Con el anuncio de los próximos partidos de béisbol en el estadio Forum de Macuto, los habitantes de esta parroquia renovaron sus exigencias para que las autoridades atiendan los problemas de servicios públicos, así como la prevención y limpieza en ríos y quebradas.
La Guaira. Los diez partidos de béisbol profesional que se jugarán esta temporada en el estadio Forum de Macuto suponen un mundo paralelo para la mayoría de los habitantes de esta parroquia del Litoral Central.
Los macuteños se alegraron en enero de este año con el título de liga de los Tiburones de La Guaira y posterior gallardete de Serie del Caribe en Miami (EE. UU.).
“Pero hay cosas más importantes que los gobernantes no terminan de entender”, afirmó Arcadio Villanueva, un economista jubilado del Banco Central de Venezuela que vive en una casa de la avenida Intercomunal. Allí abunda la basura, escasea el agua por tuberías y poco se observan patrullas policiales.
Los habitantes de Macuto no parecieron haberse encandilado por el anuncio de la Gobernación de La Guaira, junto a la directiva del equipo escualo, para apoyar desde los graderíos del coso deportivo.
Insisten en la ejecución de más labores de minimización de riesgos en los tres ríos principales (El Cojo, La Veguita y Galipán) y decenas de torrentes acuíferos, que por estos días lucen repletos de maleza, rocas inmensas e innumerables sedimentos.
“En Macuto nos aterramos cada vez que llueve más de una hora”, comentó Olvin Garrido, habitante del casco colonial de Macuto.
La luz como permuta
Asimismo, se pide una recolección más eficiente de desechos sólidos en plazas públicas, calles y playas, sin olvidar que los apagones eléctricos se han acentuado después de la oscurana nacional, de más de 10 horas, del pasado 30 de agosto.
A mí me gusta el béisbol, pero cada que vez que hubo juegos en la pasada Liga Mayor los apagones fueron más prolongados. La luz la concentraban en el estadio y se la quitaban a los vecinos”, relató Elvio Farías, propietario de un apartamento en el edificio Mar Azul, situado frente del escenario deportivo.
Farías está convencido de que la prioridad de los gobernantes está en “los dividendos económicos y políticos” del estadio y la cinta costera. Esta última es un bulevar turístico de dos kilómetros que une al sector Punta de Mulatos de La Guaira con el mencionado estadio, que, a su vez, marca el inicio de Macuto.
En Macuto todavía se observan las huellas de la tragedia del 15 de diciembre de 1999, cuando las aguas del río El Cojo destruyeron el castillete del pintor Armando Reverón, además que se inundaron de lodo y piedras decenas de edificios, viviendas y el Club Unión Canaria de Venezuela (rehabilitado por el gobierno canario).
También hubo afectación en inmuebles coloniales como la iglesia San Bartolomé (recuperada con dinero de la Unión Europea), la Casa de Joaquín Crespo (rescatada por el gobierno nacional), la Pensión Guanches y la quinta La Azuleja. Las dos últimas yacen en la indolencia oficial.
Aun así, desde hace un mes, el gobierno regional inició la recuperación del Paseo de Macuto, un bulevar playero inaugurado en 1877 con el nombre de los Baños de Macuto, donde hoy sobrevive al olvido oficial el hotel Miramar, patrimonio cultural de la nación. En 1935, allí se hospedó por dos horas el cantante argentino Carlos Gardel.
“Dijeron que lo iban a recuperar, limpiaron por donde pasa la reina y ya abandonaron todo: Macuto tiene muy mala suerte con quienes gobiernan y eso no lo cambia el béisbol”, comentó Albeiro Robles, comerciante del sector El Teleférico.
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