Entre zancudos y ratas viven en comunidad de San Cristóbal por colapso de tubería

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Más de 20 niños viven en la comunidad, quienes están propensos a sufrir de dengue o leptospirosis debido a la presencia de ratas y zancudos por el daño en los colectores mixtos 

San Cristóbal. Más de 30 familias residentes de la calle San Juan, en el barrio Colinas de San Rafael de San Cristóbal se encuentran en emergencia, luego que las fuertes lluvias registradas en la última semana, colapsaran la tubería de aguas servidas y provocaran el hundimiento de la calzada.

La situación se registró el pasado martes 11 de junio, cuando el aguacero generó una inundación a lo largo de la vía que tapó la red de aguas servidas, lo que derivó en que el agua saliera por los sifones y pocetas de las viviendas.

Inmaculada Sandoval, una de las afectadas, relató que aquella mañana escuchó un estruendo, lo que hizo que se asomara a la puerta a ver qué ocurría, fue en ese instante cuando vio que un enorme hueco se había hecho en la carretera.

A partir de allí comenzó a salir el agua sucia, que ingresó a varias casas incluyendo la suya. Aseguró que desde entonces no tiene paz, porque cada vez que llueve el crácter se rebosa.

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El colapso provocó que el agua se rebosara por las pocetas y sifones. Foto: Maryerlin Villanueva

“Tengo a mis hijos pequeños enfermos, quienes están sufriendo de infecciones respiratorias por los malos olores”, aseveró.

Con pocas esperanzas, aún tiene fé que los entes correspondientes se apersonen a realizar los trabajos de sustitución de colectores mixtos.

Zancudos y ratas 

El colapso de la tubería provocó la presencia de mosquitos y roedores que rondan el material de concreto de 36 pulgadas, a cualquier hora del día, lo que tiene en zozobra a los vecinos, quienes temen un brote de dengue o leptospirosis.

Arturo Molina, otro de los afectados, señaló que en horas de la noche escuchan el ruido de los roedores, así como los ven pasar a lo largo de la calle.

Estamos preocupados que se nos metan a nuestras casas y hasta se multipliquen en medio de los enormes huecos que tenemos aquí”, dijo.

Afirmó que cuando llueve los zancudos “se alborotan”, por lo que algunos vecinos optaron ciertas medidas como uso de mosquiteros para prevenir las picadas y evitar ser contagiados de alguna enfermedad.

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En la actualidad en la calle San Juan existen tres enormes huecos. Foto: Maryerlin Villanueva

Más de 20 niños viven en esta comunidad, quienes representan una población muy vulnerable al contagio de las mencionadas patologías.

No parecen ratas sino faros. Son grandes las que corren por la tubería y salen en las noches”, expresó.

Daño de vieja data

En la actualidad en la calle San Juan existen tres enormes huecos. El primero se originó hace más de 10 años. En aquel entonces los habitantes hicieron un llamado a la alcaldía de San Cristóbal, pero no obtuvieron respuesta.

Años más tarde se generó un segundo cráter más grande que el anterior, lo que fue limitando el paso vehícular por la zona. Con el paso del tiempo el mismo se ha expandido.

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En la comunidad se requiere la sustitución del material de concreto. Foto: Maryerlin Villanueva

Hace más de una semana en la calzada se abrió otro hueco de mayor tamaño y quedó en evidencia, el deterioro en más de 100 metros de tubería de aguas servidas.

Alicia Ramirez, residente de este sector, indicó que muy cerca pasa un arroyo, por lo cual presumen que el paso de esta agua también ha contribuido al daño que presenta toda la red de cloacas.

Los huecos impiden el transito de vehículos por la calle. Foto: Maryerlin Villanueva

Llevamos años con esta situación. La alcaldía viene y toma fotos y se va. Protección Civil viene, toma fotos y se van. Con eso no nos van a solucionar”, acotó.

Ramirez destacó que pareciera que el gobierno está esperando que ocurra una tragedia, para ejecutar un proyecto en el que se reemplace la tubería y se realicen las labores de asfalto.

Se niegan a realizar manifestaciones, pues temen represalias contra ellos, o que alguna persona sea detenida e imputada por incitación al odio.

Los vecinos temen una tragedia en la comunidad. Foto: Maryerlin Villanueva

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