Una segunda carrera de bicicletas de montaña en El Ávila viola el PORU y amenaza el parque nacional

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El Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos de Inparques argumenta que el ciclismo de montaña está expresamente prohibido en el Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional El Ávila y en la resolución N.° 00012 del Ministerio del Ambiente, que prohibió la actividad en los monumentos naturales de Venezuela.

Caracas. Los esfuerzos de sindicalistas del Instituto Nacional de Parques (Inparques) y defensores de El Ávila por evitar actividades de rustiqueoque amenazan este parque nacional han sido ignorados. Luego de una carrera de ciclistas realizada en 2019, se pretende volver a hacer la actividad este año, pese a estar prohibida en todas las normativas.

De nuevo el sindicato de Inparques tocó la puerta del Ministerio Público con una carta directa al fiscal general designado en 2017 por la Asamblea Nacional Constituyente, Tarek William Saab, para que se abra una investigación penal ambiental por una nueva carrera pautada para el 19 de marzo con 150 bicicletas de cross bajo la organización de Enduro Series Venezuela.

José Gregorio Matute y Marlene Sifontes, secretarios del Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos de Inparques, argumentan en el texto que el ciclismo de montaña está expresamente prohibido en el artículo 28.b numeral 9 del Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso del Parque Nacional El Ávila (PORU) y en la resolución N.° 00012 del 4 de marzo de 2011 del Ministerio del Ambiente, que prohibió la actividad en los monumentos naturales de Venezuela.

Además, Sunep-Inparques solicitó a la dirección de Parques Nacionales que se abra un procedimiento administrativo sancionatorio y se ordene una medida preventiva de suspensión de la actividad para impedir que se produzca un daño de difícil reparación a los valores ambientales que deben protegerse.

En la página web de Enduro Series Venezuela publicaron que la actividad tiene un costo de 80 dólares. Además, en la página en inglés de esta empresa se especifica que será en El Ávila y escriben:

Conocido como el pulmón de Caracas. Separa el mar Caribe del valle de la ciudad. El evento tiene lugar en el complejo Ávila Mágica, que cuenta con un hotel de 5 estrellas para acoger a los ciclistas, cabinas, restaurantes y muchas comodidades. Los ciclistas deben completar más de 20 kilómetros de senderos naturales muy divertidos, descensos técnicos y 1600 metros de escalada empinada.

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Información que aparece en la página del evento.

La última carrera de bicicletas que se hizo, aunque el sindicato envió cartas de atención al Ministerio Público, fue el 19 de octubre de 2019. En ese momento, se enfrentaron a la negativa de la directiva de Inparques a reconsiderar el evento luego del reclamo hecho por ambientalistas y defensores. Después de que se efectuó la actividad, el sindicato denunció algunas afectaciones ocasionadas a los elementos naturales de El Ávila.

El biólogo Edgar Yerena, quien se desempeñó como jefe de planificación en la Dirección de Parques Nacionales, explicó a Crónica.Uno que el ciclismo de montaña se prohíbe dentro de la normativa del parque por dos razones: una conceptual, que hace referencia a que son espacios para que la naturaleza se manifieste con la mínima intervención humana posible; y una técnica, que procura que todas las actividades tengan un componente de conexión desde el punto de vista educativo, que generen poco ruido, sin daños en el terreno, de baja densidad y que se minimice el impacto ambiental.

Hay otros espacios en Caracas donde sí se pueden hacer esas actividades. No tiene sentido permitir el ciclismo de montaña en un parque cuando hay muchas opciones desde el punto de vista de espacio territorial, precisó Yerena.

Los impactos

Por lo general, el impacto del ciclismo de montaña es que se utilizan los senderos peatonales o de excursionismo. Algunos han sido abiertos y otros son espontáneos por la propia dinámica al caminar, que se escoge un trazado en la ruta. Sin embargo, Yerena explicó que estos senderos muchas veces no se ajustan a las necesidades de un ciclista, porque tienden a usar atajos, cortar camino o buscar los trazos más rectos. Entonces comienzan a aparecer muchas picas que generan un efecto que llama capas de cebolla.

Esto causa un primer impacto visual, comienza a afectar vegetación y deteriora el paisaje. Por otro lado, Yerena hizo énfasis en la compactación que provocan las ruedas sobre el suelo, porque no se trata solo de un peso corporal, sino que se le suma el peso de la bicicleta y los golpes al caer en el piso. Otros daños que detalló el expertos son:

  • Las ruedas, al hacer fricción sobre el terreno, producen un efecto de socavamiento que genera cárcavas con mucha más facilidad sobre los senderos.
  • En una competencia, por lo general, se genera ruido que espanta a la fauna.
  • Por donde pasan los ciclistas, el ambiente se perturba en tranquilidad, en impacto sobre la vegetación, en la cantidad de senderos y trazados que hacen y generan más erosión.

Yerena sostuvo que donde hay muchas actividades de ciclistas, existe la urgencia y necesidad de tomar medidas de rectificación de las rutas para que la erosión no siga abriendo cárcavas.

Eso generalmente nadie lo hace o es una carga más para el parque, lamentó Yerena, y destacó que Inparques no tiene los recursos para hacer esos trabajos.

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Sendero de El Ávila. Foto: Cortesía
Proliferación de bicicletas en el parque

El sindicato precisó que, para esta oportunidad, la longitud de recorrido de la carrera será superior a los 20 kilómetros, con un tiempo estimado de cuatro horas y media en una pista compuesta por senderos naturales.

Marlene Sifontes denunció que el sindicato maneja información de que durante las semanas de cuarentena radical están subiendo las bicicletas en los funiculares del teleférico para hacer prácticas previas a la carrera por un sendero que llega hasta San Bernardino.

Igualmente, recordó que en la carrera de ciclistas de 2019 se abrió una trocha ilegal cerrada por Chacaíto, las personas amarraron los árboles con cintas, subieron camionetas 4×4 por senderos donde solo debe haber montañistas o usuarios y hubo la ingesta de bebidas alcohólicas.

No estamos en contra de las bicicletas y el deporte. Muy bien que se promueva su uso, pero no en los parques nacionales y sobre todo en El Ávila que está atacado por muchos sitios y tiene muchos problemas. Ya tiene suficiente con la construcción de mansiones, con los daños causados por la nueva ruta del teleférico, por las invasiones y por la vertiente que está en La Guaira, dijo Sifontes, y llamó a la reflexión.


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