Benjamín Rausseo: La gente necesita tener un menú de opciones para poder elegir al presidente 

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Benjamín Rausseo, conocido entre los venezolanos como el Conde del Guacharo, cuestionó que el bloque opositor mayoritario pretenda imponer una candidatura, por lo que ofrece su propuesta de país como una vía alterna al continuismo del chavismo y las peleas de sus contrarios.

Caracas. “Un menú de opciones”, eso es lo que espera el candidato presidencial Benjamín Rausseo que los venezolanos encuentren en el tarjetón el próximo 28 de julio, cuando deban elegir al presidente de Venezuela para el período presidencial 2025-2031.

Para el abogado de profesión es inconcebible que “un bloque determine quién sí tiene derecho a ser candidato y quién no”, por lo que ofrece a la ciudadanía una vía que considera alterna al madurismo y “su continuismo” y a la oposición y “sus peleas”. 

En entrevista concedida a Crónica.Uno, el famoso Conde del Guacharo aseguró que está completamente separado del sombrero y las alpargatas que lo caracterizaron durante 40 años de carrera humorística para, ahora, mostrar al país la versión de un empresario que lidera “una opción seria” y quiere ser recordado como “el mejor presidente” de Venezuela. 

El pueblo no se puede quedar sin alternativa. La gente debe ver un menú de opciones y al final la gente va a decidir. Si la gente dice que este gobierno que tiene el señor (Nicolás) Maduro es bueno, va a votar por él, si cree que lo mejor es la confrontación y seguir seis años más peleando unos con otros está bien, pero aquí hay una opción distinta, dijo el candidato del partido Confederación Nacional Democrática (Conde).

Con una oferta que incluye la eliminación de la reelección indefinida, el regreso de un Senado en el que todas las regiones del país tengan igual representación, el respeto a la propiedad privada y la “gestión” para lograr la liberación de los presos políticos, Rausseo se propone gobernar “para todos” y no solo para una porción de venezolanos. 

El 28 de julio no se acaba el mundo, entramos en una nueva etapa y de ahí saldrá un gobernante que está en la obligación de gobernar para todos los venezolanos, no para una fracción y debemos reconocerlo, sea cual sea el resultado, sentenció.

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Foto: Gleybert Asencio
El político

¿Cuáles son las cualidades que usted cree que lo capacitan para ser presidente de la República?

—Creo que ahora hay un espacio para un proyecto independiente y las cualidades las va a ir descubriendo la gente. Estoy ofreciendo un proyecto independiente, totalmente comprometido con la realidad venezolana, lo que yo he llamado mi Venezuela profunda, que es el barrio, los pueblos y los barrios que yo conozco muy bien porque me crié en un barrio, mi origen –del cual me siento muy orgulloso–, y lo que he querido es llevar a esa gente del barrio un mensaje de esperanza.

Además, no tengo compromisos partidistas con nadie. Esta es una candidatura totalmente independiente y esa es una gran cualidad, ya que llego con un proyecto que puede ser realizable en el corto plazo si aplicamos gerencia a la actividad pública.

¿Con qué ideología política se identifica?

—Yo creo que en estos momentos Venezuela no necesita ideología, sino soluciones. Cada ideología tiene sus pro y sus contra, pero yo prefiero no calificarme ni de centro, ni de derecha y no calificar el compromiso con la gente. Ya creo que hemos tenido muchos años en Venezuela de distintas ideologías y ahí están los resultados.

Tenemos un país 85 % empobrecido, pero más allá de la pobreza está la desesperanza que se ha sembrado en la gente. 

No me van a ver ni con el comunismo ni con el socialismo. Yo practicaría el productivismo, los países surgen en la medida que sus ciudadanos son capaces de generar más producción.

Y antes de incursionar en la política, ¿con qué tendencia política se identificaba? 

—Nunca he tenido ninguna, no me ha atraído ninguna de las corrientes políticas que están.

De hecho, si hay que ser un poco crítico, creo que los políticos de carrera se han ido desgastando, cabe destacar que yo nunca he vivido de la política. Vivo de mi oficio, de mi profesión, de la parte empresarial. Cuando dicen que no tengo experiencia política tienen razón. Eso es muy bueno, porque un político dice que es lo que hay que hacer, en cambio, un gerente te dice cómo se va a hacer lo que hay que hacer. 

