Foto: Alberto Torres

Ambiente

Inparques vuelve a llamar para discutir el PORU de El Ávila sin presentar el diagnóstico del parque nacional

By Mariana Sofía Garcia @sofiggarcia

April 09, 2021

El coordinador del parque nacional El Ávila, Ramón Campos, informó durante la reunión de este viernes que en 2019 Inparques emitió una autorización a la empresa Enduro Series para usar “algunas rutas del parque” para una carrera de bicicletas a través de una “vía de excepción” que fue firmada por las altas autoridades de la institución.

Caracas. Desde 2019 el Instituto Nacional de Parques (Inparques) ha llamado a la ciudadanía a que participe en la revisión y actualización del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso (PORU) de El Ávila. En la tercera reunión, que se hizo en noviembre de ese año en el área recreativa Los Venados, se comprometieron a entregar el diagnóstico del parque nacional en el próximo encuentro. Esto no ocurrió este 9 de abril cuando se retomó el debate y los presentes pedían el documento.

El presidente de Inparques, Josué Lorca, comenzó la reunión de este viernes y aseguró que, aunque el encuentro estaba planificado para el segundo semestre de 2021, se adelantó por “premura ministerial ante la presión de un grupo”. Sin más detalles, comenzó la actividad vía Zoom en la que la moderadora, doctora Argelia Silva, leyó algunos de los artículos del PORU de 1993 que proponen modificar.

Material de apoyo durante la reunión de este 9 de abril.

Ante esto, los participantes comenzaron a cuestionar por el chat que cuál era el diagnóstico del parque nacional El Ávila. La respuesta de la directora general sectorial de Parques Nacionales, Hilda Ángel, fue que este documento se elaboró en 2020 y están complementando con algunos otros estudios para, probablemente, tenerlo listo la semana que viene.

El biólogo Edgar Yerena, quien se desempeñó como jefe de planificación en la Dirección de Parques Nacionales, comentó a Crónica.Uno que para acometer la modificación de un plan de ordenamiento debe existir una evaluación del estado del parque e hizo énfasis en que debe decirse de manera objetiva cuáles son los problemas que está enfrentando El Ávila y hacer un contraste con el plan de ordenamiento vigente para encontrar si hay alguna incompatibilidad entre el documento y las problemáticas que se están presentando.

Un plan de ordenamiento no se modifica para relajarlo o para bajarle los niveles de exigencia, sino al contrario, para ajustarlo y optimizar las opciones legales para hacerle frente a las amenazas”, explicó el experto y resaltó que ese diagnóstico no existe porque no ha sido publicado.

Por su parte, Marlene Sifontes, secretaria del sindicato de Inparques, coincidió sobre la falta de un diagnóstico para poder dar pie a la discusión del PORU de El Ávila. Si no está ese documento, entonces no puedes presentarle nada a las comunidades, ni modificar artículos ¿Cómo le están diciendo a la gente que mande propuestas si no se saben cómo está el parque?, alertó.

Otro artículo que mencionaron durante la reunión.

Otra pregunta que surgió en la reunión fue en qué punto de la discusión estaban en ese momento, tomando en cuenta las tres reuniones que se dieron en 2019, y luego la suspensión de los encuentros durante 2020 por las limitaciones que implicó la pandemia de la COVID-19.

“Estamos en una fase de revisión. Tuvimos la primera aproximación de la propuesta del PORU basado en mesas técnicas internas (…) Han revisado la articulación, faltan algunos chequeos de campo en ciertas áreas para tener una visión más completa, comentó Hilda Ángel y agregó que la programación es con mesas internas y con grupos de interés para recibir aportes y consideraciones para tener una propuesta más definida que irá a consulta pública a finales de mayo.

En contraste, Yerena sostuvo que no hay un cronograma claro y explícito para la ciudadanía sobre cuáles van a ser los distintos eventos públicos en los que se discutirá el diagnóstico, si abrirán mesas de trabajo y si se aterrizará una discusión global sobre el parque nacional.

Algunos puntos que mencionaron para investigar durante las reuniones dadas en 2019 fueron la eliminación del saneamiento legal de la superficie del parque nacional y la inclusión de la palabra “deporte” en alguno de los artículos. En esta oportunidad, las autoridades comentaron la ampliación del parque para llevarlo de 82.000 a 107.000 hectáreas.

Inparques dio permiso para carrera de bicicletas

El coordinador del parque nacional El Ávila, Ramón Campos, informó durante la reunión de este viernes que en 2019 Inparques emitió una autorización a la empresa Enduro Series para usar “algunas rutas del parque” para una carrera de bicicletas a través de una “vía de excepción” que fue firmada por las altas autoridades de la institución.

Según Campos, un equipo técnico hizo una evaluación post-actividad donde “no vieron o notaron alteraciones mayores a las que ya tenía el sendero” y aseguró que el tema de las bicicletas en El Ávila está de moda en las redes sociales.

El pasado 6 de abril los miembros venezolanos de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas (CMAP) de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) rechazaron la carrera de bicicletas que se pretendía hacer en El Ávila el pasado 19 de marzo y resaltaron que esta actividad es “absolutamente incompatible” con el sentido, razón de ser y concepto de un parque nacional. Además, subrayaron algunos daños que puede causar este deporte, como erosión en el suelo, ampliar el ancho de los senderos, el efecto “capas de cebolla” y que aleja a la fauna por el ruido.

El ciclismo de montaña está expresamente prohibido en el artículo 28.b numeral 9 del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional El Ávila (PORU) y en la resolución N.° 00012 del 4 de marzo de 2011 del Ministerio del Ambiente, que prohibió la actividad en los monumentos naturales de Venezuela.

Elides Sulbarán, ingeniero forestal con maestría en Ordenación y Territorio y profesor ad honorem de la Universidad de los Andes, explicó que lo primero que habría que revisar es la autorización que Inparques le dio a la empresa Enduro Series por tratarse de un acto administrativo público que debería estar publicado en la página web del instituto. No obstante, hasta este 9 de abril existía la duda de si se había dado o no el permiso. 

Además, insistió en que una autorización es un acto particular que debe ser motivado por razones pesadas. Dicen que se otorgó vía utilidad pública. Una actividad comercial no es una utilidad pública, lo es la construcción de una vía, un puesto de guardaparque o un área recreativa, subrayó el experto.

El segundo elemento que cuestionó el profesor Sulbarán es que, ante el argumento por parte de la asesora legal de Inparques sobre una “laguna porque la vía de excepción del plan de ordenamiento no estaba clara”, debía acudirse a otras normas y, en última instancia, se tenían que valer de un principio ambiental fundamental que es siempre favorecer a la naturaleza.

Una carrera en vez de favorecer al parque, favorece al comerciante, que es un interés particular”, remató.
Foto: Alberto Torres