Dennis Rojas, de 21 años, fue detenido el 3 de agosto en La Guaira durante los operativos de la llamada “operación tun tun”. Espera ser excarcelado para poder estar durante el nacimiento de su hijo que va a nacer en pocas semanas.
Caracas. Gabriela Meneses lleva los insumos necesarios para esperar varias horas afuera de la cárcel de Tocuyito. Carga consigo toda la fe y el optimismo que pudo recoger desde su casa, ubicada en La Guaira, hasta el estado Carabobo.
Salió a las 12:00 a.m. con la ilusión de ver a hijo, quien se encuentra detenido en Tocuyito desde el 10 de agosto. Le llevaba unas medicinas.
Gabriela esperaba una llamada a las 3:00 p. m. de este martes, 15 de octubre, que le confirmara si era posible ver a su hijo. No hizo falta aguardar tantas horas, porque a las 11:00 a. m. un funcionario le dijo al grupo de 18 madres que estaban en la fila, que las visitas se pospusieron para el 28 de octubre.
Gabriela no podría creerlo. No entiende cómo puede existir tanta maldad y saña. Mientras tanto mira al resto de madres a su alrededor. Y, aunque intenta mantener la misma fe que llevó camino a Tocuyito, se desvanece.
Insiste en que Dennis Rojas, de 21 años, no es un delincuente: “Él sí estuvo en las protestas, pero ese era su derecho. Eso no lo hace un terrorista”.
Las visitas, que se notifican con previo aviso, fueron el día anterior. Pero nunca les avisaron a los familiares.
“Nos dijeron que quizás serían el jueves. Luego que martes, pero no era seguro”, dice la madre, quien para movilizarse hasta el centro penitenciario gastó 20 dólares.
Antes de la suspensión un grupo de 10 mujeres pudo ver a sus hijos. Todas salieron preocupadas al observar su estado de salud.
“Nos dijeron que vieron a sus hijos demasiado mal. Dicen que si llegaban a diciembre metidos aquí de la cárcel saldrá más de un muerto. Es mentira que les están dando buena comida. A los chamos les están dando comida descompuesta”, dice Gabriela con voz quebrada.
Foto referencial: Crónica.Uno
Hasta el lunes, 7 de octubre, el Foro Penal Venezolano contabilizó 1916 arrestos. De esa cifra 1784 no han sido condenados.
Además de los detenidos en el marco de las protestas poselectorales, el Foro Penal indica que desde 2014 se han registrado 17.899 detenciones políticas en Venezuela.
10 minutos
La mayoría de los familiares de los detenidos en Tocuyito solo tuvieron visita durante el lunes, 30 de septiembre, por 10 minutos.
Tras 53 días sin ver a su madre, Dennis le dijo que los alimentos que reciben los reclusos le recuerdan a la comida que él le servía a los cochinos que cría junto con su papá.
A la hora de comer, las celdas se llenan de arcadas y vómito de quienes no soportan el sabor y olor de la comida. Sin embargo, se la comen, no saben a qué hora volverán a poner algo en su estómago.
Dennis dice que al salir no quiere volver a probar la carne molida, los frijoles, la arepa con un queso –que describe como grasoso– y pasta mal colada.
“Mamá, Perdóname”
Gabriela Meneses es la mamá de crianza de Dennis, su madre biológica está en Colombia. Aunque ella no comparte lazos sanguíneos con el joven sienten mucho amor uno por el otro.
Con la detención de Dennis, el vínculo de ambos se ha hecho mucho más fuerte. Gabriela es la única persona que puede entrar a las visitas ya que los hombres no pueden pasar. Por eso el padre de Dennis no ha podido verlo desde el 3 de agosto, día en que fue detenido.
“Mamá, yo ya no creo en Dios. Él me abandonó en esto”, expresó Dennis entre lamentos. Agregó que solo cree en su papá y en ella, los únicos que desde afuera, con la libertad que él no tiene, hacen todo lo posible por sacarlo del lugar que le ha hecho vivir su “mayor pesadilla de su vida”.
No puede decirle mucho más a su madre. Cerca del grupo que pasa de 10 en 10 permanece un guardia custodio que escucha y vigila todo lo que dicen.
Gabriela le “pela” los ojos a Dennis cuando él le realara que ahí la pasan mal. Teme que tomen represalias contra él, a quien ve desesperado y en malas condiciones de salud.
“Dice que otros compañeros de él se quieren suicidar”, afirma con pánico Gabriela, quien insiste en que haría lo que fuera por sacar a su hijo de Tocuyito, pues teme a que se lo entreguen “en un ataúd”.
Sin atención médica
Dennis tiene una mano fracturada como consecuencia de una pelea que tuvo con otro compañero dentro de su celda. También una alergia en su rostro por el estrés.
“Mi hijo solo me dijo: ‘Era él, o era yo’. Me contó que lo castigaron dos días porque se puso a reclamar para que le dieran las medicinas que yo le mandé. Él sabía porque le decían, pero no se las daban”, comenta.
Solo un día fue atendido, ya que por el fuerte cuadro febril que presentó, Dennis empezó a convulsionar.
“Esa es la única manera de que los saquen y atiendan”, sostiene.
Denuncia que tampoco les dan artículos de higiene personal ni ropa limpia. Tiene un solo uniforme que no puede lavar. Solo le echa agua. Tampoco le dan pasta de dientes, ni jabón.
La detención
“No me apunten. Yo me voy a entregar”, le dijo Dennis a los funcionarios policiales que fueron a buscarlo a la casa en la que vive junto con su novia, quien tiene nueve meses de embarazo.
Un funcionario que lo conoce intercedió por él para que no le hicieran daño.“Jefe, ese es el hijo del pescador. Ese chamo es sano. Su papá no debe saber que estuvo en la protesta”, insistió.
En este sentido, Dennis opina que por el oficio que comparte junto con su papá y por ser recolector en camioneticas, tiene varios conocidos en su zona, lo que le sirvió como protección durante los días que permaneció detenido en La Guaira, en donde nunca fue maltratado físicamente.
Foto: referencial.
Pese a eso, fue coaccionado a grabar un video que fue publicado en redes sociales donde muestran detenciones hechas bajo la denominada “operación tun tun”. En el audiovisual, Dennis pide disculpas al gobernante Nicolás Maduro.
“Mi único delito fue decir: No tengo miedo, Nicolás”, dijo Dennis a su mamá a quien le manifiesta que más nunca pronunciará esas palabras en voz alta. Tampoco a salir a las calles, como hizo aquel 29 de julio, un día después de las elecciones, con el propósito de exigir una mejor vida en su país.
Así como Gabriela, Dennis trata de confiar en que pronto será excarcelado para poder ver a su hijo que va a nacer en unas semanas.
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