Foto: Gleybert Asencio

Según su biografía ha sido director de cine, es doctor en Educación y abogado con una maestría en Derecho Penal y Criminología. ¿Qué ha incluido de esa experiencia en su candidatura y que incluiría en su eventual presidencia?

—En la candidatura estamos acercando la gerencia, porque se trata de un proyecto independiente y tenemos que administrar muy bien los pocos fondos que nos van llegando. Y en la en la presidencia, Dios mediante, tengo una gran capacidad para armar equipos y lo bueno de no tener el compromiso partidista, es que puedo tener la libertad de convocar a los mejores sin importar su ideología.

Yo me estoy proponiendo como presidente, no como un mesías. Hay cosas que yo no sé, pero conozco quién sabe las cosas que hay que hacer.

¿Tiene en mente algunos nombres de quienes conformarían su gabinete?

—Afortunadamente, hay mucha gente preparada dentro y fuera del país. No tenemos nombres, pero sí el perfil de los candidatos que tienen que ocupar cada una de las posiciones. Obviamente, los requisitos no son ideológicos ni de dependencia partidista, sino más bien de capacidad y honestidad, pues tenemos que tener una lucha contra la corrupción.

El comediante

¿Y qué llevaría a la presidencia de su experiencia de más de 40 años como comediante?

—Estuve 40 años como comediante y el año pasado me separé de mi personaje, pero él nunca se va a separar de mí porque la gente cuando me ve, ve al Conde del Guacharo y ese es mi mejor jefe de campaña. El Conde del Guacharo le presenta a su hermano venezolano a Benjamín Reusseo y su proyecto de país.

Del Conde del Guacharo me llevaría que sería un gobierno de mucha alegría, no con esto quiero decir que sea de rochela, sino que creo que el venezolano tiene mucho tiempo que no sonríe y va a empezar a sonreír en la medida en que tenga buenos servicios, educación de calidad, empleo digno, ingreso suficiente.

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Foto: Gleybert Asencio

Y después de tantos años de contar chistes, incluso de política, ¿usted cree que la gente en la calle toma en serio su candidatura?

—Si la toman en serio o no es cuestión de cada quien, pero mi compromiso como candidato es que sí la toman en serio y no he visto los programas de gobierno de los demás candidatos. Sin embargo, me atrevo a decir que uno de los más progresistas, de avanzada, es el que nosotros planteamos.

Proponemos ser un país de primer mundo. Que haya mucha seguridad jurídica para que vengan los capitales, tanto nacionales como extranjeros. Un país de seguridad jurídica en el que haya mucho respeto a la propiedad. La gente lo puede tomar como quiera, pero lo que sí puede contar es que esta es una propuesta muy seria. Es una gran oportunidad que tenemos de cambiar al país (…) con esta opción que invita al reencuentro, a pasar la página y los odios y que podamos vivir en paz para poder salir adelante.

Un cambio diferente

¿Y en qué se diferencia esa opción de cambio que usted ofrece de la del resto de los candidatos disidentes de la oposición?

—Todos pueden tener un discurso, de hecho cuando empecé, hace más de un año, yo hablaba de la reconciliación y me tildaron de alacrán. Ahora todos tienen ese discurso; o sea, que yo tenía razón.

La bandera no es del que la dice, sino de a quién le cree la gente. (…) Yo hablo de reconciliación, de progreso, de una educación de primer mundo, de atender la emergencia social.

La diferencia está en cómo se le dice la gente y cómo te lo cree la gente y a quién le cree la gente. Esa es una cuestión de credibilidad, de saber qué han hecho los demás para decir eso y si tienen base para hablar de lo que están hablando.

Hablemos de su plan de gobierno, ¿cuál es el enfoque, en qué se va a centrar si logra alcanzar la Presidencia de la República?

—Hay tres puntos ahí bien importantes, básicamente me enfocaría, en la primera etapa, en decretar una emergencia social. Se nos está muriendo la gente de hambre a causa del desempleo, se está muriendo la gente en los centros de asistencia de salud pública, se nos está muriendo la gente y están migrando porque no ven que tienen oportunidad. 

Yo creo que lo primero que tiene que hacer un presidente es atender la emergencia social. En segundo lugar tratar de que entre el capital, necesitamos mucho dinero, el país está en quiebra. Necesitamos activar el aparato productivo y para ello debemos bajar los impuestos, no se le puede seguir cargando a los empresarios más, no se le puede dar más peso a los empresarios.

