Los habitantes de la zona norte de Maracay acudieron al Consejo Legislativo de Aragua para dar propuestas que eviten otra tragedia. Sin embargo, no fueron atendidos por los legisladores. Este 17 de octubre se cumplió un año del desbordamiento de la cuenca del río Palmarito.
Maracay. Viviendas con daños estructurales, rocas en la vialidad y calles en mal estado son las secuelas en la comunidad de El Castaño, municipio Girardot, tras el desbordamiento de la cuenca del río Palmarito, el 17 de octubre de 2022.
Las urbanizaciones de El Castaño y Palmarito fueron las zonas más afectadas. Aquel día, cuando algunos vecinos regresaban a sus hogares cerca de las 2:00 p. m., observaron un alud que arrasó todo lo que encontró a su paso.
“Recuerdo ese día con mucha angustia y preocupación, pero dándole gracias a Dios que sobrevivimos. Estaba en mi casa cuando se desbordó el río. No sufrí daños irreversibles como otros vecinos, pero la calle sí sufrió mucho y aún estamos esperando que la puedan arreglar”, comentó Alice Santos, habitante de la calle Los Chaguaramos de la urbanización El Castaño.
La temporada de lluvia se ha convertido en una preocupación para quienes habitan en estas comunidades, ubicadas al norte de Maracay. Consideran que los trabajos de prevención y protección por las autoridades no avanzan como deberían.
“Cada vez que llueve todos nos preocupamos, todavía tenemos el trauma del año pasado. Para mi concepto, las labores van un poco lentas. Uno puede entender que el presupuesto no sale de un día para otro, pero ya ha pasado un año”, reiteró Santos.
El 17 de octubre de 2022, según el reporte pluviométrico del SAT-Inameh, hubo precipitaciones intensas durante siete horas que alcanzaron un total de 37 mm en la cabecera de El Castaño, sumadas a las lluvias torrenciales que cayeron de manera prolongada en los 15 días previos a los eventos.
En una nota anterior de Crónica.Uno, la geóloga Luiraima Salazar, explicó que las características de estos movimientos a lo largo de las laderas del valle encajado de la quebrada de Palmarito, al norte de Maracay, se pueden describir como grandes deslizamientos de rocas, avalanchas o aludes compuestos de rocas, lodo, arena e, incluso, gases, que descienden a gran velocidad a lo largo del cauce.
Ese evento, llamado flujo de detritos, impidió una respuesta inmediata por parte de los habitantes de la zona, provocó incalculables pérdidas materiales y tres víctimas fatales.
“Se construyó donde no se debía. En Las Tejerías se asentó una población sin planificación y en El Castaño se construyeron viviendas sin los debidos estudios de suelo. En esta última, ya había evidencias de eventos naturales previos. Debió hacerse un ejercicio lógico y preguntarse cómo llegaron esos bloques de rocas a El Castaño antes de su urbanización”, explicó en su momento la geóloga Luiraima Salazar.
Organización vecinal
Los vecinos se organizaron para realizar un censo y determinaron que la tragedia impactó 470 viviendas: 27 se declararon como pérdida total, 134 sufrieron daños graves y 309 presentaron afectaciones leves.
“Hubo pérdidas de vidas humanas y eso es lamentable e irrecuperable. Por ello hay que procurar medidas de prevención y de protección. Esto puede volver a pasar, son procesos típicos de la zona”, comentó Ricardo Maingon, habitante de la comunidad.
De acuerdo con las cifras oficiales, tres personas murieron durante la crecida de la cuenca del río Palmarito. Dos víctimas eran habitantes, mientras que el tercer fallecido trabajaba como vigilante de la urbanización El Castaño.
Para evitar otra tragedia, la comunidad elaboró un informe con profesionales de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y determinaron que en la zona alta de El Castaño hubo deslizamientos que saturaron el suelo y produjeron presas naturales.
“No podemos cambiar la geología, pero sí podemos influir en nuestro destino tomando medidas inteligentes y audaces. Al unirnos como comunidad y adoptar soluciones sólidas y científicas –apoyados en los entes gubernamentales, ayudas internacionales y en la Academia– podemos transformar esta tragedia en un punto de partida hacia una Maracay más segura”, enfatizó Maingon.
El informe se llevó al Consejo Legislativo del estado Aragua (Cleba), donde hubo un acuerdo para exponerle las propuestas a los legisladores, pero los vecinos no fueron atendidos.
Las familias proponen a las autoridades que se implemente un sistema de alerta temprana, mapas de riesgo y estudios hidráulicos en la comunidad. Se requieren estas medidas para evitar que el desbordamiento del río Palmarito sea recurrente.
Afectados de manera indirecta
El alcalde de Girardot, Rafael Morales, informó que 20.000 personas resultaron afectadas de manera indirecta. Dijo que harán un plan especial de reordenamiento urbano, para determinar si es necesario reconstruir viviendas donde estaban antes de la tragedia.
“Hay propietarios que nos han pedido algunos materiales para reconstruir sus viviendas. Nosotros, responsablemente, hemos frenado eso hasta que el plan especial esté listo y así saber si es correcto o no reconstruir una vivienda donde estaba”, aseveró Morales.
Adelantó que pronto sostendrá un encuentro con propietarios de 18 casas en situación crítica, para definir las soluciones viables que se pueden dar.
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