobuses. Allí se expuso a la lluvia y se arriesgó a que le robaran su celular, su único medio para asistir al aula virtual.
En casa de Gerson nunca han usado el servicio de Cantv porque ese servicio es mucho más deficiente que el del resto de las compañías de internet de la localidad. Anteriormente estaba suscrito a TV Cable Litoral que también ofrecía un internet “de mala calidad”.
Pese a todo, Gerson no se explica cómo algunos de sus profesores no entendían su situación. Sin embargo, hizo su máximo esfuerzo para continuar con su carrera. No se rindió.
El joven estudia en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y en la actualidad puede ver clases presenciales y online, luego de que se levantaran las restricciones para detener el avance de la pandemia.
Problemas de inversión
Según José Pirrone, director de la Escuela de Ingeniería en Telecomunicaciones de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Venezuela era modelo para la región porque antes había mucha más inversión destinada al sector de las telecomunicaciones.
“El problema es que hay que tener inversiones y mantenerse operativos con la tecnología al día. Antes había más inversión y Venezuela estaba en la cresta de la ola. Hoy en día, los problemas económicos han hecho que ya no estemos en la cresta o estamos en la parte de abajo o atrás”.
Mientras que Azpúrua enfatizó en que es necesario que se promueva una “competencia real” en oferta y precios para que los usuarios puedan escoger de acuerdo con sus necesidades. Agregó que deberían añadirse nuevos proveedores al mercado y que los existentes puedan ofrecer internet por fibra óptica.
También, agregó que en aras de inversión, se debe dar espacio para proyectos financiados por el Fondo de Acceso Universal o la misma Cantv para cubrir los lugares donde sea mucho más difícil hacer rentable el servicio en algunas comunidades.
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