De hecho, estoy proponiendo bajar el IVA (Impuesto sobre el Valor Agregado) a 12 %, eliminar el IVA a las grandes transacciones y dejar solamente el impuesto al lujo. Una propuesta bien moderna que estamos haciendo, es parte del IVA, que un 30 % se quede en los municipios y en los estados de una vez con cortes mensuales. Para que sean invertidos bajo supervisión de las comunidades debidamente organizadas.

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Foto: Gleybert Asencio

Siendo empresario, usted ha hecho especial énfasis en el rol de este gremio para consolidar algún cambio en el país. ¿Cuál es su mensaje para este sector, para que se sumen a su candidatura?

—Me comprometo con ellos a que vuelva el crédito, a bajar los aranceles de importación para los insumos de materias primas, maquinaria, modernizar al país.  Y lo más importante, y que piden los empresarios, seguridad jurídica y respeto a la propiedad privada.

Yo creo que la propiedad privada es sagrada, sea pequeña, mediana o grande. En la medida en que el empresario sienta que lo que invierte va a ser respetado, en esa medida el empresario va a invertir más. En la medida en que el empresariado invierta más, amplíe su fábricas, modernice, habrá más empleo con un sueldo digno, decente, con progreso al ingreso familiar y, automáticamente, la familia vuelve a sonreír.

Acuerdo “por la paz”

Y qué le responde esa gente que dice que su candidatura de alguna manera tiende el camino para que el chavismo continúe en el poder.

—Yo respeto su opinión, lo que sí les puedo decir es que los que más me acusan de eso son la gente que defiende la democracia. Y esos que dicen defender la democracia me niegan a mí el derecho a presentarme y postularme como candidato a la presidencia y le niegan al país una alternativa.

Lo que sí debe quedar claro es que el 28 de julio tenemos una gran oportunidad los venezolanos de decidir qué va a pasar en los próximos seis años. Lo que debe quedar claro también es que no debe haber duda de que los resultados que se den son los resultados que expresó el pueblo venezolano, y debe ser reconocido dentro y fuera del país, por los venezolanos que están dentro del país, los que están fuera y los gobiernos a nivel mundial.

¿Tiene o ha tenido usted algún acercamiento con el chavismo, tal vez para hablar de acuerdos preelectorales?

—Yo propuse el acuerdo de ‘Un cambio en Paz para Venezuela’ y se lo envié a todos los candidatos, incluido el presidente Nicolás Maduro. Y se lo voy a enviar a Diosdado (Cabello), al fiscal (Tarek William Saab),  al mismo CNE (Consejo Nacional Electoral), porque creo que debe haber un diálogo, un acuerdo de respeto desde ahora. 

Yo creo que Venezuela necesita reglas claras y juego limpio porque ya el venezolano lo que quiere es pasar la página, no quiere más enfrentamiento.

La propuesta mía es un país de propietarios. Un país de gente que no dependa de nadie y en el que hay que atender con urgencia esa emergencia social, quiere decir que vamos a fortalecer los subsidios. Aquí le dicen misiones, en otros países son subsidios. 

Yo creo que el subsidio debe existir hasta que cese la causa. O sea, cuando esa persona ya la sacamos, la ayudamos a que salga de la pobreza, la ayudamos a que tenga un empleo digno, decente, suficiente, esa persona no va a necesitar que le den una bolsa porque lo ideal en un país es que la gente tenga un sueldo digno decente y suficiente para escoger la marca de los productos que quiera consumir, como era antes.

Si tú me preguntas qué le quitaría yo a los subsidios, es el tinte político. Un subsidio no debe estar condicionado a una militancia de un partido. Eso hay que entenderlo inmediatamente (…) el fin debe ser que los consejos comunales, todas las estructuras atiendan a la comunidad y no atiendan a una parcialidad política.

Es decir, ¿usted mantendría planes sociales del Gobierno como los Clap que, además, han estado envueltos en denuncias de corrupción?

—Nuestra lucha contra la corrupción va a ser muy grande. El corrupto es una plaga que está acabando con la sociedad. Pero además con mucha maldad, porque cuando un corrupto se roba un dinero le está quitando la comida a un niño, a una escuela. Le está quitando el sueldo a un maestro, le está quitando la atención médica a un anciano, a un niño. Le está quitando los sueldos a los médicos, las enfermeras, los profesores y los maestros.

