Aumentan controles en hospital de Los Magallanes de Catia tras llegada de director militar

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Pablo Zambrano, secretario de Fetrasalud, dijo las personas vestidas de negro, que vigilan todas las áreas del hospital, son parte de las Cuadrillas Defensoras de La Paz (Cupaz).

Caracas. Desde hace varias semanas hombres y mujeres vestidos de negro vigilan todas las áreas del Hospital José Gregorio Hernández, en los Magallanes de Catia. Anteriormente estas personas solo se limitaban a la entrada principal, pero su presencia se extendió luego de que la administración de Nicolás Maduro designara como director del centro médico al sargento del Ejército, Darío José González Santana.

Algunos pacientes expresaron su preocupación sobre la custodia de este grupo. A veces me siento incómodo al verlos tan cerca de uno. No sé si están para ayudar o controlar las cosas dentro del hospital

Pablo Zambrano, secretario ejecutivo de Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud), afirmó que estas personas pertenecen a las Cuadrillas Defensoras de la Paz (Cupaz) y trabajan por honores, es decir, que no reciben pagos por estar dentro de los hospitales. 

Las Cupaz fueron creadas en marzo de 2019 por Maduro, en medio de protestas. Jeremy McDermott, codirector y cofundador de Insight Crime, dijo en una entrevista anterior a Crónica Uno que su función es reprimir a la oposición, atacar bandas, controlar a los colectivos y la distribución de alimentos.

La investigación de Insight Crime El ascenso del Estado criminal híbrido en Venezuela, expone que las Cupaz tienen presencia en la menos 10 estados y es un grupo que está inspirado en los llamados “colectivos”.

Zambrano aseguró que en Fetrasalud recibieron denuncias sobre las Cupaz, ya que supuestamente estas personas amenazan, vigilan y persiguen desde hace varias semanas al personal de salud que trabaja en el hospital. 

No es normal que estos organismos estén dentro del hospital porque en este lugar los únicos que deben estar es el personal de la salud, camareros y directivos.

Una posible militarización 

El sindicalista mencionó que la presencia de este organismo, así como de funcionarios policiales, es parte de una militarización en el hospital, que busca controlar políticamente este centro asistencial ubicado en el sector Magallanes de Catia, en el municipio Libertador.

Un hospital no puede estar dirigido por un militar porque este no entiende que va a trabajar con civiles, nunca con soldados. Ahí es simplemente un civil más, que debe ir a trabajar y a prestar el servicio, puntualizó Zambrano.

A su juicio, esta militarización contempla maltrato hacia el personal de salud y a los pacientes. Añadió que la primera acción de esta nueva dirección fue perjudicar a las trabajadoras del horario nocturno, a quienes les quitaron los colchones nuevos para entregarlos al personal militar. 

Una enfermera del hospital dijo a Crónica Uno que las personas que pertenecen a las cuadrillas presuntamente le quitan los teléfonos una vez que entran a trabajar, para evitar que envíen información del lugar.

Leve mejoría 

Fernanda* tiene cinco días con su tío en el hospital, quien ingresó el 5 de octubre por una trombosis pulmonar. Comentó que está sorprendida por el cambio que ha dado la atención médica del personal que trabaja en el hospital de los Magallanes de Catia.

Considera que el personal de salud cambió mucho en comparación a hace tres meses, ahora los médicos se toman el tiempo de explicarle a los pacientes y son más empáticos.

Sin embargo, en julio familiares denunciaron a Crónica Uno que el personal de salud que laboraba en el hospital ofrecía una mala atención a los pacientes y los tiempos de espera superaban la hora y media. 

Fernanda destacó que a sus parientes no les pidieron la compra de ningún medicamento, lo que para ella es un avance porque en el resto de hospitales piden una lista de insumos para ser atendidos, debido a la crisis que atraviesa el sector salud desde el año 2013. 

Siento que el cambio es notorio. Anteriormente, había traído a mi hijo y no te daban ganas ni de hablar con un doctor. Pero reconozco que aún falta mucho por mejorar, especialmente, la infraestructura y el trato de los vigilantes.

Sigue sin condiciones para laborar 

En un recorrido Crónica Uno pudo verificar que la mayoría de los pisos no tienen luz, no hay agua y los ascensores no funcionan.

La infraestructura está deteriorada; la sala de Emergencia tiene vidrios rotos, no hay aire acondicionado y algunos techos se están cayendo.

Zambrano se refirió a las carencias del hospital, hay pisos totalmente inhabilitados; mientras que el sótano está lleno de murciélagos debido al abandono y falta de inversión.

Al hospital le han realizado varias inversiones, pero todas se han perdido por falta de mantenimiento. Se necesita de una verdadera gestión.

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