Foto: Cheché Díaz

Comunidad

Esperanza de vida de los nacidos luego de 2015 se reduce 3,7 años, revela la Encovi

By Mabel Sarmiento @mabelsarmiento

July 07, 2020

El deterioro de los indicadores sociales es cada vez más acelerado de acuerdo con los resultados de la Encovi 2019-20. Todos los venezolanos son más pobres, comen menos y están envejeciendo aceleradamente. Eso sin contar que, en materia demográfica, hay resultados de la encuesta que ubican al país en los años ochenta, cuando dan cuenta, por ejemplo, de que la mortalidad infantil es de 26 por cada 1000 nacidos.

Caracas. Los resultados de la Encovi, presentados este martes 7 de julio, muestran un país en rojo, aun cuando no había llegado la pandemia. Presentan a una Venezuela donde 96 % de los ciudadanos tiene pobreza de ingresos, 68% de consumo, 41% crónica y 54% entró en pobreza reciente. Y en la cual la esperanza de vida de los nacidos en 2015 se reduce en 3,7 años y aumenta la mortalidad infantil.

Indicadores que se ven más claros cuando la Encovi va desglosando por categorías. Por ejemplo, dice que la gente come menos de 2000 calorías diarias, menos de 20 gramos de proteínas del promedio de 51 al día y están envejeciendo aceleradamente. 

Eso sin contar que, en materia demográfica, hay resultados de la encuesta que ubican al país en los años 80, cuando da cuenta, por ejemplo, de que la mortalidad infantil es de 26 por cada 1000 nacidos.

La Envovi fue presentada este martes a través de la plataforma virtual Zoom. Esta es su quinta edición y lo que ha venido mostrado con el paso de los años es una marcada reducción de la calidad de vida de los ciudadanos, sin que se vea a corto plazo algún signo de mejoría.

Los profesores Anitza Freites, directora del Observatorio Venezolano de Migración de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y coordinadora de la Encovi, y Luis Pedro España, sociólogo y director de Ratio-Ucab, resumieron atinadamente, entre otros aspectos, lo relativo a los cambios democráticos, la inseguridad alimentaria y la pobreza en sus múltiples dimensiones, aspectos que disminuyen la esperanza de vida del venezolano.

Las desigualdades no han perdido vigencia.  A Freites pertenece esa frase que relacionó con  los resultados de los cinco ciclos de la Encovi. Sin embargo, dijo que para esta edición introdujeron nuevas tecnologías, se facilitó la ampliación de la red matemática y se trabajaron 13 ejes temáticos: “El uso de la plataforma desarrollada por el Banco Mundial nos permitió tener más controles para la calidad de la data, cuya cobertura se elevó a más de 16.000 hogares”.

El trabajo de campo se paró el 16 de marzo, debido al decreto de emergencia por la COVID-19, pero los resultados son los indicadores más actualizados en materia social con los que cuenta el país. Esta es parte de la data demográfica ofrecida por Freites:

Datos de la vivienda 

De cada 10 hogares, casi ocho se alojan en viviendas con conexión a acueducto, uno se abastece de agua con el uso del camión cisterna y el resto utiliza pila pública, estanque u otros medios El acceso al acueducto no garantiza suministro continuo de agua potable a todos los hogares: solo uno de cada cuatro se sirve diariamente del agua en su vivienda, mientras que la gran mayoría puede disponer de este servicio solo ciertos días a la semana (59 %) o algunas veces al mes (15 %).

La pobreza en toda su dimensión

“Todos en Venezuela somos pobres” . Una frase lapidaria, pero real. La dijo Luis Pedro España, quien insistió en señalar que la pobreza de ingreso ha venido en ascenso desde 2014, año cuando se conocieron las últimas cifras oficiales, lo que merma la esperanza de vida.

“Parte del seguimiento de la Encovi es producto de que en el país se dejó de producir información social y las universidades no estaban dispuestas a dejar de ver lo que estaba pasando. Y al hacer los estudios hemos visto el aumento exponencial de la pobreza a partir de 2014, y eso no se trata de un fenómeno de desigualdad, sino de que no hay riquezas qué repartir. Cuando eso ocurre los niveles de pobreza aumentan de manera importante, y en los dos últimos años se suma el proceso inflacionario, que para marzo de 2019 fue de 3265 %”. 

Las cifras más reveladoras que ofreció durante su intervención  fueron que: 

Muchas familias tienen sus neveras vacías porque el ingreso no les alcanza.

“Un hogar con lavadora es un hogar rico”. Según Luis Pedro España, desde diciembre las misiones sociales no representan una cobertura importante para la población. Se refirió a las transferencias públicas (los bonos), a las privadas (remesas) y a las cajas Clap.

El sociólogo, tomando como referencia la realidad de las transferencias, considera que un programa diseñado para cerrar la brecha de pobreza extrema tendría que transferir 2,07 dólares al día a 6,5 millones de hogares. El presupuesto de este plan de ayudas sería de 5000 millones de dólares al año.

Entre tanto algo más real sería que hubiera: 

  1. Crecimiento económico y generación de empleo.
  2. Incorporación de las mujeres al mercado de trabajo.
  3. Rentabilización de la educación.
  4. Programas de alimentación focalizados en población vulnerable

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