Sobre el acuerdo preelectoral que asegura haber enviado a los demás candidatos, ¿ha recibido alguna respuesta?

—No, pero todos la recibieron. Yo creo debe haber propuestas. Y lo que sí quiero que sepa todo todo el país y todo el mundo es que yo por Venezuela estoy dispuesto a reunirme con quien sea, lo único que no es negociable es la dignidad en venezolano.

Con todo el mundo

Entonces, ¿usted estaría dispuesto a construir alianzas, por ejemplo, con sectores de la oposición como el liderado por Edmundo González Urrutia y María Corina Machado?

—Con Edmundo y todo el mundo. Yo no tengo complejo para reunirme y aportar lo que esté a mi alcance mientras que se logre un cambio, que es lo que quiere Venezuela. Pero un cambio en paz, porque mucha gente lo dice, pero lo que necesitamos que se concrete es un cambio en paz, en reconciliación.

Yo creo que hay que sanar las heridas, hace muchos años el venezolano compró un discurso de venganza y 25 años después, mira dónde estamos. Tenemos al país separado y con ganas de volver a unirse, pues somos hijos de una sola madre que se llama Venezuela.

¿Pensaría entonces en declinar su candidatura en favor de alguien que tenga mejores oportunidades?

—No tengo problema si ellos manifiestan la misma intención de declinar a mi favor si la candidatura que crece es la mía.

Tengo un gran respeto por todos mis paisanos venezolanos que están corriendo en esta carrera presidencial y sé que no es fácil. La carrera es corta para recorrer todo el país, pero yo creo que ellos merecen todo mi respeto. Por eso yo les he dicho públicamente que invito a todos los candidatos a que el debate sea de altura y de propuestas. No de descalificaciones.

El mensaje a los venezolanos 

¿Cómo se imagina usted los seis meses posteriores a la elección en un gobierno que va a estar en paralelo con el de Maduro?

—Algunos lo ven como algo malo, yo lo veo como algo positivo e inédito. Nunca ha pasado en Venezuela que pase tanto tiempo para la entrega del poder. 

Yo utilizaría esos seis meses para armar equipos, buscar alianzas internacionales y que ya cuando nosotros lleguemos a la toma de posesión al otro día cada quien sepa qué puesto le va a tocar.

Esto no quiere decir que vamos a botar a la gente. No, la gente que está trabajando, que cumple con su trabajo en el Gobierno se va a quedar ahí. Lo que sí vamos a hacer es reconocerle su mérito y se le va a dar un sueldo digno y suficiente al empleado público.

El madurismo sabe que estará trabajando en preaviso y que se tienen que ir y deben colaborar en una transición pacífica, sin pelea ni nada, porque hay que estar claro, el chavismo es una fuerza, el madurismo es una fuerza  y ellos van a seguir existiendo.

Yo creo en la alternancia, a lo mejor el señor Maduro pierde en esta oportunidad y se postula en el 2030 y a lo mejor gana. Esa es la democracia.

¿Cuál sería su mensaje para las personas que aún creen en el chavismo y para los opositores que no creen en su propuesta?

—A los chavistas, que revisen lo que está pasando. Que le exijan a su candidato Maduro que les muestre todas las obras que hizo y que inauguró en estos últimos 12 años. Que le digan cuáles son las próximas que va a hacer. Y a la gente que sigue al candidato Edmundo González Urrutia les digo lo mismo. Que les muestre su plan de gobierno, que recorra el país y que les muestre qué va a hacer en los próximos años. Al final todos van a decidir entre los chavistas, los opositores y los independientes que somos más. 

Aunque ha reiterado que no volvería a la comedia, ¿cuál es el chiste que le gustaría contarle a los venezolanos desde la silla presidencial?

—Mucha gente dice que debe ser buena una cadena de un personaje que interpretó al Conde del Guacharo. Pero ahora van a conocer cómo trabaja el hombre que tuvo la capacidad de interpretar un personaje por 40 años y del que me despedí en lo alto. Ahora van a saber por qué duré tanto tiempo siendo el mejor en la comedia. Les voy a demostrar por qué me van a recordar como el mejor presidente que va a pasar por Miraflores.

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